Parte 27

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Sentado en una mesa, al fondo de Granny's, Henry se aburría y esperaba con impaciencia la llegada de su madre biológica. Se había desilusionado cuando su abuela le había dicho que Regina no quería venir a celebrar con ellos y sobre todo no comprendía la actitud de su madre. El muchacho sabía muy bien que la morena estaba enamorada de Emma, entonces, ¿por qué había rechazado la proposición de Mary Margaret? Sin embargo, él había insistido en llamarla para convencerla, pero Snow lo había disuadido amablemente. Por enésima vez desde que está ahí, lanzó una mirada hacia la puerta, pero nada, ni la sombra de su madre. Resopló y se puso a jugar con la sal que estaba encima de la mesa. El timbre de la puerta sonó, Henry elevó la mirada y descubrió a Grace y a Jefferson. Sonrió. Al final esa velada no sería tan catastrófica como pensaba.

Mary Margaret y David se encontraban en la barra charlando con Ruby.

«¡No lo entiendo, son casi las 19:30 y Emma aún no ha venido!» se quejaba la princesa

«Quizás ha tenido algo urgente en el trabajo» dijo su marido para tranquilizarla

Snow puso los ojos en blanco

«David, estamos en Storybrooke, nunca pasa nada y además, casi todo el mundo está aquí»

«Sí, tienes razón» dijo él

«Salvo Regina» añadió Mary Margaret con gesto pensativo, «¡a lo mejor ha encerrado a Emma para impedirle que venga!»

David frunció el ceño

«Hace días que solo tienes el nombre de Regina en la boca, estoy harto de escucharte quejarte de ella durante todo el día, ¡déjala tranquila por una vez!»

Tras decir eso, él se alejó, dejando a su mujer totalmente estupefacta. Esta se dio la vuelta hacia su mejor amiga

«No te preocupes Snow, se calmará y vendrá a pedirte perdón»

«¿Tú crees?»

«Estoy segura» dijo sonriendo

«¿Tienes noticias de Emma?» preguntó la princesa para cambiar de tema

«No, hace dos días que no sé nada de ella, ¡nos peleamos el otro día cuando acusé a Regina de haber sido ella la del hechizo!»

«Conmigo es lo mismo, en cuanto hablo de Regina, se enfada. No entiendo por qué»

«Si te tranquiliza, yo tampoco» dijo la joven loba

«Bien, ya no puedo más, la voy a llamar»

Mary Margaret sacó su móvil y tecleó el número de su hija. Al cabo de tres tonos, salió el buzón de voz

«No es normal que no responda, ¡estoy bastante preocupada!»

«¡Lo entiendo! Intenta con Regina, quizás ella sepa dónde está Emma»

Sin tardar, Snow tecleó el número de la reina que descolgó casi inmediatamente

«Buenas tardes, Mary Margaret, ¿a qué debo el honor de esta llamada?» dijo con tono irónico

«Buenas tardes, ¿es que...?»

«¿Qué es ese ruido? ¿Estáis de fiesta?» interrumpió la morena

«Heu...Sí, una fiesta en honor a Emma, por su curación, ya sabe» dijo Snow incómoda

«Ya veo. ¡Gracias por la invitación! ¿Henry lo está pasando bien?»

«Sí, pero no es por eso por lo que la llamo. ¿Sabe dónde se encuentra mi hija?»

«No, ¿por qué? ¿No está con ustedes?»

ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora