–Mire a mi padre llorar por mi culpa.
Mi voz sale estrangulada y muy diferente a la mía, incluso podría no reconocerme si me grabaran en un audio para mostrármelo después. No hizo ningún ruido dejándome seguir a mi tiempo, me costaba, me costó decirlo.
Sabía que James no sabría ninguna cosa sobre lo que hablaba, podría imaginárselo pero él era el que menos-de todos los que me rodeaban- sabia de lo que pasaba. Y no era su culpa, aunque ya me había sentido cómoda con el dentro de mi zona de confort, había algo dentro de mí que me decía que evitara contarle mi pasado. Muy dentro de mí me avergonzaba que él me mirara diferente, como todos solían hacerlo.
–Papa, siempre ha sabido guardarse lo que siente para evitar esto. –continuo en un susurro, mis ojos se vuelven a empañar pero gracias a que dejo todavía mi cabeza en su pecho él no puede notarlo– Desde que
Me tengo que detener cuando mi garganta se aprieta, el corazón se me acelera sintiendo el temor invadirme. Miles de dudas, su mano va a mi cabeza acariciando mi cabellera automáticamente distrayéndome de todo.
–Tranquila, está bien.
Cierro los ojos tomando una bocada de aire que me calma, me tomo mi tiempo antes de volver a abrirlos.
–Sé que todavía no sabes nada de lo que me ocurre, pero quiero que sepas solo que me da miedo ver cómo cambia tu forma de verme. –murmuro decaída.
James hace un ruido con la garganta haciendo que resuene hasta su pecho el cual se eleva unos centímetros. La caricia en mi cabeza se detiene pero no aparta la mano.
–Nada en este mundo podría hacer que te vea de otra forma, Haley.
–No digas algo que no sabes. –me quejo, sintiendo recelo.
–Oye –me llama, se remueve por lo que tengo que apoyarme en mi brazo para no caer a su lado cuando se pone de lado para verme–, cuando digo algo créeme, estoy siendo sincero.
Me mira con intensidad y le creo, de esas pocas personas que pueden decirte todo al verte, así me hace sentir en ese momento.
–Mi padre no pudo evitar que me lastimaran cuando tenía entre diez y doce años, él se siente culpable por eso.
Mi voz vuelve a ser un hilo de nervios, casi inaudible, veo como se queda en blanco. Como su boca se abre ligeramente permaneciendo quieto. No he sido específica aunque sé que puede imaginarse en esos momentos mil escenarios en su cabeza. Pero no estoy lo suficientemente fuerte para poder continuar contándole sobre eso. He dado un gran paso, uno que me ha dejado sin aire para poder respirar con normalidad mientras aguardo a otra reacción.
Las manos me pican, me siento frustrada tras no ver ninguna acción diferente hasta que le veo tomar una gran bocada de aire y fruncir su entrecejo confuso.
– ¿Lastimarte de qué forma? –cuestiona.
Desvió la mirada, por unos segundos comienzo a experimentar la misma sensación que tuve hace doce años, cuando mi madre comenzó a interrogarme sobre lo que ocurría. Sobre lo que tantos años me había quedado callada.
Recuerdo esa vez con exactitud y cada que viene a mi cabeza se siente tan fresco como si repitiera esa etapa una y otra y otra vez. Es un tormento, uno que casi siempre me lleva a crisis existenciales y en el peor de los casos medicarme con relajantes.
–Estoy asustada –Murmuro para mí misma, diciéndomelo para enfocar la emoción y controlarla.
Mí vista está en la cama, observando como mis manos aprietan cualquier cosa cerca aferrándose a mantenerse presente.
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Inesperado.(#1SagaAnderson) (CORRIGIENDO)
RomanceLas voces en mi cabeza no me dejaban descansar, hasta que llegaste tu y calmaste ese mar de dudas, hasta que besaste mis sueños y sujetaste mis temores. Ahora mi temor no eran mis monstruos, era que te fueras y me dejaras de nuevo sola con ellos. SA...