Parte 32

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Emma abrió los ojos y vio a su padre y a su madre a los lados de su cama.

«Cariño, ¿cómo te sientes?» dijo Mary Margaret con un gesto de inquietud

«¡Me duele la cabeza! ¿Qué ha pasado?»

«Hiciste magia y después perdiste el conocimiento, Regina te agarró antes de que cayeras al suelo»

«¡Oh!»

La sheriff intentó poner sus ideas en orden. Se acordó de la partida de póker, de su demostración de magia y ya nada más.

«¡Debes descansar! Voy a ver a Ruby, estaba totalmente borracha» dijo Snow besando a su hija ante de salir de la habitación

La rubia recorrió el cuarto con su mirada buscando a su compañera, en vano

«¿Algún problema, Emma?» preguntó David

«No, todo está bien»

«Por cierto, tu madre me ha contado lo de la magia, ¡es genial! Estoy orgulloso de ti»

«Gracias, sí, está bien»

De repente, la puerta de la habitación se abrió y Henry entró

¡Mamá!

«Hey, chico» dijo la salvadora, feliz de ver a su hijo

Se subió a la cama y la abrazó

«Mamá me ha contado lo que te ha pasado, ¿estás mejor?»

«Sí, no te preocupes. ¿Dónde está ella?»

«Estoy aquí» dijo Regina mientras entraba en el cuarto «¿cómo está, Miss Swan?»

«¡Mucho mejor ahora! Gracias por haberme evitado la caída»

«De nada, es normal» dijo la reina sonriendo, contenta de ver que su compañera estaba bien

El príncipe miró a las dos mujeres, una ligera sonrisa en los labios. Nunca hubiera pensado que un día Emma y Regina pudieran hablar sin tirarse puyas o insultarse. Y además, debía confesarlo, la reina había sido de gran ayuda durante las crisis de locura de su hija.

«¿Podrías quedarte con Henry esta noche?» preguntó Emma a su padre

David elevó su mirada hacia Regina para obtener su aprobación

«No veo ningun inconveniente» dijo la morena sonriendo

«De acuerdo, me lo llevo conmigo. ¿Vienes, muchacho?»

El chico saltó de la cama, besó a sus madres y salió. El príncipe depositó un beso en la mejilla de la sheriff, saludó a Regina con un signo de la cabeza y siguió a su nieto fuera de la habitación.

«Al fin solas» dijo la rubia

Regina se sentó en el borde la cama, cerca de su compañera

«Me has asustado, ¿sabes?»

«Lo siento, no fue mi intención. Creo que he hecho un gran esfuerzo al utilizar la magia»

«Sí, yo también lo creo»

Emma se colocó mejor entre las almohadas y tomó la mano de su compañera entre las suyas

«Así que, ¿te quedas a dormir esta noche conmigo?»

«Emma, no sería razonable. Te recuerdo que estás enferma, y además Ruby está al lado»

«Está borracha, no escuchará nada si es lo que te preocupa. ¡Y estoy bien!»

ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora