Painful Memories (Saga Deep #1)

Capítulo IV

Capítulo 4 ~ Best Party Ever ¡Owh!

Es la segunda vez en este día que me subo a este auto y me gusta mucho, así que supongo que me acostumbraré. Ethan gira la llave y ruge a la vida. Oh, me encanta. Subimos a la carretera y comenzamos nuestro camino hacia la fiesta, en no-sé-dónde. Cinco minutos pasan y aún no llegamos.

—¿Dónde vive tu amigo este? —pregunto.

—Amiga y vive a unos cinco minutos de aquí.

—Oh —murmuro y vuelvo a la ventanilla.

—Así que Cook, ¿eh? —pregunta, divertido.

—No —sentencio.

—¿Por qué no?

—Porque no me gusta que me llamen así, prefiero que me llames Lie —digo de mala gana.

—Bueno, Lie, ¿qué música te gusta?

—Tengo muchos gustos musicales.

—¿Usher?

—Sí, claro.

—Cool.

Ethan toca un par de botones en el estéreo y la canción Scream de Usher comienza a sonar. Sonrío al ver que él canta cada pedazo de la canción, así que comienzo a hacerlo también.

—I see you over there, so hypnotic —comienza él y yo sigo:

—Thinking 'bout what I do to that body —él ríe y ambos vamos con lo que sigue:

—I get you like ¡Ooh baby, baby! ¡Ooh baby, baby! ¡Ah-Ooh baby, baby! ¡Ooh baby, baby!

Comienzo a reír estúpidamente y él sigue cantando la canción, porque a decir verdad, no sé toda la letra. Y luego el estribillo. Menos mal que estamos dentro de un auto que hace tanto ruido como para que no nos escuchen desde afuera, porque parecemos un par de lunáticos. Río ante el pensamiento.

—Llegamos, Lie —dice y para el auto, llevándose la música con él.

—Hey, estaba llegando a la mejor parte —me quejo como niña pequeña.

—Vamos, tonta —dice y se baja del auto. Bajo también y él cierra, para luego guiarme entre la gente hasta la puerta de la casa.

Mierda, no había escuchado la música escandalosamente alta, por nuestros gritos dentro del auto. La casa debe ser del mismo tamaño —o incluso más grande— que la casa de mi padre. Oh, Ethan tiene amigos ricos. Entramos y no puedo ver más que intercaladas luces y mucha gente haciendo cosas que la verdad… no quiero contar. Otras bailan, otras fuman, otras beben. Oh, hay muchas actividades para hacer. Ruedo los ojos. Quiero irme.

—¿Qué no tienen vecinos que se quejen? —pregunto, esquivando un par de locos que atropellan en vez de bailar.

—Nuestros vecinos están aquí, Lie —dice, divertido. Una imagen de un montón de viejos bailando me viene a la mente, pero luego caigo en que quizá son todos jóvenes como nosotros. Río, a veces soy muy idiota—. ¡Hola, bros! —chilla Ethan y yo quiero gritarle que es un idiota, me dejó sorda—. ¿Qué hay, nenas? —dice y comienza a chocar manos y saludos con un montón de personas sentadas en un sofá jugando, aparentemente.

—¿Juegas, Thethan? —pregunta un chico rubio con variados aros esparcidos por todo su rostro.

¿Thethan? Suelto una pequeña risa, ¿cuántos apodos tiene este chico?

—Claro —contesta mi… ¿primo? Así es como me llamó hoy, ¿no?

—¿Quién es ella, Teth? —pregunta una chica sentada entre varias.