—¿¡Alguno podría decirle que se calle!?. —Preguntó Jasper tomando otro trago de vino y señalando a Carlos, quien estaba sentado todavía en el compartimiento trasero del camión.
—¡Hpm... hpm... hmp...! —se quejaba el chico con la mordaza en la boca pronunciando cada quejido más fuerte que el anterior, mientras le daba a los tres hombres una mirada fría.
Carlos seguía pensando en alguna forma factible de salir de ahí.
Él iba a salir de allí.
O no se llamaba Carlos Óscar De Vil.
Seguía metido en la parte trasera del camión, atado, pensando en un plan para huir, en aquel segundo, un recuerdo de una vieja conversación con Astrid le llegó a la mente, ella había dicho que siempre era bueno tener un plan, sin embargo habían ocasiones en que sólo debías seguir tus instintos y hacer lo que creas en el momento.
Tal vez ese era uno de esos momentos.
Sin embargo, él todavía estudiaba el campo y las opciones para huir, recordando que tenía la rosa de Auradon en su bolsillo, la idea de perderla le daba más pánico que todas las veces que pensó en un perro durante su estadía en la isla de los perdidos.
—¿Que tal si quiere ir al baño?. —Preguntó Le Fou mirando a sus compañeros.
Seguir a tu instinto.
Carlos asintió, haciendo sonidos de afirmación ante la idea.
—¿Y que hacemos entonces?. —Preguntó Horace.
—No voy a dejar que dañe la camioneta. —Dijo Jasper.
—La acabamos de pagar. —Retó Horace.
Ambos se volvieron a Le Fou.
—¿Que? —preguntó el hombre.
—Llevalo al baño. —Ordenó Jasper.
—¿En medio del bosque? —preguntó Le Fou mientras le daba una mirada a su entorno lleno de árboles y piedras.
—Bueno... Llevalo a un árbol. Tenemos que seguir aquí hasta que llegue el jefe. —mencionó Jasper
El padre de Pearl bufó.
—¿¡Y por que yo!? —preguntó.
—¡Sólo llevalo, antes de que le haga algo al camión! —gruñó Jasper.
—¡Bien! —Le Fou gruñó de vuelta y se acercó al chico para levantarlo, sin embargo Carlos seguía atado de manos y pies y extendió sus piernas hacia el padre de Pearl, y el hombre desató sus piernas.
Carlos se levantó con cuidado, sabia que no era el momento de huir todavía, simplemente debía esperar un poco más.
Ambos bajaron del camión pasando por un lado de Horace y Jasper, ¿Cómo era posible que expandirse los padres de sus amigos, no les encontraba parecido en lo absoluto. Peter era alto pero no tanto y con cabello oscuro, pero no se encorbaba cómo su padre ni tenia una nariz tan puntiaguda o fruncia el ceño como Jasper. Peter era una persona agradable de ver.
Dan por su parte era el que menos parecido tenía con Horace, Dan era castaño claro y tenía ojos verdes claros, Carlos una ves consideró que bien el podía hacerse pasar por un príncipe en Auradon si tuviese el atuendo correcto. Sin embargo Dan no tenía gracia alguna. Horace era bajito y regordete, con las mejillas hinchadas, y aunque Dan era más bajo que Peter, no era algo fuera de lo normal.
Pearl tampoco parecía ser pariente de Le Fou. Simplemente, el secuaz de Gastón parecía tonto, un pelele. Pero Pearl no lo era, había intentado un buen plan para obtener la rosa, t si no fuese por Ben y Carlos, ellos lo hubiesen conseguido. Carlos reconocía que Pearl era bastante inteligente, cosa contraria si se hubiesen quedado en la isla de los perdidos y Ben nunca los hubiese sacado de allí o se hubiesen escapado.
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El Bien En Tu Interior [Descendientes/Carlos De Vil] LPDA #2
FanfictionToda la saga "La Princesa de Auradon" está dedicada a Cameron Boyce, la estrella más brillante en el firmamento. -¡Ben! ¡Astrid!-dijo su madre llamando la atención de los dos chicos. -¿Si?-preguntó el mayor. -Ni se les ocurra fallarme en esta misi...