Mis mejores amigos gays

[24] La última cena

N/A: dejen preguntas que le harían a los personajes.
Ejemplo:
«Para Brooke: ¿Te gusta la nutella?»

Brooke se miraba al espejo, se sentía muy bella metida en aquel vestido de lentejuelas negras.

—Te ves muy bien, ¿Adonde vas? —le preguntó su madre entrando a su habitación.

—Salgo con mi novio —contestó peinándose— me quiere presentar a sus padres.

—Veo que es una relación seria —comentó la mujer— ¿Por qué no nos lo presentas también a nosotros?

—Lo siento, no sabía que mostrabas entusiasmo en mi vida —contestó ella algo molesta— supuestamente era lesbiana ante tus ojos y antisocial.

—Mi cielo —se apoyó en la puerta— nunca dije eso.

—Lo pensabas, no soy tonta.

—Solo estaba preocupada por ti —intentó mostrarle afecto, pero Brooke se apartó.

—Pues ya no tienes de que preocuparte.

La chica dejó la peineta en la mesa y se dirigió hacia la puerta principal para irse rápidamente de su casa.

—Hola bella mujer —saludó Teddy apoyado en la puerta de su automóvil. Ella sonrojada por el halago, solo sonrió entrando al auto.

—¿Tus padres son amables? —preguntó Brooke nerviosa.

—Si —vaciló un poco— al menos contigo lo serán, no tienen un pensamiento tan liberal. Son más conservadores.

—¿Greg y tú eran un secreto?

—Solo sabían que éramos mejores amigos, pero no estaban al tanto de que también nos besábamos.

Brooke le tomó la única mano libre que traía su amigo y comenzó a acariciarla.

—Todo saldrá bien, nunca más te insultaran —le comentó ella.

—Créeme, se burlaran más. Empezarán a mencionarte todos los días y harán gestos extraños —rodeó los ojos— además mi madre preguntará cuando nos casaremos y si tendremos hijos.

Brooke rió al imaginarse a la madre de su amigo haciéndole todas esas extrañas e incómodas preguntas.

—Entonces, después tendrás la perfecta excusa para decirle a tu padre por qué nunca me llevas para allá —respondió la rubia.

El auto llegó a su destino, la casa seguía igual, excepto por el jardín. Teddy decía que su madre le estaba dando mucho tiempo a su huerta, incluso más que a él.

—Nunca te he preguntado... ¿Tienes hermanos? —dijo ella.

—Si —contestó con una pequeña risa— una hermana, pero ya está en su último año de universidad.

El auto se detuvo dentro de un garaje. Teddy la ayudó a bajarse al notar que su madre espiaba desde una ventana que daba a la cocina.

—Dame un beso —susurró él.

Brooke se cohibió, hace un tiempo que no tocaba sus labios. Después de todo, él estaba con Derek. Se acercó a su amigo y depositó un corto beso en sus labios.

—Lamento interrumpir —dijo la madre de Teddy entrando— pero los estamos esperando.

Su amigo rodeó los ojos y la tomó de la mano para presentársela.