Inesperado.(#1SagaAnderson) (CORRIGIENDO)

Capitulo 31.

Para mí era una costumbre sentir que todo el mundo me quería hacer daño, más que nada, había aceptado lo que la señora Flatless me había explicado en una de mis sesiones. Menciono esa vez que mi cuerpo y mente habían estado todo este tiempo sobreviviendo intentando seguir luchando contra algo que no sucedía, había creado una especie de sistema defensivo para vivir.

Por eso la gente no solía acercarse mucho a mí de forma amistosa, solo mantenían unas oraciones y después seguían con su camino. Me acostumbre a eso.

Salir de la zona de confort de cada uno puede llegar a ser muy difícil, más de lo que nos gusta admitir y de lo que la gente le da importancia. Gracias a todo eso había descubierto que la lucha más difícil era con uno mismo, difícil y agotador.

En mi mente desde el primer momento en que converse con James Anderson había sido como siempre, defensivo. Especialmente por su actitud prepotente y grosera que había tenido, no me lo hizo difícil.

Creí que había pasado ese velo que siempre ponía entre todos, me había alegrado que lo hiciera.

Quizás era esa misma razón que me irritaba y hería en silencio, ver como se había esfumado en poco tiempo. Casi en un parpadeo.

–Estas muy pensativa, Haley.

La voz de Tiffany me regresa al presente, mis ojos se desvían de algún punto ciego en el pasto para verla.

–No es nada –Sonrió levemente, le doy un sorbo a mi café para ver como ella me observa ladeando la cabeza–, no es necesario, ya se. Soloquisiera saber por qué ese cambio tan repentino.

–Me alegra que nos entendamos tan bien, bebe. Y si tienes tantas dudas con eso ve directo y pregúntaselo. –Ella encoge los hombros frunciendo el ceño a la vez– Aunque para mí es un bipolar.

Rio levemente.

–Tal vez. –Concuerdo.

Habíamos salido a toma un café a un parque cercano de nuestro edificio, era jueves y desde aquel día que entable una pequeña conversación con James hace una semana no había vuelto a cruzarse en mi camino. El tema de los guardaespaldas fue un tema que me saco un coraje varias veces, no quería discutir eso con el así que permití ser seguida por esos dos hombres todo el tiempo.

Tampoco iba a admitir que si me daban la seguridad que en ocasiones necesitaba, especialmente cuando miraba algunas personas que me confundían.

– ¿Sabes dónde pasaras navidad?

Su pregunta me hace volver a observarla con curiosidad antes de rodar los ojos.

–No te hagas la boba, sabes que tu padre nos hará venir a su casa si o sí. –Reclamo haciéndola sonreír de oreja a oreja.

–Solo me aseguro, tus padres pueden ser igual de tercos que el mío. –Responde encogiendo los hombros.

–Estoy segura que aunque mis padres se negaran ustedes irían conmigo en la maleta y no me mal intérpretes, yo los amo.

–Ya se, Haley. –Deja un beso en mi mejilla y continua; –Aunque yo le dije a mi padre que deberíamos irnos de viaje todos, para conocer algún otro lugar.

–No creo que mis padres acepten, especialmente por que pondrán como excusa el dinero. –Respondo sincera, aunque su idea no me molesta en cambio me gusta– Aunque les diga que yo me hare cargo, no creo que acepten.

–Sabes que no sería necesario, mi padre negaría rotundamente que pagaran algo.

–Me sigue dando vergüenza, Tiff. –Murmuro.