Al día siguiente, Brooke llegó tarde a la escuela, había tenido pesadillas con los horribles recuerdos de su pasado.
Caminando por los pasillos, muchas miradas se toparon en ella junto a murmullos y risas. Vio una multitud cerca de un folleto, por curiosidad se acercó, topándose con su peor pesadilla.
Era un afiche en el que había una foto reciente de ella y otra de hace unos años. Además, había un título en grande que decía: "Gallina Gorda ha vuelto". Notó como el mismo papel estaba pegado por toda la escuela.
Intentaba ir sacándolos de la pared, pero sabía que ya toda la escuela se había dado cuenta sobre quien era ella realmente.
Entre lágrimas corría de un folleto a otro, arrugándolos rápidamente, cuando un grupo de chicos se acerca, en el cual Astrid lideraba.
—Miren, pero si la gallina gorda no está tan gorda —dijo un chico entre la multitud.
Estaban rodeando a Brooke contra la pared, el corazón de la chica latía a una rapidez que desconocía. Cada punta de su cuerpo estaba invadido de miedo y vergüenza.
—¡Gallina Gorda! —gritó una chica despertándola de golpe.
Se encontraba paralizada mirando los rostros crueles de los presentes. De pronto recordó que ellos no eran más que unos simples estudiantes, como ella.
«Debo ser valiente» pensó «No voy a hacer todo esto en vano»
Respiró hondo, tragando una gran cantidad de aire por sus pulmones. Apretó los puños, sintiendo como sus uñas se clavaban en la palma de su mano. A paso firme se acercó a Astrid, que no dejaba de insultarla.
—Cierra la boca —murmuró Brooke frente a frente.
—No tienes poder sobre mi gallina gorda —volvió a insultarla la castaña.
La rubia dirigió su puño a toda velocidad sobre la cara de Astrid. Fue tanta la fuerza del golpe, que todo su cuerpo cayó de espalda al suelo. Brooke miró sus nudillos doloridos entre el intenso silencio de la multitud.
La castaña todavía se encontraba sentada en el suelo, tocando su nariz junto a un río de sangre. Cayeron lágrimas de sus ojos, pero se las limpió rápidamente.
—Perra —gritó Astrid. Esta se levantó furiosa y se abalanzó sobre ella tirándole el cabello.
La multitud solo gritaba repetitivamente: "¡Pelea de chicas!" Atrayendo a más espectadores.
Ambas se encontraban dando vueltas en el suelo, tiroteando de sus melenas. Astrid, tomó a Brooke del pelo y la empujó a los casilleros. Esta se paró, repitiendo lo mismo.
En un descuido, la castaña resbaló al piso, fue entonces que Brooke comenzó a patear el cuerpo débil de la chica, desquitándose.
—¡Brooke detente! —exclamó Darren interrumpiendo el entretenimiento. Tomó a la chica entre sus brazos, pero ella se movía furiosa.
—¡Suéltame! ¡Se lo merece! —gritaba una y otra vez.
Chloe y Juliette aparecieron entre la gente para ayudar a Astrid, estaba llorando mientras su nariz sangraba.
—¿Qué está pasando aquí? —preguntó el director.
Todos se quedaron en silencio, solo se podía escuchar a la castaña que lagrimaba en silencio.
—Señorita Adams, venga a mi oficina por favor —dijo el hombre retirándose.
Ya sentada frente al despacho del director Huygens, Brooke jugaba con sus dedos temerosa.
—¿Ya me va a explicar lo que sucedió? —preguntó el hombre— ¿O el gato le comió la lengua?
—Bueno... —tragó fuertemente saliva— la cosa es que Astrid, llevaba bastante tiempo molestándome.
Sacó uno de los folletos arrugados que traía en sus bolsillos, lo extendió y lentamente se lo entregó.
—¿Ella lo hizo? —cuestionó rascándose la barbilla. La rubia asintió con la cabeza— ¿Y esta eres tú? —la chica repitió su acción.
—Fue entonces, cuando me rodeó con una multitud de gente. Todos me insultaban, pero yo me armé de valentía y...
—¿La golpeaste?
—Si —su voz se hizo un hilo, estaba apunto de llorar. La culpa la invadía de a poco— ¡Lo lamento! ¡No me expulse! Ya sé que me advirtió la última vez, pero no soy mala, ¡Lo juro!
—Señorita, voy a pedirle que se calme —le entregó una caja de pañuelos desechables— primero debo escuchar el otro lado de la historia, por ahora la dejaré suspendida.
Comenzaron a caerle lágrimas a Brooke, había ido muy lejos con la venganza hacia Astrid.
—Espere aquí, llamaré a sus padres.
[...]
Brooke caminó hacia su casillero a buscar su mochila, allí se encontró a Derek. El chico se veía asustado y a la vez preocupado.
—¿Qué haces aquí? ¿Sucedió algo? —interrogó la chica.
—¿Teddy está bien? —preguntó mirando hacia todos los lados, se veía algo paranoico.
—Si... ¿te sucede algo?
—Necesito un favor... —se acercó al oído de Brooke— tengo que robar el teléfono de Astrid.
Aquel pequeño susurro, hizo estremecer a la rubia. ¿Para qué lo necesitaba?
—Explícate —demandó la chica.
—Bien, hace unas semanas le pedí ayuda a Darren a que eliminara un video mío de la computadora de Astrid, pero ha vuelto a amenazarme con ello, porque tiene una copia en su móvil —dijo en voz baja.
—¿Qué video?
—Es confidencial, ahora, ¿Me ayudarás? —preguntó poniendo sus ojos como un cachorro.
Brooke asintió rendida, se veía desesperado, además de que tomaría la oportunidad para borrar todo video que tuviese en su móvil.
—¿Tienes alguna idea? —preguntó la rubia rascándose la nuca.
—Supongo que puedes distraerla y yo lo tomo —dijo encogiéndose de hombros.
—Vale, ve a mi casa a las ocho y toca mi ventana. Ahí planearemos todo.
—¿Y por qué no por chat?
—Estoy castigada —agregó Brooke colgándose la mochila al hombro— me quitaron el móvil.
—Entonces te veo a las ocho.
La chica se despidió con un beso en la mejilla, mientras salía de la escuela hacia el auto de sus padres, se preguntaba con curiosidad: ¿De qué trataba el video de Derek?
Se abrochó el cinturón de seguridad, ya en el asiento de copiloto y escuchaba el mismo sermón varias veces por parte de su madre.
N/A: ya se terminó el maratón
PREGUNTA: ¿De qué creen que es el video de Derek?
—Fafo
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Mis mejores amigos gays
Teen FictionCuatro chicos y una chica, pero no es un pentágono amoroso. Es un grupo lleno de amistad. Conoce a Brooke una chica solitaria que tiene la suerte de conocer a estos cuatro sensuales, divertidos y homosexuales. Juntos vivirán la vida a lo loco, mient...