Al entrar todos en el interior del tanque, los dos soldados del interior nos atacaron. Eran tan fuertes y sincronizados como los otros, yo peleaba con ellos desesperados por tomar el tanque de una vez y largarnos. Kitty les disparó a los dos con la ametralladora a la que le quedaban tres balas, y ellos cayeron inertes no teníamos tiempo de arrojar sus cuerpos fuera; así que solo los arrastramos hacia un lugar apartado de la cabina.
Cerramos la escotilla, ya teníamos el vehículo bajo nuestro dominio pero había dos problemas: el primero: ninguno sabía cómo conducir un tanque y el segundo: Jake y la señora Lucía habían sido alcanzados por una bala cada uno, Jake en la pantorrilla y Lucía en el brazo. Eran heridas superficiales pero sin duda podían tornarse peligrosas si se infectadas por no ser tratadas a tiempo. Cuando les pregunté a ambos si no querían ser atendidos ellos respondieron que lo más importante era arrancar el tanque y escapar.
__ ¡Ahora que haremos¡ __ exclamó Jessica nerviosa__ ¿cómo nos iremos si nadie sabe conducir el tanque?
__ Maldita sea__ farfulló Jake furioso, apretándose la herida de la pantorrilla con ambas manos. Sé que no maldecía solo por su herida, estaba casi seguro de que quizá pensara que era el culpable, él había ideado el plan que hasta el momento había resultado bien pero se le olvido ese pequeño pero importante detalle; pero en realidad a todos se nos pasó
__ Tranquilos, yo sé cómo conducir__ dijo Kitty con serenidad. Era la única que no se había alterado, primero pensamos que era una broma de mal gusto pero se veía muy seria y decidida.
No había tiempo para discutir, si nos apresurábamos los rusos nos atacarían y rodearían antes de que pudieras avanzar.
Kitty se sentó en el asiento del conductor, lo encendió y casi de inmediato puso en marcha el vehículo blindado. Todos nos quedamos asombrados, no teníamos ni idea de que Kitty supiera manejar tanques y más intrigante aún ¿Dónde o cuando había aprendido? Ya habría tiempo para explicaciones mas adelante.
Yo miré por el periscopio, unos cuantos soldados que pugnaban por abrir la escotilla e ingresar al tanque cayeron al suelo aparatosamente a los costados del vehículo cuando este avanzó, casi atropellamos a otros soldados que estaban en medio de la calle pero ellos se apartaron, el comandante veía el tanque mientras nos alejábamos con mirada pétrea y el rostro adusto. Era como si atravesara el tanque con su mirada, vi como gritaba órdenes a diestra y siniestra y como se le teñía el rostro de un rojo intenso. Estaba furioso.
Ese tipo era escalofriante. Algo me decía que no se rendiría hasta atraparme. Los francotiradores dejaron de dispararnos supongo que sabían que era inútil. Dentro del tanque no se escuchaba ni el más mínimo ruido del exterior.
Una vez que avanzamos los primeros veinte metros y perdimos de vista a los soldados, Jessica y yo comenzamos a atender a los heridos con las cosas de primeros auxilios que estaban en la única mochila que nos quedaba, "Gracias al cielo no la perdimos. Era muy útil en esa situación", yo limpiaba la herida del brazo de Lucìa con un algodón impregnado en alcohol y Jessica limpiaba la de Jake, estaba muy concentrada en su labor y miraba a Jake afablemente. Parece que ya no estaban enojados, creo que lo que sucedió hizo ver a Jessica que si las balas hubieran penetrado en lugares más susceptibles, tal vez Jake y la señora Lucía estarían muertos y que él hubiera muerto peleado con ella.
En una situación como esa, los amigos eran el pilar de la existencia, aquel apoyo que te ayudaba a no sucumbir a la desesperación y la mano amiga que te ayudaba a levantarte cuando caes, aquellos con los que compartes el mismo deseo de sobrevivir; pues al fin y al cabo era lo único que hacíamos desde que el infierno inició: tratar de sobrevivir a toda costa. Por último agregamos jabón yodado a las heridas y las vendamos con gaza, dejamos a los heridos en el suelo, recostados de la pared apoyando cómodamente sus miembros heridos y con órdenes de moverse lo menos posible.
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Erase una vez un apocalipsis
ActionEn varios países de sur América y parte de Europa aparece un virus que convierta a las personas en criaturas salvajes y caníbales como zombis en cuestión de horas. El primer país en instalarse es Argentina donde gran parte de la población a sido inf...