Painful Memories (Saga Deep #1)

Capítulo VI

Capítulo 6 ~ Painful Memories

Una melodía viene desde mi habitación. Camino siguiéndola, sé que es mi teléfono, pero no sé dónde lo dejé. Me guía hasta mi cama, pero no hay nada allí, me agacho y efectivamente está debajo. ¿Cómo llegó ahí? No lo sé, no pregunten. Lo alcanzo y miro el identificador de llamadas. Mi madre. Mierda, olvidé llamarla.

—¿Hola? —murmuro y comienza el griterío.

—¿Dónde has estado? —pregunta, muy enfadada—. ¿Por qué no me has llamado? Dijiste que lo harías, Charlotte. ¿Te imaginas lo preocupada que me has tenido?

—Lo siento, lo olvidé —murmuro.

—¡Tuve que llamar a tu padre porque cierta personita no contestaba su teléfono!

—Sí, no sé cómo llegó a caer debajo de mi cama, por eso no lo encontraba —me excuso.

—Dios, Charlie. Me tenías tan preocupada.

—Lo siento —murmuro, sentándome sobre mi cama con las piernas cruzadas—. ¿Cómo has estado?

—Preocupada —contesta, obvia—. ¿Y tú?

—Bien —río—. Aburrida.

—Cook, voy a preparar algo para cenar, ¿qué quieres…? —Noelle sale de mi armario limpiando una mano con la otra y al verme con el teléfono para de hablar—. Ups, lo siento —ríe estúpidamente—. Estaré abajo —sonríe y sale corriendo de mi habitación.

—¿Quién era? —pregunta mi madre.

—La novia de papá.

—¿Y a ella la dejas llamarte Cook? —pregunta, recelosa.

—Mamá… —me quejo, cansada—. Ella nunca me llama así, no sé que le pasa hoy conmigo. Tuve que ir de compras con ella hoy, no sabes la tortura a la que estuve sometida —suspiro, recostándome en mi cama.

—¿Compras? ¿Y aceptaste?

—Si… —digo, pensándolo bien. No pensé en desistir—. Nunca digo que no a esas cosas, supongo que es importante para ella.

—Nena, debes aprender a decir “No”.

—No es para tanto.

—¿Cómo fue que lo llamaste? ¿Tortura, quizá?

—Mamá… —alargo, por segunda vez—. No te imaginas el armario que tiene Noelle aquí para mí —digo. Cambio de tema, siempre funciona con mamá.

—¿Es muy grande?

—Sí… luego te enviaré una fotografía.

—De acuerdo —ríe ella—. Escucha, Charlie, tengo que irme, ¿de acuerdo?

—Claro —sonrío.

—Adiós, nena.

—Adiós, ma.

—No te olvides de llamarme, ¿de acuerdo? —advierte y yo río.

—No lo haré —digo y ella corta.

Dejo el teléfono sobre la cómoda y camino hasta mi balcón. Un poco de aire fresco me hará bien. Abro la puerta de vidrio, deslizándola hacia la derecha y salgo. Hmm… una deliciosa brisa acaricia mi rostro y mis brazos. Escaneo el lugar, un árbol gigantesco que asoma una de sus ramas sobre el costado derecho del balcón, creo que podría subir a ellas normalmente. Una hermosa vista al patio trasero de la casa, la piscina, y el hermoso pasto verde con muchos árboles. Mierda, es inmenso. Me enamoré del patio trasero. Pero no es mi casa. Suspiro, extraño a mi madre y aunque no quiera admitirlo, extraño a Sharon también. Cuesta acostumbrarse a una vida alejada de ella, pero no tardo en pensar en el idiota de Troy y lo zorra que Sharon fue al acostarse con él en aquella fiesta…