Painful Memories (Saga Deep #1)

Capítulo XVIII

Capítulo 18 ~ They should hate, not laugh. (Maratón 1/4)

     Cuando despierto esa mañana, mis ojos están hinchados. Hinchados e irritados de tanto llorar. Me observo una vez más en el espejo de mi baño, luego de haber lavado mi cara por tercera vez, pero mis ojeras gigantes y enrojecidas siguen allí, debajo de mis ojos y alrededor de estos. Mis mejillas están de la misma clase de rojo, tan rojas como les es posible.

     Suspiro, frustrada. Aún no puedo creer que estuve dos horas llorando. Lamentando el hecho de que me he enamorado de hombres que prefieren zorras a chicas como yo. Hasta intenté ser una zorra para convencer a uno de ellos, pero él simplemente me dijo que “no se enamoraba”. Me río de eso. ¿Qué clase de idiota dice “yo no me enamoro”? Es decir, el amor es un sentimiento, es un impulso incontrolable. Es como sentir el dolor cuando nos golpeamos. Es inevitable y necesario para el bienestar personal. Uno necesita amar a alguien para ser amado, y ser amado es la sensación más deliciosa y hermosa que uno puede sentir. Alguien que no se enamora no es un ser humano. Y estoy casi segura de que Ethan no es un alien ni nada por el estilo.

     Enciendo la ducha y me coloco debajo de la lluvia artificial que emana de esta, relajándome. Es justo lo que necesitaba, un baño caliente expulsa toda sensación de malestar.

     Sin embargo, puedo estar de acuerdo con Ethan en algo. No enamorarse es lo que estoy planeando ahora. Porque por más hermosa sensación que el amor pueda ofrecer, trae con él mucho dolor y sufrimiento. No puedo entender por qué las personas se someten a tanto daño. El problema con esto es que no es un número pequeño de personas, todas y cada una de las personas del mundo cede al amor de forma voluntaria, como si todo este tema fuera cosa de todos los días. Lo peor es que así es. Y no digo que sea algo malo, en absoluto. Es una sensación linda cuando eres correspondido. Es otro tema cuando te enamoras de un hombre que dice que no se puede enamorar.

     Tomo un par de prendas de vestir de mi armario y salgo de mi habitación, decidida a hacer algo con mi vida. Algo que le demuestre a Ethan que lo que dije la noche anterior es cierto y no eran puras mentiras para guardar lo poco que me quedaba de mi dignidad.

     Entro en la cocina y me encuentro con una visión de mi madre y Noelle que jamás esperé ver. Están riendo. Juntas. Ellas realmente están riendo a carcajadas de algún tema que desconozco, el cual no importa, ellas están juntas y riendo.

     Desde que tengo memoria, mamá ha odiado a todas y cada una de las novias de mi padre. Era obvio que ninguna de ellas les llegaba a los talones, pero aún así ella las odiaba, por el sólo hecho de que mamá aún amaba a mi padre en ese entonces.

     Ellas no notan mi presencia en la inmensa cocina. Continúan riendo y acotando cosas sin sentido, provocando nuevas carcajadas.

    Aclaro mi garganta y me acerco a la cafetera, queriendo saber el tema de tan divertida conversación entre dos personas que deberían odiarse.

     Ellas comienzan a calmarse luego de un rato, luchando por recobrar la compostura de mujeres mayores que cada una tiene a su propio modo.

     —Hola cariño —mi madre habla entre dientes, aún sin poder respirar correctamente.

     —Hola nena —habla Noelle del mismo modo.

     Ambas aún sonríen como idiotas, soltando algunas pequeñas risas debes en cuando luego de compartir unas miradas.

     —¿Puedo saber de qué ríen tan alegremente? —pregunto, vertiendo un poco de café dentro de una taza.

     —De nada —se apresura a hablar mi madre.