–Wow.
Me quedo pasmada frente al espejo observándome de pies a cabeza parpadeando a su vez para asegurarme que sigo siendo yo.
Mi cabello lacio con las puntas onduladas acaricia mi piel desnuda que el vestido rojo entallado hasta los muslos y después suelto con una aventura en la pierna derecha permite. Por la parte de arriba mis hombros están descubiertos gracias a la forma del vestido de hombros caídos que se ciñen en dos líneas lisas que cruzan hasta mi pecho formando una V en el valle de ellos.
El maquillaje es más cargado de lo que usualmente uso, y mis labios a juego con el vestido contorneando cada curva haciéndolos lucir más regordetes.
–Ay dios. –Me giro inmediatamente encontrándome con Tiffany, sus manos tapan su boca sorprendida antes de chillar y dar pequeños saltitos señalándome– ¿¡Dónde está mi amiga!?
–Tu también estas estupenda, Tiff. –Digo sonriendo.
La rubia lleva su cabellera en ondas que caen sobre su espalda, su vestido es plateado y brilla como si estuviera cubierto de brillantina. Este mismo se ciñe hasta sus caderas antes de caer suelto hasta el suelo, sus brazos están cubiertos por la prenda dejando solamente el escote en sus pechos dejar ver piel.
Y aun así luce hermosa.
– ¡Somos la bomba mezclada con estrellas! –Rio divertida cuando corre hacia mí rodeándome en un abrazo.
–Que ocurrente. –Digo negando divertida, se aleja un poco sonriéndome.
–Conmigo no te aburres. –Me guiña un ojo antes de alejarse, comenzando a hablar con las chicas que nos arreglaron, mientras se encaminan a la puerta de mi recamara para salir Tiff se gira y me señala; – Apresúrate a tomar tus cosas, debemos irnos ya.
Asiento sabiendo que ya no me observa para comprobar que la he escuchado. Busco un bolso pequeño negro metiendo lo necesario en él, cuando estoy lista me observo una vez más en el espejo.
Miro el escritorio a un lado donde una paquetito de pastillas reposa, son las que la Señora Fhatless me receto. Estiro la mano para tomarlas en caso de necesitarlas pero a medio camino me detengo permaneciendo así unos segundos.
–Tú puedes con esto, Haley. –Susurro apretando los labios en una fina línea, cuando me siento preparada compongo mi postura alejando mi brazo y suspiro.
– ¡Haley es hora!
El grito de mi mejor amiga me hace romper la mirada con el espejo, me encamino hacia el la sala de estar donde la veo guardar algo en un bolso de mano plateado. Al escucharme llegar me mira unos segundos y cierra el bolso girándose hacia mi.
–Bill nos espera en el primer piso, nuestros padres ya van en camino al salón del evento. ¿Estas lista?
–No estoy segura. –Confieso nerviosa, ella sonríe con cariño y toma mi mano.
–Es nuestro momento, Jal. –Al escuchar su sobre nombre no puedo evitar sonreír de lado, ella ladea la cabeza y sonríe más– Vamos a disfrutar tantos años de desvelo por la universidad, ¿ok?
–Ok pero no me digas así delante de la gente. –Digo poniéndome más seria, ella rueda los ojos pero asiente.
Tiffany tenía la costumbre de llamarme así cuando las cosas se ponían sentimentales o cuando le entraba un ataque de cariño conmigo. Al principio cuando la escuchaba llamarme así los primeros meses de vivir juntas, creí que era porque confundía mi nombre con otro. Pero tras escucharla varias veces nombrarme así decidí preguntar.
Lo único que me dijo fue que mi nombre le recordaba a la Jalea y yo solía ser en ocasiones demasiado dulce con las personas que me importaban. Así que me llamaba de esa forma en cariño.
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Inesperado.(#1SagaAnderson) (CORRIGIENDO)
RomanceLas voces en mi cabeza no me dejaban descansar, hasta que llegaste tu y calmaste ese mar de dudas, hasta que besaste mis sueños y sujetaste mis temores. Ahora mi temor no eran mis monstruos, era que te fueras y me dejaras de nuevo sola con ellos. SA...