Inesperado.(#1SagaAnderson) (CORRIGIENDO)

Capitulo 33.

–Haley, por favor envía a Isabel el correo que te acabo de adjuntar, deben terminar de enviar antes de irnos los documentos restantes.

Asiento haciendo lo que me dice, después ella desaparece por la puerta con velocidad dejándome en silencio.

Faltaban exactamente dos horas para terminar la jornada laboral completa y finalmente salir de vacaciones navideñas, pero por un buen acto de amabilidad James había dejado salir a todos los empleados-menos a los jefes de departamentos- antes. Y aquí estaba yo, corriendo de un lugar a otro para no dejar ningún pendiente importante.

De lo contrario varios estaríamos despedidos empezando el año nuevo, o por lo menos así sonó Isabel cuando íbamos hacia la cafetería.

Me emocionaba pensar en que dentro de unos días el año concluiría y empezaría uno nuevo, aunque cuando lo pensaba mucho me daba cuenta que solo era un momento en que mi estado emocional no dependía de un hilo. Solía pasarme algunas veces, sentir que el mundo no se me venía encima y que podía respirar en paz. Cuando desaparecía esa sensación era lo horrible.

Mis padres viajarían el lunes para llegar a la ciudad por más tiempo, pasarían todas las fiestas de fin de año conmigo y eso me hacía sentir alegre.

–Haley –Jasón asomo la mitad de su cuerpo por la puerta tocando un par de veces, parecía estresado pero aun así su tono de voz fue amable–, te habla James en su oficina.

–Bien, gracias.

Dio un asentimiento antes de desaparecer.

El tema con James estaba bien, digo no era lo más claro del mundo pero estábamos en el mismo camino. Era detallista conmigo, aunque el enojo de su alejamiento se me había pasado él se esforzaba por dejarme detalles todavía cada mañana. Me robaba besos cortos en los pasillos o cuando tenía que ir a entregarle algo a su oficina y pasaba por mí en las mañanas de nuevo. Me había resistido a aceptar que lo hiciese pero él podía ser igual de terco que yo.

–Pase.

Me adentre en cuanto escuche su voz, alejo dos hojas de papel para poder verme quitando de inmediato su rostro serio suplantándolo con una cálida sonrisa.

–Hola, nena. –Saludo, dejo los papeles sobre el escritorio poniéndose de pie. Me acerque con una sonrisa apretada sintiendo ese hormigueo en el estómago cada que escuchaba el sobre nombre– ¿Cómo estás?

–Cansada, hay un desastre con la documentación en estos momentos.

–Hmm, ¿algún problema? –Cuestiono terminando de recorrer el camino que nos separaba, no dudo en tomar mis mejillas para elevar mi rostro depositando un beso que me hizo verlo sonrojada– Me da gracia como te sigues sonrojando con mis besos.

–A mí no. –Reproche arrugando la nariz, él sonrió más abiertamente soltándome.

–No quiero hacer enojar a una enanita cansada en estos momentos, así que ven –no hubo necesitar de seguirlo porque el soltando mi rostro tomo mi mano y me guio hasta la silla de su escritorio, se sentó y con él me llevo a mi colocándome en su regazo.

Abrí los ojos sorprendida, no esperaba esa acción y desde el viaje a Chicago hace casi dos meses no habíamos tenido algún acercamiento como aquellos. Aunque en mis sueños y mis ratos libres imaginaba cada una de las cosas que hicimos y sí, me declaraba culpable de pensamientos tan impuros cuando lo hacía regularmente.

Pobre James, si pudiera ver mis pensamientos me miraría con reprimenda de la forma tan sucia que lo imaginaba.

–Esto es muy inapropiado –dije avergonzada, hice ademan de levantarme solo provocando que el presionada más su agarre alrededor de mi cintura.