Parte 30

2.2K 221 10
                                    


Hacía un buen cuarto de hora que Regina esperaba a Emma y comenzaba a impacientarse, caminando de arriba abajo. Finalmente, vio a la sheriff correr hacia ella sin respiración.

«¡Lo sé, llego tarde y lo siento, pero no tengo la costumbre de levantarme tan temprano un domingo!»

La reina puso los ojos en blanco

«Pensaba que no vendrías»

«¡Oh, no, te echado mucho de menos esta noche!»

Regina sonrió y sin previo aviso, besó apasionadamente a su compañera

«Estoy feliz de poder estrecharte finalmente contra mí» dijo la morena

«¡Yo también! Pero, por cierto, la próxima vez, evita los chupones. Ruby lo ha visto y se hace preguntas, ¡cree que estoy con August o con Jefferson!»

La joven se echó a reír

«¡Esa chica no tiene ningún gusto!»

«Bueno, yo creo que Jefferson no está nada mal»

La reina se tensó ante esa revelación, entrecerró los ojos y apretó los dientes. Emma la miró sonriendo

«¡Oh, pero está celosa, Regina Mills!»

«No, solo que no lo comparto»

«Me parece bien, yo tampoco»

La salvadora se acercó peligrosamente y puso sus manos en las caderas de la reina, la besó fogosamente metiendo sus manos bajo su blusa. Regina jadeó ante el contacto de los dedos fríos de su compañera sobre su piel. La rubia ascendió ligeramente y puso sus manos sobre el sujetador de la morena. Podía sentir los pezones endurecidos a través de la tela y eso le producía un calor intenso en su bajo vientre. Sin embargo la reina rompió el contacto

«Emma, tenemos trabajo, debo enseñarte magia, ¿te acuerdas?»

«Sí, pero tenemos tiempo, ¿no?» dijo ella intentando besar a su compañera una vez mas

«Pues precisamente no»

Y como si acabara de tomar consciencia del lugar donde se encontraban, la rubia preguntó

«¿Por qué me has citado en el cementerio?»

«Para no arriesgarme a que destruyeras mi casa»

«¡Ah, ya veo, en resumen, crees que voy a hacer un desastre!» se ofendió la sheriff

«¡No! Venga, dame tus manos y cierra los ojos»

Emma así lo hizo

«Bien, ahora, voy a pasarte algo de magia para que la sientas en lo más profundo de ti, ¿de acuerdo?»

«Sí» dijo la rubia aunque no muy segura

«¡Relájate! ¡Todo va a ir bien!»

Emma expiró e intentó sentir la magia de su compañera. Su cuerpo de repente entró en calor y sintió picotazos en las manos y en los brazos. De repente, sintió un flujo de magia invadirla y Regina fue propulsada contra una de las tumbas. La sheriff abrió desorbitadamente los ojos, totalmente en pánico y se precipitó hacia la reina.

«¡Oh, mierda! Regina, ¿estás bien?»

La morena se levantó dificultosamente y se frotó la cabeza

«¿Qué ha sido eso?» dijo ella sorprendida

«No lo sé, sentí cómo mi cuerpo se calentaba, después unos picotazos y algo enorme me invadió y de repente te he visto volar»

ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora