Parte 37

1.8K 186 45
                                    


Hacía un rato que Regina estaba sentada en la sala esperando noticias de Emma. Cerró los ojos y recordó la hora que acababa de pasar. En efecto, la reina había conducido como una loca para llegar al apartamento de Mary Margaret. Su sangre se heló al ver el coche amarillo de la sheriff estrellado contra un poste eléctrico. Sin pensar, Regina corrió hasta la rubia para evaluar la situación. La joven tenía la cabeza ensangrentada y estaba inconsciente. La reina entonces le desabrochó delicadamente el cinturón de seguridad y la sacó del coche mientras le hablaba al oído. A pesar de la buena voluntad de la morena, Emma no se despertaba y con un movimiento de muñeca, Regina la teletransportó hasta el hospital. Había gritado a la enfermera de la recepción para que hiciera venir al doctor Whale. Este llegó unos minutos más tarde, y se llevó a la sheriff con él. Y ahora hela ahí esperando, mordiéndose las uñas, por su compañera. Después se acordó de que le había dicho a Ruby que la llamaría. Entonces sacó su teléfono de su bolsillo y tecleó el número de la loba.

«¿Diga?» dijo Ruby con voz somnolienta

«Perdón, sé que es tarde, pero...»

Solo de pensar lo que iba a decirle, la morena sintió ganas de hundirse en lágrimas

«¿Regina? ¿Qué ocurre?»

La reina inspiró profundamente para no derrumbarse y continuó

«Es Emma, ha tenido una accidente de coche»

«¡Oh, no! ¿Es grave?»

«No lo sé, la he traído al hospital y ahora estoy esperando noticias de Whale. Ruby, ¿puedes avisar a Snow?»

«Sí, por supuesto, voy en seguida a su casa y vamos para allá»

«Muy bien, hasta ahora»

Regina colgó y decidió ir a buscar un café a la cafetería. Estaba vacía a esa hora tardía y la morena aprovechó para intentar calmarse. Sobre todo no debía pensar en lo peor, todo iría bien, Emma se pondrá bien y ellas podrán volver juntas a casa. Después de haberse tomado el café, volvió a la sala de espera que estaba tan vacía como cuando había llegado. Al cabo de media hora y sin todavía tener noticias de Emma, se levantó y recorrió de arriba abajo la sala. En ese momento aparecieron Ruby, Henry y los Charming en el hall. La morena quiso tomar a su hijo en sus brazos para consolarlo, pero no tuvo tiempo porque Mary Margaret se plantó frente a ella y le dio una gran bofetada.

«¡Zorra, te has aprovechado de la fragilidad mental de mi hija para meterla en tu cama!» gritó ella

Regina se frotó la mejilla y lanzó una mirada inquisitiva a la loba, esta la miró con expresión desolada.

«Lo siento mucho, Regina, ¡he tenido que contárselo!»

La reina clavó entonces su mirada en la de su ex hijastra y recobró de repente toda su prestancia

«¡Si Ruby te ha contado todo, entonces no has debido pasar por alto que soy el Amor Verdadero de tu hija!»

«¡Cállate! ¡Es imposible! Daniel era tu Amor Verdadero...»

«Pues parece que no» dijo Regina, con una sonrisa maquiavélica en sus labios, a pesar del pinchazo en su corazón al pensar en su amor perdido.

La princesa estaba al borde de un ataque de nervios, decididamente no podía imaginarse a su hija y a su peor enemiga juntas, y menos aún que Regina fuera el amor verdadero de Emma. David, que no había dicho nada hasta ese momento, puso su mano sobre el hombro de su mujer.

«Mary Margaret, cálmate, no sirve de nada que te enfades con Regina»

La maestra se giró hacia su marido

ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora