Capitulo 9 En el centro comercial

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         Ya adentro del centro comercial, avanzo hacia el frente, parecía desierto, a pesar de ser de día, y que había suficiente luz brillante de la mañana el centro estaba oscuro y en penumbra. Mi vista también se había desarrollado, lo había descubierto en la noche anterior cuando pelee con los zombis que podía ver perfectamente en la noche así que no tuve problema de manejarme en el centro. Entro en una tienda de camping donde había variedad de objetos que necesitaría para subsistir en las calles. Lo primero que hice fue tomar unas cuantas prendas de ropa, agarré una camiseta roja manga larga, unas bermudas y botas para caminar al aire libre y guardo otras cuantas prendas de ropa por si acaso vuelvo a quemar o destruir mi ropa de nuevo. Ya estaba incómodo y avergonzado de caminar desnudo a todas partes. Luego de vestirme, examino las mochilas para escoger una que se adaptara a mis actuales necesidades por lo que necesitaba una mochila grande para almacenar diversas cosas por ello escogí una espaciosa mochila de acampar. Tomé linternas, pilas, dos bolsas de acampar, navajas multiusos, botiquín de primeros auxilios y otras cosas, y las guardo junto con las armas que tomé de los cuerpos de los soldados muertos. Tal vez yo no necesitaría todas esas cosas y pero si iba a buscar a mis padres y a Mónica debía estar preparado para atenderlos pues no sabía en qué estado los encontraría.

Después de tomar lo que necesitaba entro en una tienda de golosinas que estaba como a 10 metros de donde me encontraba. Introduzco las suficientes golosinas dejando espacio para otras cosas, acomoda la escopeta y la ametralladora en un costado del morral de pronto escucho un sonido, de inmediato saco la pistola y municiones y punto la pistola, me adelanté lentamente y con cuidado, a medida que me acerco escucho una respiración pausada y escalofriante que parecía provenir de mis espaldas, volteo y apunto pero no veo nada; miro hacia arriba y distingo algo colgando en el techo, no discernía bien que eran eso que colgaba, estaba muy alto y oscuro allí arriba de pronto algo desciende y me cae encima, yo los aparto con un golpe, corro hacia afuera de la tienda, al salir veo un claro de luz en el centro que provenía del techo, me ubico ahí para distinguir mejor que era esa cosa que me atacó, casi de inmediato me atacó otra vez por la espalda pero yo lo esquivo y lo miro, era un ser abominable y horripilante, no tenían ojos, tenían dientes afilados y puntiagudos como navajas, garras enormes y piel de color rojo pálido.

Yo asqueado por su aspecto digo: Maldito virus y sus creaturas del demonio y les apunto con el arma y le disparo pero esquiva los disparos con movimientos tan rápidos que no lo vi moverse y con la misma rapidez y salta sobre mí, caí al suelo, yo lo golpeo en el estómago y este se alejó unos pasos, me levanto y lo patee con fuerza y ese monstruo sale despedido por los aires y rompe los cristales de una tienda al caer, cuando calló saqué mi pistola de nuevo y disparo hacia él pero el zombi esquivaba las balas a una velocidad formidable, salta de un lado a otro y me golpea con su zarpa derecha pero no logra rasgar mi piel, yo antes de que pudiera reaccionar este me patea en el pecho y me hace caer, luego se me abalanza y se montó en mi pecho y sin más me muerde el cuello, yo me movía frenéticamente tratando de zafarme de su poderos mordida, pero era muy fuerte. Sentía un dolor punzante y agudo en el cuello por la mordida de ese zombi, yo con todas mis fuerzas lo aparto de mí, lo tomo por el cuello y golpeo su cabeza en el suelo y le rompo el cráneo. Me limpio la sangre de las manos y de súbito un recuerdo repentino invade mi mente acompañado de un intenso dolor de cabeza.

Era perseguido por dos monstruos y luego quedé rodeado por esas cosas pero luego la imagen se distorsiona y todo se vuelve borroso y no pude recordar más. Sacudí mi cabeza y un escalofrío me hizo estremecerme, apenas hacía tres días que ese horrible infierno había iniciado por ese virus y ya me estaba volviendo. Me olvido de eso, y camino y me dirijo a una tienda de ropa ubicada en una esquina porque había olvidado recoger ropa para mis amigos. Al entrar había dos infectados, de inmediato recargo la pistolas y les disparo en la frente antes de que actuaran y cayeron fulminados al suelo. Al estar fuera de peligro, escojo algunas prendas para Jake y otras femeninas para las chicas. Luego ya que estaba un poco aburrido camino y reviso la tienda, veo una puerta que decía "Oficina del gerente. Sólo empleado y personal calificados" y yo digo riendo: Que putas, ahora puedo entrar donde se me dé la gana. Y entro en la oficina, era pequeña y decorada austera y reservadamente. En el escritorio había, unos papeles y otros objetos, una botella de whisky a medias, una caja de cigarrillos y un encendedor. Yo los miré de reojo y recordé que a mamá no le gustaba que papá fumara o bebiera en exceso frente a nosotros porque era un mal ejemplo y temía que intentáramos fumar o beber alcohol por curiosidad.

Erase una vez un apocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora