Capítulo 8 Masacre

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Mientras luchaba contra los zombis veo otro forzudo aparecer, termino de matar a los zombis que me rodeaban con un rápido topetazo de mi machete y corro hacia él y le salto encima, veo cuerpos de soldados masacrados a su alrededor, yo lo golpeo en el rostro repetidas veces, este me toma por la camisa y me tira al suelo, luego me toma de nuevo y me da un golpe fuerte en el rostro que me hizo atravesar un edificio cercano. En el interior del edificio cubierto de escombros y adolorido, escucho a esa bestia rugir creyéndose victorioso; no pierdo tiempo y me levanto y voy corriendo a donde estaba ese monstruo. Los helicópteros le disparaban desde los aires, el forzudo bramó enfadado y tomó autos y se los arrojó con precisión formidable, derribó a tres helicópteros que envueltos en llamas cayeron al suelo.

Mientras corría hacia el forzudo más nightmare dogs aparecieron, yo les golpee para alejarlos, corrí más rápido, cogí un auto y se lo aventé encima, para mi suerte fueron aplastados pero no tardaron en aparecer dos forzudos más, yo cansado y furioso arremeto contra ellos, mataba con mi machete a cualquier otro infectado al, los dos forzudos también corrían hacia y al interceptarnos chocamos con tan fuerza que pude sentir como la calle tembló. Yo de inmediato le doy una patada en la cara al primero para apartarlo, el otro que estaba más atrás levanta un auto y me lo arroja, yo ágilmente salto y lo esquivo, el otro se levanta e intenta hundirme con un golpe en una alcantarilla pero yo lo esquivo con un pequeño salto y casi tropiezo, la fuerza del golpe hizo temblar el suelo, tanto soldados como infectados se tambalean y caen al suelo, yo me tambaleo también, me distraigo y un forzudo me toma del torso e intenta aplastarme, yo le doy un golpe en el pecho, me libero y veo a lo lejos que el ejército se retiraba apresuradamente. Los soldados que quedaron rezagados fueron acorralados por decenas de zombis y asesinados brutalmente, al ver esa masacre violenta y cruel me lleno de coraje, rencor y furia inmensa sobre todo ganas de venganza. Todos esos sentimientos malévolos y vengativos me llenaron de energía renovadas y sin más me lanzo al forzudo que tenía más cerca le doy una patada en el estómago con todos mis fuerzas y este atraviesa la pared de otro edificio, una sonrisa malévola se dibujó en mi rostro al ver que sufría lo mismo que yo, otro se me acerca con intenciones de golpearme y me da un golpe yo salto para el aire, y pongo mis pies sobre su nuca y me impulso más arriba con un salto este cae con la cara al suelo, yo aterrizo sobre su espalda y comienzo a patearlo y golpearlo varias veces por todo el cuerpo, y veo que a medida que lo golpeaba le quedaban marcas como quemaduras.

Ese monstruo se levanta de nuevo, yo pierdo el equilibrio y casi caigo pero giré rápidamente y aterrice en el suelo, el forzudo golpea el suelo para desequilibrarme pero salto para evitarlo y cuando aterrizo ese maldito monstruo me tira una roca, y atravieso como tres paredes y me digo enfadado conmigo mismo: No sé por qué me interne en medio de estos edificios en lugar de ir a espacio abierto. Me levanto totalmente cabreado y mi cuerpo se calienta a tal punto que mi ropa se comienza a incinerar, no soportaban tanto calor, yo me quito los andrajos en los que quedó convertido mi uniforme y también los zapatos que se habían carbonizado. Genial__ mascullo__ ahora tengo que luchar contra esos zombis desnudo. Me sentía como un completo estúpido al correr desnudo por las calles, y peor aún de luchar y mancharme el cuerpo desnudo de sangre. Al levantarme noto que más infectados venían por todas partes. Yo totalmente furioso y colérico ante mi situación. El día anterior había iniciado de lo más normal y horas más tarde mi vida se convierte en un completo infierno donde mis amigos, yo y quien sabe cuántas personas más luchaban y mataban por su supervivencia.

Ya furiosos y desesperado saco mi lado más violento y salvaje, y segado por la furia incalculable me lanzo contra los infectados y comencé a masacrarlos ferozmente descargando toda mi furia contra ellos. Tal vez eran personas inocentes afectadas por un misterioso y desconocido virus pero esas bestias habían dejado de ser personas y ahora solo eran monstruos sedientos de sangre.

Antes de que una multitud de infectados me rodearon y se apiñaron a mí alrededor, vi unos tres forzudos que se acercaban desde el frente. Yo apartaba a los zombis con puñetazos y patadas con la mirada fija en mi objetivo principal: los forzudos.

Al acercarme lo suficiente los empujo a los tres sacándolos afuera en la calle donde tendría más espacio para maniobrar. Uno de ellos enfadado me toma y me sacude contra el suelo hasta que hago perfora la calle. Me siguió golpeando hasta que la perforación se convirtió en un agujero que conducía hacia las cloacas y el forzudo me arroja al interior de ese agujero y al caer mi cuerpo chocó contra la sucia y mal oliente agua de alcantarilla, y mi cabeza impactó con el duro y húmedo pavimento y perdí el conocimiento por el fuerte golpe en la cabeza.

Cuando recobro el conocimiento estaba boca arriba, con mi cabeza apoyada en el piso frío y húmedo y mi cuerpo flotando en la apestosa y sombría agua de cloaca. Me levanto tambaleándome y con una fastidiosa jaqueca. Me escurro un poco el agua del cuerpo y me estiro para desperezarme. Todo estaba en penumbra, y un maloliente olor impregnaba el aire a la alcantarilla pero que podía esperar después de todo estaba en una pestilente cloaca.

Encima de mi cabeza había un enorme agujero de donde emanaba una cálida luz, tenía mucha hambre y pensé en comer las golosinas que tenía en mi mochila pero no la veía,  busqué por la cloaca pero después me resigné, debía de haberse perdido o la corriente se la había llevado. Estaba un poco confundido, lo único que recordaba era que luchaba con zombis y forzudos, muchos de ellos a la vez y de pronto sentí un fuerte impacto en la cabeza y todo se sumió en oscuridad pero cuando trataba de recordar más el dolor de cabeza se intensificaba. Doy un salto, atravieso el agujero y aterrizo a un lado en la calle, esta estaba cubierta de cuerpos ensangrentados y mutilados por doquier, entre los muertos se encontraban monster dogs, forzudos, zombis y soldados del ejército nacional, también había tanques hechos pedazos esparcidos por el suelo, y edificios cercanos con grandes agujeros y fracturas. ¿Qué pasó aquí?__ me digo perplejo ante lo que veía, debió de haber sido una sangrienta masacre; en eso momento tuve ganas de vomitar pero lo impido y me trago el vómito de nuevo pues no podía perder el poco alimento que tenía en el estómago, y también teniendo en cuenta que las golosinas estaban estropeadas por el agua. Me quedó un sabor acre en la boca. Luego decidí tirar también la mochila pues también estaba rota y derruida y conservo el mazo. Estaba cansado, hambriento y malhumorado así que me senté un momento en el suelo para descansar un poco antes de seguir mi recorrido, rodeado por centenares de cuerpos ensangrentados y aniquilados, y el olor putrefacto y rancio a descomposición estaba presente en el aire. Estuve sentado unos minutos en silencio, me sentía agotado y sin energía pero sabía que tenía que encontrar a Mónica, a mamá, a papá y volver con mis amigos esos buenos pensamientos me llenaban de fuerzas y esperanza renovadas, al cabo se me ocurrió que podría ir al centro comercial a abastecerme con comida, provisiones y una nueva mochila para almacenar las cosas. Me levanto y en ese momento noto que estaba completamente desnudo, estaba tan cansado y absorto en mis pensamientos que no me había percatado de que estaba desnudo__ y por supuesto algo de ropa añadí un poco avergonzado de estar desnudo. Al avanzar despojé de sus armas a unos cuantos soldados recolecté una escopeta táctica, un rifle de asalto y una pistola Desert Eagle, y unas cuantas granadas las introduzco en una mochila ensangrentada y rasgada que tenía uno de los cuerpos. Luego continúe mi camino aún faltaba mucho por hacer, y mi propósito de encontrar a mi familia me daba fuerzas para continuar a pesar de que estaba al borde de colapsar por el cansancio y el hambre.

No quería encontrarme con más zombis ya que eso sólo me retrasaría y ya había perdido mucho tiempo en la masacre de ayer, luego de pensar un poco decidí encararme en un edificios y saltar sobre ellos hasta llegar al centro que estaba a unas calles ya que estaban muy juntos entre sí y en su mayoría no superaban los tres pisos de altura, salto y me aferro al que tenía a mi derecha, continuo escalando hasta llegar a la cima y salto al siguiente y así sucesivamente. El viento en mi rostro, los rayos del sol matutino en mi rostro, y la excitación que me provocaba saltar los edificios me hicieron sentir mejor y con más vivacidad. Mientras avanzaba saltando, noté que no había muchos zombis alrededor, parecía como si estuvieran descansando y continuo aproximándome, cuando salté al edificio que estaba al frente del centro comercial salto hacia abajo doblé mis rodillas para absorber el impacto y no hacer tanto ruido. Al levantarme veo un grupo de cuatro monster dogs yo inmediatamente me preparo para atacar pero ellos parecen cansados y me ignoran y sólo me gruñían y ladraban desganadamente, yo asombrado me acerqué cuidadosamente a la entrada y con una patada despedacé la puerta de vidrios, retrocedí unos pasos hacia atrás para no lastimarme con los trozos de vidrio considerando que estaba desnudo tenía todo mi cuerpo expuesto, y luego entro al centro comercial sin problemas.


Erase una vez un apocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora