Mis mejores amigos gays

[38] El secreto del éxito

Brooke y Teddy se encontraban sentados en una banca a unas calles de la casa de Astrid. Estaban esperando a Derek.

—¿Seguro que quieres verlo después de lo que te dije? —le preguntó la rubia, el chico se veía bastante frustrado.

—Quiero escucharlo de sus propios labios —contestó sin cambiar la expresión de su cara.

El automóvil de Derek no se demoró en aparecer, este se estacionó en la vereda y se bajó.

—Hola Brooke —la saludó amistosamente para luego darse cuenta de la presencia de su ex-novio— y Teddy...

—Estábamos juntos cuando llamaste —se excusó el de ojos azules.

—Bueno... ¡Vamos andando!

Derek no estaba consciente de que su amiga le había contado cada detalle sobre los del video, pensaba que solo los estaba acompañando sin tener una remota idea de lo que estaba haciendo.

El camino a la casa de Astrid fue bastante tenso, nadie habló. Con suerte se escuchaban las respiraciones de los demás.

Al arribar al hogar ya irrumpido varias veces, Derek y Brooke comenzaron a repasar nuevamente su plan.

—¿Seguro que funcionara? —interroga la chica.

—Segurísimo.

—¿Y qué hago yo? —pregunta Teddy interrumpiendo a ambos— no estoy pintado.

—Cariño, tu puedes cuidar de que nadie venga, ¿Vale? —contestó la chica. Su novio solo asintió.

El plan se puso en marcha. Derek comenzó tocando el timbre de la casa, a lo que la mucama rápidamente contesto.

—Hola Derek —saludó la mujer con una sonrisa, estaba más que clara que lo conocía.

—Es un gusto verla de nuevo —respondió haciendo una corta reverencia— creo que se me quedó una chaqueta el otro día, ¿Puedo pasar?

—Claro —dijo la mujer abriéndole la puerta completamente.

El chico rápidamente subió escaleras hasta la habitación de Astrid, allí le abrió la ventana a la rubia.

—Tenemos poco tiempo —comentó él.

—Ya sé, busca la computadora.

Dieron vuelta toda la habitación, parecía que la computadora había desaparecido, hasta que por fin la hallaron debajo de las sábanas de la cama.

—Alguien la estaba escondiendo —comentó Brooke encendiéndola.

Entraron a la carpeta que ella había descubierto con Darren hace un tiempo. Habían muchos archivos y todos servían de chantaje.

—¿Cuál es el tuyo? —preguntó la chica.

—Ordénalos por fecha.

Brooke siguiendo las indicaciones de su amigo, abrió sin querer el video secreto.

—Lo siento, ya lo saco —se disculpó la rubia.