Mis mejores amigos gays

[37] Dos revelaciones

Después de los acontecimientos ocurridos el otro día, Brooke estuvo encerrada dos días en su habitación estudiando debido a una suspensión.

Mientras tanto, toda la escuela temblaba al ser la rubia nombrada. Los chicos parecían preocupados por esto.

—Debemos hacer algo o será el "reinado del terror" —dijo Teddy rascándose la nuca.

—Si... —contestó Darren mirando la pantalla de su móvil, se veía muy distraído últimamente.

—¿Te pasa algo? —preguntó.

—¿Yo? Eh, la cosa es que... —hizo una pausa— se acercan las votaciones para ser presidente del centro de alumnos y estoy planificando mi campaña.

—¿Para qué quieres ser presidente? —cuestionó Cory.

—Es importante para mi currículum —respondió con seguridad— ya estoy en último año. Tengo que planear bien mi futuro.

Siguió tecleando cosas en su móvil después de haber dicho eso, los otros tres chicos se le quedaron mirando extrañados.

—¿Necesitas ayuda? —preguntó Cory— soy bueno con las manualidades.

—Claro —sonrió.

La campana tocó dividiendo al grupo en sus distintas clases. Al parecer, ya nadie molestaba a Teddy, debido a que Brooke demostró ser toda una fiera.

Al final del día, Teddy se dirigió a la casa de su amiga. Sabía que estaba castigada y no podría entrar, así que se metió por su ventana.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Brooke en voz baja al verlo entrar— si te ven, nos matarán a ambos.

—Vale la pena correr el riesgo —susurró dándole un beso— ¿Qué haces?

—Nada entretenido. Solo estudio para los exámenes finales, no puedo creer lo rápido que se me hizo el año.

—Lo sé, por cierto, traje algo —dijo abriendo su mochila. Sacó un pote de helado con dos cucharas.

Pusieron Netflix y se acostaron en la cama de Brooke bastante pegados.

—Un perfecto día de invierno —dijo ella dándole otro beso.

De pronto Teddy se encontraba encima de ella, ambos besándose con pasión ilimitada. Sus respiraciones estaban agitadas, cuando Brooke se acerca a su oido y le susurra:

—Hazme el amor.

El chico queda helado ante tal petición, pero aún así no se detiene. Por más de que le gustaran los chicos, también estaba enamorado de ella. Entonces entró en razón, él no era gay, era bisexual.

[...]

En la casa de Darren, él y Cory se encontraban haciendo los posters para su campaña.

—¿Quién es tu mayor rival? —preguntó Cory mientras editaba la fotografía en Photoshop.

—Steve Ender, era vicepresidente de la candidatura anterior —contestó rápidamente.

Darren le mostró su teléfono al británico donde salía un chico bastante atractivo sonriendo junto a una chica.

—Es lindo, ¿De él estás enamorado? —cuestionó su amigo.