Capítulo 10

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Anastasia

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Anastasia

La Doctora Johnson me hizo pasar a la sala donde estaba papá después de las diez y treinta de la mañana; me partió el alma verlo así, con cables a los lados, una mascarilla de oxígeno y una máquina que indicaba sus pulsaciones. Lloré delante de él y recé para que se recuperara. La enfermera que estaba conmigo dijo que era un hombre fuerte y que estaba segura que en unos días estaría mejor.

Antes del mediodía la Doctora Grace llevó los resultados a la planta donde Christian, Kate y yo estábamos. Mis niveles, según ella; están algo bajos pero con buena alimentación podían reestablecerse.

Christian fue por la tarde a su empresa y yo me quedé en la planta de Cuidados Intensivos esperando los nuevos análisis de papá. Su electrocardiograma mostró mejoría y a partir de mañana lo enviarían a Cuidados Especiales. Eso me alegró mucho, el corazón de papá estaba mejorando.

Kate se quedó conmigo hasta que Christian fue a buscarme y me llevó a su apartamento. La Señora Jones nos tenía preparada la cena y comimos en un absoluto silencio.

Pasé a mi habitación y me di una ducha, al salir del vestidor, Christian me estaba esperando sentado en la cama

-Ana, mañana tendré que viajar a San Francisco a... Una reunión de último minuto; te dejaré en el Hospital temprano y te recogeré en la noche ¿Está bien?

-Christian, puedo irme en mi auto al Hospital, solo me iría a casa de papá y lo recogería.

-No, yo te llevaré y no acepto un no por respuesta.

-¿Así será todo el tiempo? ¿Tu dando órdenes?-Que él se comportara de esa manera tam autoritaria me sacaba de mis casillas.-¡Yo puedo hacer cosas por mí misma!

-Yo te llevaré Anastasia y asunto arreglado.-Dijo y salió de la habitación. Quise lanzar algún objeto y no pude encontrar algo por lo que zapateé como niña pequeña hasta descargar mi rabia.

Un mensaje del abogado Ritz llegó a mi teléfono diciendo que ya tenía el documento para cuando me casara con Christian. Eso no sería hasta que papá estuviera bien, y menos cuando no se había enterado siquiera de que tenía novio.

Supliqué en mi fuero interno que Christian entendiera eso, tenía que darme tiempo aunque, con respecto a Steele Publishing, los días estaban contados.

Faltaban solo doce días para que el fin de mes llegara y ahí acumularía otro mes con la hipoteca y sería más dinero y más riesgo corría de que el banco me la quitara.

Pensé en pedir un préstamo al banco pero los intereses de ese préstamo me volverían loca por lo que desistí de la idea. También en poner en venta mi apartamento, no era la gran cosa pero podía aportar algo.

Entré en la página de alquiler y venta de apartamentos y casas por mi celular y coloqué el anuncio, mañana a tomar fotos y colocarlas para que a alguien le atrajera por lo menos la ubicación y la gran cocina que tenía.

MisteriosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora