Eran 8, seis hembras y dos machos, que corrían, podía ver en sus ojos su deseo ardiente sangre, mire brevemente al cielo el sol se estaba poniendo, con todo lo que vivimos durante el día no reparé en la hora y solo hasta ese momento noté que estaba oscureciendo; las demás monstruosidades no tardarían en salir.
Jessica y yo dejamos de disparar, acordamos que no los atacaríamos por el momento, en otra situación no hubiéramos dudado en dispararles pero en esa ocasión podrían ser una posible ayuda para deshacernos de los soldados sin gastar muchas balas. Los forzudos golpeaban, volcaban y aplastaban a los tanques enemigos, claro que también los soldados los repelían disparándoles con misiles que atravesaban a los forzudos y les hacían enormes agujeros de donde manaba una viscosa sangre verdosa.
El tanque del comandante que iba a la cabeza aceleró y arrojó una granada hacia atrás, era una granada de luz que estalló con un cegador rayo de luz que nos cegó a todos, los forzudos emitieron unos desgarradores gritos, debía de lastimarles el exceso de luz tanto como sus gritos lastimaron nuestros oídos, a pesar de que nos tapas los oídos con las manos quedamos un poco aturdidos después de que dejaron de gritar.
Nuestro tanque estaba veinte metros más adelante que el del comandante, luego el tanque que él operaba hizo una habilidosa estratagema, arrojó una granada de humo al frente de nosotros, todo a nuestro alrededor se oscureció envuelto en una sofocante nube de humo, Jess y yo tosimos cuando el humo ingresó en nuestros pulmones. E tanque zigzagueó por unos momentos a que la espesa nube de humo no le dejaba ver muy bien a Kitty sin embargo logró mantenerlo estable. Cuando el humo se disipó el tanque del comandante estaba tan solo a escasos metros de nosotros, dos soldados que operaban sus torretas aniquilaron a los dos forzudos que quedaban. El comandante esbozó una sonrisa de satisfacción ¡Nos tenía en sus manos!
A nosotros ya casi no nos quedaban municiones, y para empeorar las cosas centenares de infectados, nightmare dogs y flyers emergieron de las callejuelas. Las calles se minaron de infectados y nigthmare dogs, cuyos movimientos torpes y trémulos ocultaban la ferocidad con la que deseaban derramar sangre y los flyers de piel rojiza y purulenta invadieron el cielo. El tanque enemigo disparaba granadas ligeras y misiles que mataba a las criaturas.
Nosotros también matábamos a las que se atravesaban en nuestro camino. Los más difíciles y molestos eran los flyers que se atravesaban en frente nos envestían. Uno de ellos me hizo un rasguño en la nuca con la garra de su pie. Por un momento la preocupación de la tripulación de ambos tanques fue la de exterminar a los infectados que eran una amenaza inmediata. Algunos infectados más osados saltaban hasta donde nos encontrábamos y había que patearlos para que cayeran de nuevo al suelo.
No importaba cuantos matáramos siempre aparecían más, salían de todos lados. Así continuamos matando infectados a diestra y siniestra. Anochecía poco a poco y si la persecución se dilataba más hasta que anocheciera completamente muchos más infectados saldrían de todos sus escondrijos para atacarnos, lo único positivo era que no aparecieron más forzudos ni aparecerían; después de varios día de observación me di cuenta de que ellos eran diurnos, era muy extraño ver a uno en las noches y en ese caso eran prácticamente inofensivos, están como adormilados durante la noche, al parecer descansan en la noche como los humanos.
Por un breve instante que pareció eterno deseé que se desatara mi furia, entrar en ese estado salvaje sanguinario para matarlos a todos, infectados rusos; pero deseché la idea de inmediato, tenía tiempo sí que eso sucediera y si entrara en ese estado mi mente se vería nublada por la furia y podría cometer cosas de las que me arrepentiría después, quizás englobaría a mis amigos en esa vorágine de destrucción. No quiero ni pensarlo.
Pasó como media hora, ingresamos en una urbanización durante nuestro avance, donde no había infectados a la vista. Pensé aliviado que ya no faltaba mucho para terminar ese martirio, y a pesar de no nos quedaban más municiones solo sería cuestión de perder de vista al tanque del enemigo y escapar. Pero canté victoria muy pronto.
El tanque enemigo nos seguía a la saga, Kitty aceleró infructuosamente pues no sirvió de nada, llegamos al final de la urbanización, una calle que finalizaba en un enorme muro de ladrillos. "Game Over" pensé resignado. Ya no teníamos municiones, el tanque estaba abollado y maltratado por tantos golpes e impactos, no creí que resistiría mucho. Las torretas del tanque enemigo fueron cargadas con enormes misiles. Era el fin, los chicos posiblemente morirían si disparaba, yo quizá sobreviviría y ellos me atraparían y me pondrían a trabajar a su servicio. ¿Y de qué me sirvió luchar con uñas y dientes? El comandante seguía semi expuesto, me miraba como expectante, como si esperara que dijera algo, desde donde estaba podía ver una leve sonrisa triunfante asomar por sus labios.
En ese momento consideré en rendirme y entregarme, yo a cambio de la vida de mis amigos. Me entregaría voluntariamente y así al menos los dejarían vivir.
__ ¿Qué esperas Bates?__ preguntó el comandante a través de un megáfono, con ese acento que me desagradaba tanto__ Ríndete, ya todo terminó, yo gané como era de esperarse. Si te entregas no le va a pasar nada a tus amiguitos.
En el poco tiempo que llevo conociéndolo me he dado cuenta de que el comandante era un hombre decidido, arriesgado al que no le importaba llegar hasta las últimas consecuencias para conseguir lo que quiere. Resistió a nuestro ataque, al ataque de los infectados y era el único tanque que quedó de los otros cinco que le acompañaban. Recordé su amenaza "Te perseguiré cuésteme lo que me cueste hasta el fin del mundo si es posible, te atraparé y haré de tu vida un infierno."
Estaba resignado, no quería que mis amigos murieran por mi culpa. Abrí la boca para responderle y decirle que me rendía cuando algo insólito sucedió. Algo que no esperaba en absoluto.
Disculpen por todo el retraso.Mil disculpas. Les explico o que pasó: Primero no tuve internet por alrededor de siete meses y segundo cuando logramos arreglar el problema del internet mi computadora tuvo un percance. Pero ya solucioné lo de mi computadora y comenzaré a subir de nuevo regularmente, todos los miércoles como siempre. Espero que comenten y voten
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Erase una vez un apocalipsis
AcciónEn varios países de sur América y parte de Europa aparece un virus que convierta a las personas en criaturas salvajes y caníbales como zombis en cuestión de horas. El primer país en instalarse es Argentina donde gran parte de la población a sido inf...