Nadia:
El viaje de regreso es una mierda. Aunque usé protector solar mi piel se quemo un poco, no me gusta eso de los bronceados, siempre he sido muy blanca y siempre me ha gustado mi color. Dallan durmió casi todo el viaje, yo lo hice, hasta el señor Ian. Estamos agotados. No quiero volver a una playa al menos hasta dentro de un año. Acomodar el equipaje fue otro paso que me arto hasta el punto de querer protestar, pero no lo hice.
Al llegar a Canadá los autos de la familia nos esperan y nos conducen hasta la casa de los Vernacci en Shaughnessy, uno de los barrios más exclusivos de Vancouver. Ayude a Dallan a bajar sus cosas, los empleados de la casa ayudaron con otras. Tome mis pertenencias y un regalo que le he comprado a mi madre y los subí a mi auto que está estacionado en una de las plazas de los Vernacci.
— ¿Ya te vas? —Pregunta Dallan a un lado de mi auto. Sonrío para él, ¿No se cansa de mí?
— ¿Quieres que te acompañe a la cama antes de irme? —Cuestiono. El niño se queda pensativo, lo que me hace reír.
—Creo que mamá podrá llevarme hoy, tu pareces cansada mejor ve a casa a dormir.
—Muchísimas gracias, vendré aquí mañana por la tarde. —El asiente sonriente. Entramos a la casa conversando y riendo, Dallan no suelta mi mano.
—Nadia —Habla la señora Alana — ¿Vas a quedarte a cenar? —Yo niego de inmediato, ya me han dado mucho con el viaje como para seguir estorbando.
—No, muchas gracias. Mamá me ha dicho que me espera para cenar, creo que ya me iré si no me necesita.
—No, vete a casa, tu madre debe extrañarte. Nosotros te esperamos mañana. —Asiento agradecida. Me despido de todos con un gesto y prometo llegar mañana después de la Universidad.
—Mañana también tendré que ir a la Universidad, ¿Nos vemos allá y desayunamos? —Pregunta Alonso. Yo quedo paralizada y muda, lo dice delante de todos. A la señora Alana le saca una sonrisa pero su hermano Lucas lo fulmina con la mirada.
Nunca me he involucrado con los familiares de mis jefes, al menos no hasta ahora. Estuve con Lucas y eso no podre cambiarlo, pero quedaría como una verdadera zorra si acepto salir con Alonso.
—Veré como esta mi horario y le aviso. —Le doy una sonrisa de labios juntos, el asiente.
—Yo también me voy, estoy cansado. ¿Quiere que la lleve hasta su casa, Nadia? —Me pregunta Lucas sorprendiéndome. Joder, ¿Cómo se llama esta obra?
—No, señor, gracias. Mañana debo ir a la Universidad y necesito llevarme mi auto. —El asiente serio.
Salgo de la casa después de despedirme por última vez. Rebusco en los bolsillos traseros de mi pantalón mis llaves y cuando doy con ellas desactivo el seguro, mi madre me ha preparado mi cena favorita y lo único que quiero es llegar, ingerirla, tomar una ducha y acurrucarme junto a ella hasta quedar dormida.
—Suba a su auto ya, voy a acompañarla hasta su casa. —Me tenso al escuchar su voz gruesa detrás de mí, me vuelvo hacia el confundida.
—No es necesario, señor. Vivo muy cerca de aquí.
—Sé dónde vives, también se que no es muy seguro. Así que métase a su auto y la seguiré. —Lo observo confundida, ¿Qué le pasaba? ¿Iba hacer eso todo el tiempo? Me confunde, me perturba, me... joder. Sin decir una palabra más subo a mi auto y lo enciendo. Me quedo más tranquila cuando Bruce abre la puerta para él, al menos no irá solo.
Conduzco hasta mi casa en el barrio South Cambie, lo hago despacio, algo muy inusual en mí ya que siempre voy apurada y conduzco más rápido. Por el retrovisor puedo ver la camioneta negra detrás de mí, ¿Por qué hace esto? No voy hacerme una idea errónea sobre él, sé que esto es solo placer, deseo. De seguro es así con todas, y si que tiene un largo historial con mujeres.
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Después de ti
Teen FictionDespués del primer amor, llega el amor verdadero y eso lo experimenta el hijo del gran empresario Aarón Ferreyra cuando la que era su novia y su primer amor muere en un trágico accidente junto a la abuela de este. Resignado y sin ganas de conocer a...