No Todo Es Amor (Offenderman)

La realidad

Estos días han sido muy confusos para mi. Ese chico de pelo negro, ojos azules, tersa piel, excéntrico hasta los huesos ha descontrolado mis pensamientos, de forma interesada veo su forma de ver las cosas de manera singular, sus libros, siempre leyendo algo nuevo todos los días sin parar.

Aunque el chico era nuevo sentía que lo conocía de alguna forma, no sé porque, pero este sentimiento me invadió por un largo tiempo.

Un día como cualquier otro, observaba su cara intentando recordar si lo conocía, no tardo mucho en percatarse... "Ay Dios mío ¿Que hago ahora?" Ese pensamiento  me distraía de una cosa ese chico se estaba aproximando a mi. No eso es imposible, aunque, ahora que lo pienso de alguna forma tengo este sentimiento de haberlo conocido, una mala sensación entra en mi estómago.

Chico: Hola Mía, ¿Te acuerdas de mí?

Mía: No, no me acuerdo lo siento.

Chico: Mía, ¿ No recuerdas nada? Que pésima memoria tienes.- me mira mientras saca una llave de su bolsillo izquierdo.

Mía: Esta llave... Se me hace familiar, pero todavía no sé quien eres- hice una pausa y lo miré desconfiada-¿Por qué no me cuentas donde nos conocimos? A ver si recuerdo, no prometo nada.

Chico: Ok

Flasback

Era un día normal en el parque y vi una niña jugando sola, estaba un columpio tambaleándose de un lugar a otro con un solo pie, su cabeza recostada de la cuerda viendo sus pies, se veía decaída como si su alma se hubiera apagado, así que decidí acercarme para hablarle.

Chico: Hola niña.

Niña: Hola- Dijo sin siquiera levantar la cabeza.

Chico: Cuéntame. ¿Viniste sola?

Niña: Si, la verdad siempre vengo sola al parque.

Chico: Qué te parece esto, para ayudarte, yo te preguntaré cosas mientras juego contigo, ¿Está bien?

Niña: ¿Tú quieres jugar conmigo?

Chico: Claro, no me gusta que las niñas estén tristes, tengo una hermana como tú en casa.

Niña: ¿Y qué juegas con tu hermana?

El chico sonrió internamente al ver que la niña fue a jugar con el, se divirtieron mucho entre el tobogán, jugar en el pasto verde, esconderse entre los árboles. Después de una tarde de muchos juegos, antes de que se fuera la niña le preguntó su nombre,

El le dijo- llámame Jeff, ¿Y tú?

Y ella dijo- Yo soy Mía.

Fin de Flasback

Jeff : ¿Recordaste?

Mía: Vale, creo que sí puedo recordar algo mínimo- dije incrédula porque no recordaba nada- ¿Por qué tienes mi llave?-dije confundida, aún sin recordar, esa llave nisiquiera recuerdo haber tenido una llave así, solo se me hacía muy familiar.

Jeff: Quería recordar el día en el que tuve una amiga, ya que yo no soy muy social que digamos, así que cuando te fuiste me quede otro rato y encontré tu llave, intenté dartela pero ya cuando la encontré era muy tarde, entonces me dije algún día encontrare a esta chica y le devolveré su llave lo juro.

Eso me asustó, no sabía cómo alguien podía ser tan extraño y confuso... Sentí un pulso dentro de mi estómago como si quisiera vomitar del miedo, me sentí acosada, ¿Todo esto por una llave? Y eso que hace rato me parecía un príncipe azul.

Después de encontrarnos siempre estábamos hablando, andábamos de abajo arriba y de arriba abajo, el me seguía constantemente y yo no sabía cómo decirle que no, me sentía cobarde ante él, era como si tuviera una energía más fuerte que la mía, como si dominara sobre todos los malos presentimientos que tenía de el.