Mis mejores amigos gays

Prólogo

Tocó la campana, tocaba almuerzo. Brooke sacó rápidamente un sándwich de su casillero y lo guardó en su bolsillo, odiaba la comida de escuela, pero odiaba más sentarse en la cafetería sola. Corrió sin ser vista hasta la biblioteca, ahí almorzaría junto a los del club de los libros.

El club del libro consistía en un grupo de marginados o de personas que simplemente no encajaban en la escuela, iban a almorzar o pasar sus tiempos libres escondidos en la biblioteca. Se estarán preguntando, ¿Cómo tenían acceso a la biblioteca cada vez que querían? Fácil, se inventaron un club: "El club de los libros".

Brooke le mostró a la bibliotecaria su pase y entró. Pasó por las zonas y pasillos de la biblioteca hasta llegar a la zona más abandonada de todas, la de religión. Ahí había una grande y larga mesa con varios chicos y chicas sentados cada uno leyendo un libro, estudiando o almorzando, no había mucha actividad social.

Ella se sentó en un extremo ya que la mayoría de la mesa estaba ocupada, habían llegado nuevos, se notaba que no solo eran nuevos en el club, sino que también en la preparatoria. Eran dos chicos y una chica. Los chicos eran ambos castaños, el que estaba a su lado era guapo y de ojos azulados, mientras el que estaba al otro extremo era albino, pecoso y era aficionado de los videojuegos ―jugaba con un gameboy y usaba una polera de pikachu de Pokemon.

El chico de su lado miraba fijamente una muralla, se notaba que no sabía qué hacer. Brooke lo encontraba demasiado hermoso como para estar rodeado de marginados, cuando podía ir a presentarse a las populares y guiñarles un ojo.

Tímidamente le tocó el hombro y le habló.

―Me llamo Brooke ¿Eres nuevo? ―dijo de la manera más amable posible, junto a una sonrisa.

El chico se encogió de hombros y respondió.

―Sí, vivía en Los Ángeles pero nos mudamos aquí, un chico de mi clase de química me recomendó venir aquí pero me siento incómodo, por cierto me llamo Teddy Stilson.

― ¿Sabes? Te ves agradable, ¿Por qué estás aquí y no estás hablando con chicos como tú? ―preguntó ella con mucha curiosidad, normalmente los que estaban en el club eran molestados o golpeados por otros chicos, pero Teddy parecía tener futuro fuera de esa biblioteca.

Teddy se sonrojó.

―Eres la primera persona que ―hizo una pausa― se lo digo personalmente, pero soy gay.

Y ahí estaba la razón, era obvio que en su antigua preparatoria existía más diversidad o aceptación hacia los homosexuales, pero en ese lugar solo podías ser hombre y tener muchas seguidoras o ser mujer y tener hombres a tus pies, no había otra opción y ser gay era ser un ciervo en un campo lleno de leones. De seguro ya se había dado cuenta y no quería estar en el radar de los brabucones, ¡Pobre Teddy!

― ¿Y ya todos lo saben por rumores? ―preguntó Brooke con lastima.

Teddy asintió y con los dedos apuntó hacia su poleron cual le había bajado el cierre para que ella pudiera ver que llevaba una polera rosada.  Aquello lo había delatado, de seguro Teddy había pensado que en esta escuela iban a haber más chicos gays pero, ahí las reglas eran diferentes.

Brooke le sonrió y le confesó algo que nunca había dicho aunque siempre lo pensaba.

―Yo siempre he creído que hay chicos... homosexuales, en esta escuela y la única razón por la que no "salen del closet" es porque temen ser molestados, tal vez tú puedas cambiar eso. Nos falta diversidad aquí ―Él sonrió.

―Tienes razón pero, ¿Tienes algún plan? ―preguntó Teddy.

―Algo así, pero para hacerlo funcionar tendremos que salir de compras ―dijo Brooke con una sonrisa. Esto le emocionaba no solo hacer un amigo sino ir por primera vez de compras con alguien. Ella sentía que algo iba a pasar entre ellos, tal vez una buena amistad.

― ¡Amo ir de compras! ―exclamó Teddy. Ella río.

―Si quieres que el plan funcione, evita decir eso ―dijo ella entre risitas. Él asintió.

La campana sonó y Brooke tomó el lápiz que estaba más cerca de ella para anotar su número telefónico en su brazo, debajo de las mangas de su chaqueta.

―Llámame al término de clases para decirte donde nos veremos, y no dejes ver tu camisa rosa ―dijo Brooke despidiéndose. Teddy le guiñó un ojo muy sensualmente, era un dios griego, sí no fuera homosexual...

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Hola chicos voy a dejar esta NOTA por las dudas. Me gustaría recordarles que esta historia es ficción y toda la narrativa está dentro de un CONTEXTO, el cual es una sociedad muy conservativa en sí. Por lo tanto si ven momentos (como lo de la camisa rosa), es parte del "mundo" en el que se encuentran los personajes, no mi ideología. Eso es todo, sigan leyendo.