Painful Memories (Saga Deep #1)

Capítulo VIII

Capítulo 8 ~ Escaping a Kiss

Sirenas. Eso es todo lo que puedo escuchar. Autos de policía por aquí y por allá. Está lleno de ellos. La adrenalina que sentí hace un momento se suma al miedo que siento ahora y todo se vuelve torpe. Ethan conduce por la carretera gritando maldiciones y yo no puedo reaccionar. Giro en mi asiento y veo a dos autos de policía muy, muy lejos de nosotros. La luna llena ilumina el camino, ya que Ethan conduce con las luces apagadas. Dudo que ellos nos vean. Mete el auto en un camino de tierra y acelera entre ramas y árboles, se nota que no se ha usado este camino en años. A lo lejos puedo ver que los policías han entrado al camino también. Ethan pone marcha atrás y se mete entre unas matas y árboles. Apaga el motor y lo único que escucho son las sirenas y mis sollozos. Mierda, no me había dado cuenta que estaba tan asustada.

—Nena, shh —dice Ethan, colocando una mano sobre mi boca, mirándome a los ojos en todo momento.

—Estoy muy asustada —susurro y él asiente.

—Lo sé, lo sé. Tranquila.

Las sirenas se hacen más fuertes e Ethan me atrae junto a él rápidamente, recostándonos a ambos en el asiento.

—Silencio —susurra en mi oído.

—Lo siento —susurro—. No debí haber venido —un inevitable sollozo se escapa de mi boca. Presiono rápidamente mis manos sobre esta, intentando calmarme.

—Shh…

El sonido de las sirenas se hace más fuerte y luego se aleja. Nos quedamos en esa posición durante unos minutos. No quiero ir a la cárcel, no quiero ir a la cárcel… Repito en mi cabeza intentando controlarme. La sirenas vuelven a ser escuchadas y yo gimo levemente.

Nos encontraron, nos atraparán, nos llevarán a la cárcel.

—Nena, cállate —ordena, presionándome contra su pecho aún más fuerte.

Las sirenas vuelven a perderse en el silencio. Somos libres.

—¿Ethan? ¿Estás ahí? —la voz de Josh se escucha del otro lado de los parlantes.

—Aquí estoy —contesta, sin cambiar de posición.

—¿Dónde estás, hermano?

—Estoy en el camino de tierra que lleva al hotel abandonado. ¿Y tú?

—Ya los perdimos, estoy en la zona de construcción escondido en un estacionamiento, no logro contactar a Scott.

—Mierda —Ethan se queja.

—¿Qué sucede? —murmuro.

—Me estoy enterrando el freno de mano en la espalda —murmura.

—Lo siento —me levanto lentamente de su pecho y me acomodo en mi lugar, esperando que él lo haga también.

—Oh, lo siento, ¿los interrumpí? —la risa de Josh se escucha sonoramente.

—No seas idiota —dice Ethan—. Voy a tratar de contactar a Scott —murmura, tecleando una clase de código y luego el número de teléfono. El horrible pitido suena otra vez—. ¿Scott?

—Shhh… —se escucha del otro lado.

Ethan coloca su mano en el micrófono y espera. Luego de unos minutos la voz de Scott vuelve a escucharse.

—Mierda, hermano. Gracias a sus estúpidas llamadas casi me atrapan —dice, enfadado.

—¿Estás bien? —pregunta.

—Sí, solo los estaba perdiendo. Nos vemos mañana, Ethan, ahora quiero dormir.

—Igual yo.

Ethan conduce lentamente entre las calles, ninguno de los dos dice nada. Sonrío al recordar nuestro beso. ¿Por qué demonios lo hice? Que estúpido. Supongo que fue la emoción del momento, debo admitir que nunca me había sentido tan viva. Sentir toda esa adrenalina picando tus brazos, tus piernas, tu rostro. Es como un millón de pequeñas agujas enterrandose en tu cuerpo, pero tan débil, que es placentero. Mis mejillas se tornan de un rojo vivo, que estúpida fui. ¿Cómo se me ocurrió besarlo?

—¿Qué es tan divertido? —pregunta, serio.

—Fue muy excitante —susurro—. Creo que quiero volver a hacerlo —sonrío y él me mira atento por un momento y luego sonríe

—Sí, es muy divertido. Pero si sigues insultando al jefe de la mafia de este lugar creo que no volveré a traerte —dice y ambos reímos.

—Hey, Ethan —Josh vuelve a hablarnos—. Tengo el dinero. Mañana nos vemos, ¿de acuerdo?

—Sí, claro —contesta él.

—Genial. Adiós Thethan. Adiós, Lie. Oye, ¿volverás la próxima? Fue divertido tenerte hoy desafiando a cada idiota. Creo que te invitaré a salir si sigues así —dice. Yo río.

—Adiós Joshua —contesto.

—Adiós Josh —dice Ethan, serio nuevamente.

—Nos vemos, nenas —y corta.

Lo que sigue del camino lo hicimos en silencio, la verdad, no tenía muchas ganas de hablar de nada y todas esas emociones me dejaron exhausta. Miro en el reloj de mi muñeca y abro los ojos de par en par. Cinco treinta de la mañana.

—Mierda —susurro—. Es muy tarde.

—Ya lo creo —Ethan asiente y estaciona el auto en el garaje.

Ambos bajamos y subimos en silencio. La verdad, no tengo energías para subir por el árbol. Ethan se detiene en su puerta y me sonríe.

—¿Te divertiste?

—Mucho —asiento—. Lo haría de nuevo.

—Te llevaría de nuevo, concuerdo con Josh en que es divertido verte pelear con todos los idiotas.

—Sí, es divertido para mí también.

Ambos sonreímos y nos giramos en sentido contrario.

—Oye, sobre el beso… —él se detiene, como si estuviera buscando las palabras. Me giro sobre mis talones, rápidamente. Mierda, no quería tocar este tema.

—Nada —me apresuro a decir.

—Nada —asiente él, con una —al parecer aliviada— sonrisa en su rustro—. Buenas noches, nena —sonríe y toma el picaporte.

—Buenas noches —contesto y camino hacia mi puerta.

Suelto la respiración, con una sonrisa, dentro de mi cuarto, ambos estamos felices de que haya sido "nada". Frunzo el ceño y lo pienso por un momento. ¿Realmente fue… nada? Nunca pensé en Ethan como… hum… eso. Dudo de lo que acabo de decir. ¿Fue nada para mí? Llego a mi cama y me tiro sobre ella y apenas toco el colchón, caigo rendida en él. Oh, sí… justo lo que necesitaba.

Ok, ahí tienen. Ahora está confundida jaja. ¿Y? ¿A quién de los chicos eligen? Necesito sus respuestas, por favor! ¡Comenten, go, go, go...! ^.^ 

Sí, lo sé, es muy corto, pero el anterior era Suuuper largo y este tenía que ser así de corto jaja, no me odien, subiré el #9 dentro de poco (;

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