¿QUÉ ERES PARA MI?

DE LA PEOR MANERA

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Una semana entera y no había día en que Key no le llamara para contarle todo lo que estaban haciendo en Las Vegas. Y Taemin daba gracias que Key no se atreviera a contarle su intimidad, porque ahí moriría por la pura vergüenza.

—Gané algo realmente hermoso —comentaba Key mientras acariciaba los cabellos de su novio que seguía durmiendo plácidamente.

—¿En serio? —pregunta Taemin interesado ya que era la primera vez que le contaba que ganó algo, porque las noches anteriores le escuchaba casi llorar por la cantidad de dinero que perdía en los juegos.

—Sí, te lo regalaré cuando volvamos —suspira al sentir el brazo de Jonghyun enredarse entre las sabanas y la piel de su cintura—. y por todos los cielos no intentes adivinar —ruega conociendo el nivel de curiosidad extremo de su primo.

—Sólo diré un par de ...

—¡Nada! —le regaña en tono bajito para no despertar a su novio—. ¿Y todo bien por allá? —Taemin hace memoria y todo iba bien.

—Sí, todo está bien, mejor en vez de preocuparte disfruta con Jong y no hagas tantos berrinches – escucha una risita de su primo al otro lado de la línea.

—Lo intentare —dice sin sentir un atisbo de ganas al decirlo—. Besos a todos allá, te llamo mañana.

—Sí Umma, saludos a Jong.

—¡Gracias!

Una pequeña conversación que le deja sonriendo y con todas las ganas del mundo de querer ver su regalo entre sus manos en ese mismo instante, pero no podía hacerse realidad.

De repente siente que ese día quiere cenar comida italiana, quizás porque Key le contaba que comieron en un bello restaurante de comida italiana y además la comida era sabrosísima, cómo si no fuera suficiente recibía fotos de sus platos y podía ver cómo estaban disfrutando de su viaje.

Comida italiana.

Espaguetis.

—Kristal hoy cenaremos espaguetis ¿Sí? —había llegado justo a tiempo cuando Kristal parecía ponerse a cocinar la cena—. Llegué a tiempo.

—Sí, bueno ¿Entonces hago una reservación? —pregunta curiosa y Taemin niega.

—No, iré yo mismo por ella, tengo ganas de caminar.

—Ok, mientras tanto les enseñaré a jugar con plastilina —comenta contenta mientras se sacaba el delantal.

—¡Hecho! Volveré rápido.

—Ve con cuidado y abrígate —gritaba ella al verlo salir solo con un suéter.

—¡Lo hare!

Coge un abrigo que parecía como si fuera a ir a esquiar ese mismo momento.

*

*

*

Minho salía de ese evento completamente ido, camina hasta su auto y se queda ahí sin saber qué hacer y sin poder recordar cómo rayos se respiraba.

No podía hacer nada bien y sus manos torpes incluso chocaron un par de veces con el Clarkson y produjo ese ruido que siempre evitaba utilizar.

—Taemin.

Cierra los ojos y lo rememora una y otra vez.

Y su cabeza parecía hacerlo a la perfección, sin cansarse, porque aun recordaba cada detalle de la ropa que llevaba y sobre todo de su semblante tan hermoso, esos ojos que por unos segundos se habían clavado en los suyos.