Último capitulo. "El bien y el mal" 1/3

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Chad no tardó en desesperarse ante la situación, La jaula se habia hundido más en el lago y ahora el agua estaba arriba  de su cintura. Se había cansado de gritar el nombre de Mal y no tener una respuesta de la pelimorada, el rubio estaba tratando de romper el candado de la jaula con una piedra que había encontrado en el lago.

Pero era más difícil desde adentro de la celda.

Algo dentro del chico estaba altamente preocupado por sus amigos, ¿Qué les estarían haciendo en este momento los villanos?, ¿Ya se habrían enterado de que en realidad ellos eran de Auradon y no de la isla?, ¿O habrían conseguido el ojo de Dragon con éxito antes de que siquiera alguien hubiese hecho algo?.

Si hubiese escapado en vez de haberse quedado y jugar a ser el príncipe que rescata a la damisela, habría podido avisarle a sus amigos de todo lo que estaba pasando y habrían buscado y encontrado una diferente solución a todo.

El príncipe se sentía impotente de no estar allí para ayudarlos. Él debía estar en la catedral enfrentando la situación con todos sus amigos, no encerrado en una jaula.

Lanzó la roca al agua y reposo su frente uno de los barrotes frustrado.

Pero cuando estaba empezando a perder la esperanza, esto pasó:

—¿¡Chicos, siguen aquí!? —gritó una voz, una muy bien conocida para Chad.

¿Ben?.

—¿¡Mal!? —El príncipe volvió escuchar entre la lejanía/cercanía del bosque la voz de su amigo—¿¡Chad!?.

—¿¡Ben!?. ¡Ben, estamos por aquí! —gritó el rubio.

Ben iba por las ramas  caídas y piedras dirigiéndose a ambos chicos. Poco a poco los vio, Chad seguía encerrado en esa jaula y dentro del lago, mientras que Mal mantenía su cabeza gacha. El castaño se encontró con la esa misma imagen del espejo. Se dirigió a la plataforma donde Mal se encontraba

—¡Ben! —exclamó Chad alegre de ver al castaño.

—¿¡Chad, que hacen aquí!? —le gritó Ben mientras iba a la plataforma donde Mal se encontraba inconsciente.

—¿¡Tú que crees!? —exclamó el rubio.

Ben miró a su lado, viendo a Mal con la cabeza gacha y sentada en la silla y fue a donde ella, levantando su cabeza para quedarse frente, ella tenía los ojos cerrados y su boca cerrada, parecía más pálida que antes. Ben sintió un dolor en su pecho al imaginarse lo peor, pero puso su mano cerca de la nariz de la chica y sintió la respiración de la chica.

Suspiró aliviado

—¿Mal, me escuchas? —le preguntó él—. Voy a sacarte de ahí ahora.

Ben se acercó para tomar las correas de la silla, y Chad desde la jaula pudo percibir la intención de Ben y recordó lo que le había pasado a él

—¡Ben, cuidado! —advirtió Chad, pero ya había sido tarde. Ben tomo las correas de la silla para tratar de desatar a Mal, sin embargo estas dieron una especie de corriente que lo hicieron

—Están encantadas o algo así. No podemos desatarla así. —dijo Chad

—Ya me di cuenta —gruñó Ben metiendo sus manos enriquecidas y calientes en el lago, sintiendo el agua fría, las saco un par de segundos después viendo lo rojas que estaban. Pero un segundo después, este color iba desapareciendo e igual el dolor.

Ben se sorprendió, y se le ocurrió algo. Pero necesitaba la ayuda de Chad, y para eso debía tener la ayuda de Chad

El chico se quitó el saco azul rey y entró al lago, caminando y nadando hacia Chad, no estaba tan lejos así que el agua no iba a cubrirlo por completo.

El Bien En Tu Interior [Descendientes/Carlos De Vil] LPDA #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora