Mis mejores amigos gays

[41] Pensando entre colillas

Pasaron más días y las cosas seguían igual de tensas entre los chicos. Era un día Miércoles, todos estaban ocupados con los exámenes finales. Darren estudiaba con Kyle en el laboratorio, hacían una sesión de estudio tres veces a la semana.

—¿Entendiste? —preguntó el castaño peinándose un mechón.

—Eso creo —suspiró cansado. Su cabeza estaba en las nubes desde que había peleado con Cory.

—¿Cómo va todo... con él?

—Bueno... —hizo una pausa para rascarse la nuca— no hemos hablado, pero nos saludamos.

—¿Intentaste hablarle?

El rubio negó con la cabeza haciendo un puchero, reflejando lo triste que se sentía. Darren se acercó lentamente y lo abrazó fuertemente entre sus brazos. Su amigo en su pecho comenzó a lagrimear inmediatamente.

—Está bien, ya se arreglarán —dijo el castaño pasando su mano por la espalda de Kyle.

Este se apartó rápidamente y se secó las lágrimas en su chaqueta.

—¿Qué sucede?

El rubio negó con la cabeza y se levantó de la silla bruscamente. Pateó la mesa y salió corriendo de la sala. Darren se quedó atónito ante la escena, mientras escuchaba los pasos de su amigo alejarse.

El castaño recogió su material agotado y salió de la aula lentamente. Estaba tan distraído que chocó con la persona a la que menos quería dirigirle la palabra, Teddy.

—Lo siento —murmuró mirando fijamente al suelo.

Desde que se filtraron los sentimientos de Darren hacia él, no podía mirarlo o hablarle de la misma manera, se le hacía sumamente vergonzoso.

—Darren espera, quiero hablar contigo —dijo el de ojos azules tomándolo del brazo.

—¿Qué sucede? —preguntó tratando de no perder los estribos.

—Te extraño amigo. Se que debes sentirte incómodo, pero ¿Qué tal si vamos a comprar zapatos o algo por el estilo? —sugirió con una alegre sonrisa.

Darren se quedó pensando en torno a la pregunta unos segundos. Muchas ideas aparecieron por su cabeza, pero todo terminaba en con él ruborizándose.

—No voy a mentirte, aún siento cosas por ti, pero estoy trabajando en ello. No me considero listo para salir como amigos, ya que solo me genera un ambiente más incómodo ¿Entiendes?

El de ojos azules asintió, su amigo siempre era claro y honesto en torno a las cosas que le sucedían.

—Claro, ¿nos vemos?

Darren no contestó solo comenzó a avanzar con la cabeza hacia abajo, era tan bizarra la situación que tenía la necesidad de escapar.

Aumentó la rapidez de sus pasos hasta llegar a un pasillo vacío que daba la salida hacia el roble donde siempre se reunían.

Recordó los momentos cuando sus mayores preocupaciones eran las tonterías de Astrid. Rió por lo bajo mientras subía la pequeña colina.