Capitulo 28.

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Esas pequeñas vacaciones de trabajo fueron las mejores desde hace cinco años y sinceramente hubiera deseado congelar el tiempo para vivir ahí siempre. Pero todo tiene un fin y teníamos que regresar a la rutina laboral, la vida urbana y problemas mundanos.

– ¿Quieres agua o bebida, Haley?

Despego mis ojos de la ventanilla al oír la voz de James frente mío, miro unos segundos a la azafata y sonrió.

–Agua, por favor. –Respondo, ella asiente entregándome una botella antes de desaparecer. – ¿Qué?

Cuestiono al verlo observarme, al oírme sacude la cabeza como si saliera de sus pensamientos y con una pequeña sonrisa niega.

–Nada.

–No parecía nada. –Ladeo la cabeza devolviéndole la sonrisa.

–Muy curiosa, Señorita Dickens. –Responde suspirando, le veo acomodarse más relajado en el asiento y después palmea el asiento vacío a su lado– Ven.

Mis ojos miran los suyos nerviosa, su mirada es intensa y puedo decir que con los varios encuentros que tuvimos en chicago podía diferenciar su mirada con deseo. Se le tornaban más azul oscuro–si podía ser posible– su usual color, quizás era mi imaginación pero cuando ponía su mirada cargada de deseo en mi se me erizaba la piel.

Carraspee.

–Hay gente, James. –Susurre nerviosa mirando sobre mi hombro el pasillo, aunque desde donde estábamos teníamos cierta distancia con los demás.

–Es de noche, Dickens, nadie va a mirar nada. Aparte apagaran la luz en cuanto despeguemos. –Mantuvo su voz baja solo para que yo lo escuchara, pero al continuar elevo un la voz– Hay que revisar algo del proyecto que me gustaría que se lo menciones a Isabel.

Eleve una ceja negando.

No tuve más opción o eso me dije mentalmente para creérmela y ponerme de pie más que ir a su lado. Cuando estuve sentada en el asiento vacío, se dedicó a colocarme el cinturón. Desde que lo conocía siempre tenía esa costumbre de asegurarse colocarme el cinturón, me hacía sentir como una niña pequeña pero me agradaba la sensación que causaba en mi cuando lo miraba concentrado en su acción.

–Mira, esto quiero que se concentren sobre el proyecto. –Menciona abriendo un archivo en su computador.

No puedo evitar mirarlo sorprendida, cayendo en cuenta que de verdad hablaba sobre el proyecto.

Me sonroje avergonzada de haber pensado otro tipo de cosas, me explico paciente y con detenimiento para que no se me pasara nada. Tuvo que parar cuando el avión anuncio que despegaríamos, una vez en el aire continuo hablando sobre los puntos más importantes que quería que hablara con Isabel. Lo que creí que sería algo corto se extendió a una hora, cuando termino cerro el computador dejando todo alrededor oscuro.

Solo unas pequeñas luces color azules iluminaban la vía por la que podías caminar en dirección al baño o a mis compañeros. Pero más ver algo mas no se podía, más que prendiéramos las pequeñas luces de lectura que había sobre nuestras cabezas.

– ¿Quieres dormir? –Pregunta bajo.

–No. –Respondo inclinando la cabeza sobre el respaldo, no hay más ruido alrededor más que el de los motores del avión.

Quiero verle entre la oscuridad cuando no me vuelve a responder nada más, pero la verdad es que era imposible. Decidí que cerrar los ojos quizás ayudaría a poder dormir un poco, pero los abro alarmada cuando siento algo rozar mi muslo desnudo. Inmediatamente llevo mi mano a lo que sea que pasa por la orilla de mi falda sintiendo una mano, la tomo tensa sin soltarla intentando buscar su rostro pero solo veo su silueta acercarse y su aliento hacer cosquilla en mi oído.

Inesperado.(#1SagaAnderson) (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora