Inesperado.(#1SagaAnderson) (CORRIGIENDO)

Capitulo 19.

– ¿Te o café?

–Te, por favor.

Megan me observaba con una mirada extraña, después menea la cabeza y prosigue a tomar la tetera de agua caliente para vaciar el contenido en una taza blanca.

– ¿Cómo es que sobrevives por las mañanas sin cafeína en tu sistema? –Cuestiona, desliza la taza sobre la barra marmolada hasta mis manos.

–Yo y el café estamos peleados. –Respondo dando pequeños soplidos al agua, ella eleva una ceja mientras se prepara su café– Digamos que no necesito toda la adrenalina que causa, yo solita la produzco todo el tiempo.

– ¿Algo así como beber café todo el día?

–Algo así. –Confirmo.

Éramos las primeras esa mañana que nos habíamos levantado y preparado, en mi caso no fue que lo prefiriera más bien no pude conciliar el sueño completamente. Como un estado dormido-despierto que por desgracia solo hacía sentir más cansancio que de costumbre.

–Tengo hambre ¿crees que deberíamos irlos a despertar o ir solas? –Pregunta Megan recargando su brazo sobre la barra y después su mentón sobre su mano.

–Dejemos que duerman media hora más. –Propongo, ella suspira como si esa idea no le gustara tanto pero no menciona nada más.

Después de conversar un poco sobre nosotras y beber el contenido de nuestras tazas las dos nos pusimos a hacer algo para perder el tiempo. Ella estuvo en el celular mientras que yo decidí echar un vistazo a un par de libros que había en una repisa en la sala de estar.

Ese lugar era un paraíso, toda su decoración parecía de la alteza real, especialmente los adornos con estilo a oro o esculturas antiguas, la suite era lo suficiente grande para meter a una familia más con nosotros.

Pero como había sido desde el principio yo era la única anonadada con todo el lugar.

Las habitaciones habían sido escogidas por como cada quien llego primero, Megan tomo la cama más grande y los demás solo tomamos la que pisamos primero. No me quejaba, incluso teniendo la cama más pequeña del lugar para mí era un sueño.

Un delicioso sueño.

Me toco en medio de Keyzar y James, por lo que no tuve que quejarme de que mi compañera bajara el volumen de su risa por la noche como Jasón. Según ella, necesitaba un momento de relajación.

Pasaron veinte minutos más cuando la puerta principal sonó por todo el pasillo, ambas dejamos lo que hacíamos miramos alarmadas. Nadie estaba despierto más que nosotras, por lo que aguardamos ansiosas ver a la persona cruzar por el pasillo poniéndonos alertas en todo momento.

Para nuestro alivio la silueta imponente de James apareció, llevaba un cartón con cuatro vasos y en su mano derecha otro del mismo. Primero nos miró sorprendido y después nos sonrió.

–Madrugaron. –Menciono, camino hacia el otro extremo en dirección a la cocina hablando más fuerte para que ambas lo escucháramos. –Les traje bebidas, no se cual quiera cada quien pueden venir a tomar la que deseen.

Megan y yo nos miramos unos segundos antes de ponernos de pie y dirigirnos por donde se había ido.

Lo vi en el lava manos dejando solo a la vista su espalda debajo de una camisa polo azul rey, llevaba pantalón de mezclilla y lo hacía lucir extraño. No estaba acostumbrada a verlo de una forma menos formal a como vestía todos los días.

–Yo quiero esta de fresa. –Dijo Megan, deje de verlo mirándola encontrándola con una sonrisa burlona.

Desvié la mirada nerviosa de haber sido atrapada, leí la descripción de cada vaso hasta que tome un té de frambuesa frio carraspeando.