Un grupo de 8 personas apareció repentinamente de una casa a la izquierda del muro y nos rodearon. Estaban vestidos con jeans, gorras y poleras negros, no se veían sus rostros por las gorras que cubrían sus cabezas, portaban ametralladoras y mochilas en la espalda. De inmediato comenzaron a dispararle al tanque, creía que las balas no le harían gran cosa al vehículo blindado, pero estas al impactar hicieron enormes agujeros en el blindaje. Uno de ellos que estaba en el flanco derecho del grupo, disparó en la frente a los dos soldados que operaban las torretas ambos cayeron inertes al suelo. El tanque enemigo se alejó unos metros y disparó un proyectil, ellos saltaron y esquivaron el proyectil que hizo un agujero humeante y profundo en la calle, y siguieron disparando.
Mientras ellos atacaban al tanque del comandante, Jessica y yo ingresamos de nuevo al tanque ayudar a Jake y a Lucía a salir del tanque, Kitty sacó la mochila y las espadas que aun conservábamos. Nos ubicamos lo más rápido que pudimos en el jardín de la casa por donde salieron los sujetos vestidos de negro.
__ ¿Quién diablos son esos?__ preguntó Jake, en cuanto nos agazapamos en el pórtico de la casa.
__ ¿A caso importa?__ contestó Jessica que miraba la escena con admiración__ Nos salvaron de una muerte segura, luego les preguntaremos quienes son.
Debían ser una banda de insurgentes tratando de sobrevivir al igual que nosotros, aunque mucho más organizada y con más recursos obviamente. Quizá iban pasando, nos vieron en apuros y decidieron ayudarnos; aun así era raro que de buenas a primeras quisieran ayudarnos, en esa situación no todos se compadecían y eran tan colaboradores con cualquiera. Algo se traían.
Me preguntaba qué tipo de balas utilizaban esas metralletas, debían de ser de un material muy duro y resistente como para hacer mella en un tanque blindado como ese.
Eran muy organizados y al igual que los soldados rusos a los que me enfrenté en un principio sus movimientos eran sincronizados. Seguían disparando contra el tanque que estaba hecho una coladora de tantos huecos que tenía, el comandante ya no estaba semi expuesto, se había ocultado en el interior de su tanque. Arrojaron unos cuantos proyectiles que ellos esquivaron con facilidad, de sus mochilas extrajeron granadas que arrojaron todos a la vez, al fin el tanque retrocedió y se alejó. "El comandante huyó con el rabo entre las piernas"__ pensé entre aliviado y triunfante aunque la victoria no haya sido completamente mía.
La aparición de esos tipos fue una ayuda extra con la que no contábamos, el tanque enemigo se había ido pero volverían, el comandante no se rendiría hasta cumplir su amenaza.
Luego de ahuyentar al comandante el grupo se acercó a nosotros, a paso ligero y apresurado, no parecían recelosos más bien estaban confiados. Al verlos de cerca noté que estaba compuesto por cinco mujeres altas y tres hombres. El que estaba en el medio que parecía ser el líder se acercó unos pasos y se quitó la gorra. Era un hombre no muy alto, delgado pero musculoso, lucía demacrado, tenía el cabello negro un poco largo y una barba crecida de días, miraba a Jake con interés. Su rostro se me hacía familiar pero no sabía de dónde.
A Jake se le iluminó el rostro al verlo, sin importarle el disparo que tenía en la pierna saltó a abrazar a nuestro extraño salvador, este no se resistió y le correspondió. Nosotros nos sorprendimos al ver esa escena, aunque los chicos del otro grupo no parecían extrañados en absoluto, esbozaron grandes sonrisas al verlos abrazarse ¿Quién podría ser como para que Jake lo tratara tan afectuosamente?
Se deshicieron del abrazo, ambos tenían enormes sonrisas exultantes, de las mejillas del hombre rodaban lágrimas.
__ ¿Acaso no lo reconocen?__ preguntó Jake eufórico__ Es mi papá.
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Erase una vez un apocalipsis
AksiEn varios países de sur América y parte de Europa aparece un virus que convierta a las personas en criaturas salvajes y caníbales como zombis en cuestión de horas. El primer país en instalarse es Argentina donde gran parte de la población a sido inf...