-Lo siento, en verdad lo siento -decía Yurio con lágrimas en los ojos junto a Jean, quien trataba de consolarlo.
-Discúlpate cuando Yuuri despierte -fue lo único que Viktor pronunció antes de retirarse.
-Señor Plisetsky necesitamos tomar su declaración de los hechos -habló un oficial de policía.
-Está bien -susurró el rubio.
-¿Puedo acompañarlos? -preguntó JJ, no quería dejar a su gatito solo.
-Me temo que eso no será posible señor Leroy, debemos estar a solas con el señor Plisetsky -respondió otro oficial.
-Está bien -respondió sin ganas.
-Estaré bien, debes quedarte aquí, cualquier cosa que suceda debes avisarme -dicho esto Yurio se separó de su pareja.
Se retiró del hospital escoltado con ambos oficiales, no sin antes voltear a ver a Viktor. Necesitaba saber algo acerca del Katsudon.
Jean tomó asiento al lado de Viktor, en la sala de espera del hospital.
-Siento si fui duro con él, solo que no soporto esto -dijo Viktor, escondiendo su rostro entre sus manos y apoyándose sobre sus rodillas.
-Si fuera mi gatito quien estuviera en ese quirófano, reaccionaría de la misma forma o peor -Jean posó una de sus manos en la espalda de su amigo, en señal de apoyo.
-¿Sabes lo que ocurrió? -preguntó Viktor con lágrimas en los ojos.
-No me dejaron hablar con él, se acaba de ir por su declaración -ambos suspiraron.
Lo único que podían hacer era esperar.
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-Bien, señor Plisetsky, afortunadamente usted solamente ha presentado una fractura en su brazo derecho y un esguince en su cuello, por ello hemos pedido autorización para interrogarlo -habló uno de los oficiales.
-Pero no será un interrogatorio -habló una persona, entrando en la sala -Será solamente el hecho de tomar su declaración, usted y el señor Nikiforov son las victimas, tenemos al responsable del accidente, al parecer manejaba alcoholizado y la camioneta era robada, si queremos proceder en su contra debe decirnos que sucedió-.
-Comience -habló el oficial al tiempo que encendía una grabadora -¿Qué es lo que sucedió? -.
-Yuuri y yo, nos encontrábamos en camino al aeropuerto, Viktor estaba a punto de regresar de un viaje de trabajo junto a mi pareja, Jean-Jacques Leroy, íbamos en el auto de la familia Nikiforov. Tengo permiso de conducir desde hace dos años y mi historial está limpio, yo me encontraba manejando debido al estado de Yuuri. Le dije que iría yo solo -para este momento Yurio se encontraba llorando.
-Continúe -pidió el policía.
-Le dije que iría yo por ellos, pero el insistió en acompañarme -el rubio trataba de calmarse para hablar más claro -Yuuri tomó asiento en la parte trasera del coche. Todo iba bien, hasta que en un entronque, el semáforo marcaba verde para mi carril. Pero Yuuri me advirtió, se dio cuenta de que esa camioneta no pensaba detenerse, así que no avancé, preferí darle el paso para evitar un accidente-.
Le ofrecieron un pañuelo a Yuri y este lo tomó, limpiando un poco las lágrimas que tenía el rostro y la mucosidad que comenzaba a salir de su nariz.
-Joder que pensé que si lo dejaba pasar no sufriríamos daño alguno, pero el estúpido ese decidió dar la vuelta en ese momento, no sucedió nada, pensé que estábamos a salvo, hasta que escuché el grito de Yuuri -las lágrimas volvieron a los ojos del rubio.