Cuando un nuevo acontecimiento esta por aparecer en tu vida y tienes conocimiento de ello, el miedo se arraiga de tus más profundos temores.
Temes no cumplir con los estereotipos de los demás, ser excluida o fracasar. El miedo a fracasar definitivamente era un plato frio que no muchos sabían tomar cn gusto. Gracias a la ansiedad que sufría diariamente el miedo a muchas cosas era algo con lo que aunque me acompaño desde mi adolescencia no estaba acostumbrada.
Siempre aparecía de una forma diferente, más duramás dolorosa.
Tampoco ayudaba mucho que se mezclara con mis pensamientos negativos sobre acontecimientos trágicos que seguramente no iban a suceder pero que por alguna razón mi cabeza me obligaba a creerlos. Cuando eso sucedia entraba en una batalla en la que tenía que forzarme a levantar mi cuerpo de la cama, aunque sintiera que de ella salieran unos brazos que me aprisionaban impidiéndome irme.
Eso me sucedió esta mañana.
Cuando pude sentarme en la orilla de la cama tome tres bocadas de aire cerrando mis ojos, era una especie de terapia que la Señora Flatless me había enseñado para controlar la ansiedad. Consistía en enfocar mi atención a mi respiración, elevar mis brazos hacia enfrente y con una mano dar pequeños golpes con el filo de ella a un costado de la otra diciendo; estoy aquí, estoy presente, todo está en calma.
Era una meditación rápida que me había ayudado en varias ocasiones y esa no fue la excepción.
No necesito buscar un conjunto de ropa por que hace un tiempo junto a Tiffany habíamos tenido un tipo de ritual para nuestro primer empleo. Fuimos de compras y adquirimos tres conjuntos, los mismos que usaríamos en cuando adquiriéramos empleo. Un vestido, un conjunto de pantaloncillos y saco y una falda. Me gustaban cada uno de ellos pero en esta ocasión me puse el vestido azul marino con mangas hasta los codos, deje mi cabellera suelta porque de alguna manera siempre me daba más valor de enfrentar a la gente levarlo así y me maquille lo más sutil que pude.
Tiffany tenía un par de propuestas de trabajo antes de salir de la universidad pero según ella necesitaba unas semanas de relajación para pensárselo antes de tener que elegir. Por lo que al escuchar ruidos en la cocina no puedo evitar fruncir el ceño.
Apenas voy a entrar por el marco de la pared que divide la cocina del pasillo cuando diviso la espalda desnuda de un chico, logro darme cuenta de quién es cuando toma la barra de pan a su lado.
– ¿De nuevo en nuestro apartamento?
Es evidente la molestia en mi voz, pero pareciere que no le afecta porque se gira con una sonrisa alegre mientras sostiene una barrita de pan en una mano y un cuchillo en la otra.
–Cuanto tiempo sin vernos, buenos días a ti también, linda. –Responde tranquilo, suspiro cayendo en cuenta que él no tiene la culpa de esta situación así que terminó dándole un asentimiento en forma de saludo antes de recorrer su cuerpo desnudo cubierto solo por un bóxer.
Resoplo.
– ¿Podrías usar algo más que solo bóxer cuando estés aquí, por favor?
Parece divertirle la situación ladeando la cabeza, aprieto mis labios porque comienzo a sentirme irritada e insegura.
–Pareciere que tienes problemas con ver a un hombre en paños menores. –Su voz suena a burla, su comentario me incomoda a lo que tomo aire frunciendo el ceño.
–Da igual eso, solo usa algo más cuando estés aquí. Ya le había dicho a Tiffany respecto a esto pero siempre pareciere que solo escucha y le sale por el otro oído.
–Oye, está bien, cálmate. –Veo como deja las cosas en la barra alado del lava platos y me mira más serio, se rasca la nuca y asiente– Cuidare eso la próxima vez ¿bien?
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Inesperado.(#1SagaAnderson) (CORRIGIENDO)
RomanceLas voces en mi cabeza no me dejaban descansar, hasta que llegaste tu y calmaste ese mar de dudas, hasta que besaste mis sueños y sujetaste mis temores. Ahora mi temor no eran mis monstruos, era que te fueras y me dejaras de nuevo sola con ellos. SA...