Capitulo 36

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A mitad del viaje comencé a tener sueño, lo suficiente para que después de unos minutos comenzara a cabecear.

Abrí los ojos alarmada cuando en una ocasión me fui muy al frente, aunque el cinturón me detenía la mano de Jack me regreso hacia atrás por el hombro. Mis ojos conectaron con los suyos asustada, el no hizo ningún comentario en cambio con su mano impulso el lateral de mi cabeza hasta que la tuvo recargada en su hombro. Aun así busque verlo pero apenas podía hacerlo cuando James tomo mi mano y la llevo hacia el descansándola en su pierna, busque su mirada la cual estaba un poco tensa pero aun así solo suspiro y se dedico a mirar por la ventana tras soltar un suspiro.

Pude sentir a Jack tensarse, cuando volví la mirada ya no me observaba solo miraba la pantalla que reproducía una película. No me quito ni hizo ademan de moverse así que permanecí en esa posición sintiendo por un momento que estábamos bien.

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Jasper Alberta era mágico, tras todo un viaje largo lleno de miradas incomodas y bromas malas de Tiffany a su padre finalmente llegamos. Sinceramente jamás me hubiera imaginado esto, pero ese día estaba ahí alado de las personas mas importantes en un lugar hermoso.

El aire olía tan puro y a pinos que me hubiera gustado capturarlo en una esencia y colocármela de loción.

–Me estoy congelando, dios, apúrate papá.

Observo a Tiff quien da pequeños saltos intentado aliviar el frio, después comienza a abrir la boca y exhalar mirando el vapor brotar haciendo una pequeña nube que desaparece enseguida.

–Si ayudaras iríamos mas rápido ¿no crees? –Responde Jack borde.

–Tú no tienes derecho a opinar, tu andas de mal genio.

– ¿Y eso que tiene? –Reprocha– Eres una floja berrinchuda.

– ¡Haley, mira a este gusano!

Ruedo los ojos negando.

Decido que no es mejor abrir mi boca y me acerco al auto negro donde todos los hombres bajan las maletas.

Mis padres ríen de Tiffany e intentan hablar con ella distrayéndola de la pequeña pelea que se ha montado con Jack.

–No, nena, ve con ellos ya casi terminamos.

–Estoy bien, puedo ayudar.

Hago ademan otra vez de meterme entre él y el auto para tomar una maleta pero le da una palmada a mi mano chaqueando la boca.

–Está bien, está bien. –Respondo elevando ambas manos alado de mi cara en forma de paz.

Cuando me acerco con mis padres escucho como Tiff se está quejando de Jack y lo infantil que es, mientras tanto decido rodear el brazo de mi padre y recargar la cabeza sintiendo el calor que desprende. El deposita un beso en mi coronilla y continua escuchando a mi amiga quien ahora se queja del frio.

–De haber sabido elijo un mejor lugar, hubiéramos ido a la playa estaría mejor que el frio.

Ruedo los ojos.

–Tú elegiste aquí, Tiff. –Recrimino– A parte es hermoso y huele delicioso.

– ¡Es muy frio! –Se queja, recarga su peso en una pierna y dice; – En internet encontré que no estaría tan frio, no es mi culpa.

–Eres mala en muchas cosas al parecer. –Responde Jack al pasar por detrás de ella acercando las maletas a la entrada del hotel.

– ¡Jack! –Exclama molesta.

–Sigue siendo igual de travieso –murmura mi madre a papa quien ríe ante su comentario.

Nos encaminamos detrás de el los cuatro dejándonos abrigar por el lobby del hotel, una dulce melodía suena haciendo honor a la tranquilidad que se siente.

Inesperado.(#1SagaAnderson) (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora