Capítulo 21 Lucha con robots

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 Los robots eran como unos Iron men realistas, con forma humana, de color azul acero, turbinas en las muñecas y en los tobillos con las que se impulsaban y el lente de sus visores eran de color rojo al igual que un círculo en su pecho que emitía una luz roja intensa. Dos de ellos tenían espadas rojas que salían de sus manos, otro tenía en sus manos una bazuca de proyectiles (ese debió haber sido el que nos atacó) y el último sobresalían de sus manos metralletas. Me había encontrado con infectados de todas clases y creí haberlo visto todo pero estos robots son el colmo. No cabe duda que cuando hay caos todas las monstruosidades y rarezas que hay en el mundo salen a la luz.

__ Escaneando la zona en busca del virus C .A__ pitaba el robot de la bazuca__ analizando individuos.

Volteo y veo a mis amigos parándose a duras penas de entre los escombros.

__ Váyanse__ les grité. Ellos se incorporaron y sin oponerse se fueron corriendo hacia donde estaba la furgoneta. Menos mal me hicieron caso, ahora sí podía destruir a esos pedazos de hojalata sin preocuparme.

El de la bazuca posó el lente de su visor sobre mí vi que la pantalla pasó de roja a verde y escuché que dijo: Objetivo localizado.

De inmediato el robot de la bazuca se lanza sobre mí a una velocidad excepcional, fue tan rápido que no me dio tiempo de reaccionar, me agarra con sus brazos mecánicos por la cintura con firmeza y me eleva por los aires, pero no me agarró los brazos, aproveché ese error para golpearle con mi puño cerrado con todas mis fuerzas en la cabeza oí su crujir cuando la aplasté con mi puño, el robot se desequilibra y caemos en descenso hacia el suelo, mientras caíamos arrojó otro misil que me rozó muy cerca pero lo esquivé. Menos mal no estábamos a muchos metros del suelo, aterrizamos aparatosamente en el cráter, el robot aun me tenía agarrado por la cintura pero sus brazos se aflojaron al aterrizar, trató de agarrarme varias veces, forcejeamos, logré soltarme y rápidamente empecé a aplastarle la cabeza y el pecho con una roca grande que encontré. Este emitió un último pitido y luego se apagó por completo quedando inmóvil. Fue más fácil de lo que creí.

Me incorporó, salto del cráter y me centro con los otros tres robots, el de las metralletas comienza a dispararme, yo corro lo más rápido que puedo tratando de ignorar el dolor en mi pantorrilla, mientras él me disparaba. De pronto los disparos se detuvieron y por un breve instante pensé que estaba a salvo, miro a mis lados, los robots con espadas con sus armas apuntadas se acercaban sobrevolando el suelo hacia mí, uno por la izquierda y el otro por la derecha; cuando estuvieron lo suficientemente cerca salté, planeaba que se atravesaran mutuamente con sus espadas, pero calculé mal, fui muy lento al saltar y una de las espadas me rozó en la pantorrilla, sentí un dolor punzante cuando se desgarró mi piel.

Aunque no salió del todo mal, uno atravesó al otro en el pecho, este tiritó y luego la pantalla de su visor pasó de rojo a negro y se quedó inmóvil. Yo corrí para alejarme, aprovechando que el otro estaba tratando de zafarse del que había atravesado, me encontré de frente con el de la metralleta, se aproximó hacia mí y trató de agarrarme, yo lo esquivaba y de vez en cuando cruzábamos algunos golpes, golpear su cuerpo metálico me hacía doler la mano; en eso aparece el otro robot de las espadas y se me acerca por detrás.

Saltó sobre el robot de la metralleta y me puse sobre su espalda, lo agarré por las muñecas, apunté al robot que se acercaba y disparé, le disparé por todas partes hasta que quedó como una coladora, luego le arranqué le ametralladora al robot en el que estaba montado y lo golpee con fuerza tres veces en la cabeza. Caímos al suelo, este me golpeó un par de veces mientras forcejábamos en el suelo, después le terminé de aplastar la cabeza con los pies. Escudriñé el cielo para asegurarme de que no hubiera más robots. Esos robots me parecían ineptos por ser tan blandengues, o parecer serlo pero después de analizar la situación me di cuenta de que su intención no era matarme sino atraparme por alguna razón.

Le quité las dos metralletas al robot, una estaba un poco dañada pero aun servía y todavía le quedaban balas suficientes, le arranqué las espadas a los dos robots que las portaban, al menos hubo algo bueno en su aparición ya que pude conseguir armas, tal vez no eran mucho pero nos serán útiles.

Miré a mí alrededor pero no vi a los chicos por ningún lado.

__ ¿A dónde se fueron?¿Será que los espanté?__ dije pensando en voz alta.

De pronto veo la furgoneta que se acerca rápido, derrapa y queda frente a mí la ventana del conductor desde donde Jake me grita:

__ Sube de una vez.

La señora Lucía abre la puerta y yo entro de inmediato, le entrego las armas para acomodarme en uno de los asientos y ella las pone atrás. En lo que me monto Jake aceleró y nos alejamos lo más rápido que pudimos de ese lugar. Saludé a la señora Lucía y luego dije a mis amigos:

___ ¿Ahora si se fueron verdad? Cuando aparecieron esas copias baratas de Iron man se fueron de inmediato pero cuando pelee con los perros no se movieron ni un centímetro.

__ Cálmate chabón que son cosas diferentes__ objetó Jake entre risas__ Los perros no nos lanzaron un proyectil como esas cosas.

__Además tú fuiste el de la idea de venir, ___ secundo Jessica__ Nathan tus planes son una mierda, recuérdame nunca jamás seguir otro plan tuyo.

__ Bueno eso sí__ admití, definitivamente hacer planes no era mi fuerte__ Recuérdame lo mismo, que haría sin vos Jake, sin todos ustedes__ dije mirando a los chicos.

__ Nosotros también te queremos Nate__ dijo Jessica desordenando mi cabello en juego con sus manos.

__ Pero al menos conseguí unas cuantas armas.__ comenté.

__Al fin hiciste algo bien__ responde Jess sonriendo de medio lado.

Aunque me jodieran, bromearan y a veces me sacaran de quicio ellos eran mis amigos, lo único que me quedaba. Jake es mi mejor amigo desde segundo grado, Jessica y Kitty desde el tercer grado y desde que nos volvimos amigos somos inseparables.

__ Es la última vez que seguimos un plan tuyo__ dice Kitty y todos reímos.

__ Oye cambiando de tema ¿qué demonios eran esas cosas?__ interrogó Jake.

__ Ni yo mismo estoy seguro de qué son en realidad. Después les cuento vamos a la estación de policía.

Erase una vez un apocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora