Mis mejores amigos gays

[22] Problemas mayores

En el auto de Teddy, él y Brooke estaban atrapados en el tráfico en camino hacia el parque de la ciudad.

—Oye Brooke, ¿Qué harás hoy en la noche? —preguntó.

La chica estaba sorprendida y se sonrojó un poco. Recordó como hace un par de semanas tenía sentimientos fuertes por su amigo.

—No sé —tartamudeó— ¿Por qué preguntas?

—Le dije a mi papá que tenía novia —contestó algo frustrado— Quiere que vayas a cenar, hoy.

—¿A qué hora pasas por mi? —sonrió para animar a su amigo.

—A las ocho —contestó con una sonrisa.

Ya estaban en los estacionamientos del parque, era un lugar muy visitado de la ciudad. Se bajaron y el teléfono de Brooke comenzó a sonar.

—¿Quién es? —le preguntó Teddy.

—Sale "Número Desconocido".

La chica respondió y abrió los ojos como platos.

—¿Qué le hiciste? —preguntó ella. Entonces, el número colgó dejando a Brooke con las palabras en la boca.

—¿Qué pasó? —Teddy se acercó a su amiga bastante preocupado.

—Era Astrid —respondió apretando los dientes.

—Si te llamó para insultarte, te juro que yo... —comenzó a decir, pero ella lo interrumpió.

—¡No! Está con Cory... En un bar —contestó Brooke— me dijo que han compartido secretos "interesantes".

—¿Tú crees que le habrá dicho sobre...? —preguntó Teddy.

—Si.

—¿Cómo sabes si es verdad?

—Escuché a un muy borracho Cory en la línea.

Teddy se pasó la mano por su cabello frustrado.

—¿Qué hacemos? —preguntó— ¿Kyle o Cory?

—¡Ya sé! —exclamó— le diré a Darren que vaya por él, nosotros ya estamos aquí.

Los chicos prosiguieron su camino, mientras Brooke llamaba a Darren, si Cory le decía a Astrid sobre el plan, era el fin para todos.

Al llegar al viejo roble en el centro del parque, notaron que estaba vacío. Miraron entre las ramas, pero vieron a un niño jugando a las escondidas.

—Tal vez, no es este roble —dijo Brooke.

—Tienes razón, debe haber otro, en un lugar más tranquilo.

Los ojos de Brooke se iluminaron con emoción y esperanza.

—La colina de la escuela, debe estar muy tranquilo a estas horas... Por que no hay nadie —comentó ella.

—¡Tienes razón! —la abrazó con entusiasmo— debemos irnos ahora.

Corrieron hacia el auto, si querían llegar a Kyle a tiempo. Tal vez el chico se estaba moviendo hacia otro lugar en ese preciso instante.

En el auto iban escuchando música de la radio, cuando el teléfono de Brooke comienza a vibrar.

—Es Astrid —susurra ella antes de contestar— ¿Si?

—Suenas calmada, ¿Interrumpo tu búsqueda de Kyle? —preguntó la chica desde el otro lado.

—¿Cómo sabes...?

—Cory —interrumpió Astrid— Se sentía muy culpable, hasta lloró en mis hombros —hizo un puchero— al menos estuve ahí para consolarlo, me contó todo. ¿Sabías que Cory rechazó el amor de Kyle? Claro que sí, tu ya sabías que todos eran gays —Brooke gruñó para si misma— Puedo guardar el secreto.