Painful Memories (Saga Deep #1)

Capítulo XV

Capítulo 15 ~ Surprise!

Ethan detiene el auto frente a la casa de mi padre. Por lo general, cuando uno va a un lugar, el viaje se hace largo, porque las ansias de llegar allí provocan que este sea infernalmente extenso, y cuando vuelve, el viaje se hace más corto, ya que uno se encuentra cansado o más relajado y no tiene ansias de volver, ya que conoce o ha vivido en el lugar a dónde se dirige. En este caso, la vuelta fue extremadamente larga, porque las ansias de llegar y alejarme de Ethan eran muchísimo más grandes que las que tenía cuando nos dirigíamos al parque.

No digo nada al bajar, así como no dije nada al bajar de la rueda de la fortuna, ni en el camino hasta el auto, ni en el viaje de vuelta hasta aquí. No me tomé la molestia siquiera de mirarlo, preferí imaginar que no estaba ahí.

Camino a paso lento por la gravilla de la entrada del jardín del patio delantero que da a la puerta principal de la casa, acomodando los ideales que deberían volver a guardarse en el baúl. Empezando por mis sentimientos por Ethan, terminando en lo ocurrido en la rueda de la fortuna, aparto todas las locas ideas, todas las estúpidas expectativas que crecieron las últimas horas en mi cabeza, obligándolas a abandonar el presente. Es mi cumpleaños. No pienso arruinarlo por alguien como él.

Sabía que esto pasaría si volvía a sentirme atraída por alguien, pero no pude escuchar. No quise escuchar.

Me siento estúpida, utilizada e ilusionada. Fui una tonta al sentir… eso, lo que sentí, ya saben. Ese cosquilleo en la nuca cuando me susurró felicitaciones; las estúpidas mariposas en el estómago cuando me giré a verlo y lo noté tan cerca; mi respiración entrecortada cuando lo vi acercarse… y luego… ¿y Luego?

¡¿Y LUEGO?!

Y luego un beso.

Sí, sí, un beso.

Pero NO EL BESO que ustedes imaginan cuando les explican esa clase de cosas, no.

Fue un beso… en la mejilla.

¿Qué acaso no tiene… cerebro? ¿Qué clase de idiota hace eso con una chica? ¡¡Con una chica como yo!! De esas que se ruborizan como locas y comienzan a temblar de los nervios. De esas tontas que leen libros y creen en finales felices. De esas estúpidas que creen que todo es posible.

¿Quién tiene un corazón tan frío como para hacerle eso a una chica como yo?

¿QUIÉN?

Presiono mis dedos sobre mis ojos y me aguanto una lágrima que se atreve a amenazarme con caer por mi mejilla. Dios mío, no puedo creer que pude ser tan estúpida como para dejarme llevar por mis ilusiones otra vez.

Estás siendo extremista, Charlie.

Susurra mi subconsciente, su rostro está afligido, pero no estoy para regaños ahora. Además, ¿extremista? Ethan sabía que yo no estaba bien sentimentalmente, es decir, le conté mis problemas con Sharon y Troy, ¿y ahora me hace esto?

Dejo salir un pequeño sollozo pero lo retengo inmediatamente. No lloraré. No volveré a llorar. Esto es lo que me gano por confiar en las demás personas, esto es lo que tenía que evitar aquí para no volver atrás. No volveré a pisar la misma piedra, no volveré a caminar en círculos otra vez. Estoy cansada de eso y lo dejaré ahora.

Abro la puerta principal y me encuentro con la luz de la sala apagada. Frunzo el ceño ante esto, ya que se supone que Noelle y papá estarían aquí para la cena. O al menos eso es lo que creí, ya que hoy es mi cumpleaños, además de que es sábado.

Estiro mi mano sobre la pared hasta la perilla y la enciendo. Doy un brinco hacia atrás y choco con el pecho de Ethan al ver a toda esa gente gritando a todo volumen: “Sorpresa”. Observo cada rostro y sorprendentemente, conozco a la mayoría de las personas que están aquí.