-Yurio, ya se acerca San Valentín -habló Yuuri mientras leía un libro.
-¿Y eso qué? -el rubio no despegó la vista del libro de matemáticas.
-Quiero hacer chocolates -murmuró bajito, con sus mejillas sonrojadas.
Yurio volteó rápidamente a ver al japonés.
-¿Se lo dirás? -preguntó sorprendido.
-Creo que eso haré -contestó sonrojándose aún más.
Yurio también se sonrojó, tal ves él también regalaría chocolates este año.
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-Mamá -llamó entrando a la cocina.
-¿Qué pasó Katsudon? -preguntó la señora, observando a los chicos que se encontraban avergonzados.
-¿Podrías enseñarnos a hacer chocolates? -preguntó tímido el peli negro.
-¿Regalaran chocolates para San Valentín? -preguntó emocionada la señora Katsuki.
-Así es -respondí en un susurro el rubio, escondiéndose detrás de Yuuri.
-Primero debemos ir al supermercado -seguido de esto, la mujer salió de la cocina.
Y los chicos la siguieron.
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-Vamos cerdo, no hicimos todo esto para que después dieras marcha atrás -gritó molesto el rubio.
-Pero él ha recibido muchos chocolates hoy -se escudó el peli negro.
-Así es, pero no ha recibido el tuyo, vamos hazlo ya- el rubio comenzaba a impacientarse.
-Lo haré si tu lo haces primero -retó el mayor.
Yurio se sonrojo y con una gran fuerza de voluntad dijo.
-Está bien, vamos a buscarlo -dicho esto se dio la vuelta y Yuuri fue tras él.
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-Por favor, acepta mis sentimientos -dijo una linda joven ofreciendo también una linda caja de chocolates.
-Lamento decirte que no puedo hacer eso -respondió el joven, con una sonrisa conciliadora.
-¿Puedo saber el por qué? -preguntó la joven con tono triste y a la vez molesto por no ser correspondida.
-Eres hermosa, eres como una princesa, pero yo ya tengo a alguien a quien quiero llamar mi reina -dicho esto el joven se dio la vuelta, ya había terminado ahí.
Se dirigió a donde su amigo peli gris se encontraba.
-¿Otro rechazo? -preguntó Viktor con pena, no le gustaba rechazar a las chicas, pero no tenía opción él ya estaba enamorado de alguien y sabía que su amigo se sentía de la misma manera.
-¿Podemos hablar? -se escuchó una voz detrás de JJ y este sonrió al reconocer la voz.
-Te veo luego Leroy -se despidió Viktor para luego dejarles solos.
-¿En qué puedo ayudarte? -preguntó dándose la vuelta con una gran sonrisa.
-Ten -dijo empujando la caja de chocolates hacia el más alto, quien se sorprendió ante el gesto, algo tosco pero lindo.
-Gracias, gatito -JJ abrazó al rubio, quien tenía la mirada en el suelo, tratando de esconder su sonrojo -¿Puedo aceptar esto como una declaración de amor?
Yurio trató de empujar a Jean para separarse, pero no lo logró, así que con timidez correspondió el abrazo. Ahora fue turno de Leroy para sonrojarse.
-Será mejor que el cerdito también lo haga- murmuró Yurio.
-¿Dijiste algo? Mi reina -JJ apretó aún más el abrazo.
-No me llames así -Yurio escondió su rostro en el pecho del chico que le gustaba.
Odiaría a Yuuri si no entregaba sus chocolates.
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-Viktor -llamó tímidamente el japonés al ruso.
-¿Puedo ayudarte? -preguntó de manera serena y con una pequeña sonrisa, aunque por dentro estaba muy feliz de que el cerdito le hablara.
-¿Podrías aceptar esto, junto a mis sentimientos? -el japonés hizo una pequeña reverencia y extendió la caja de chocolates.
Se enderezó cuando sintió que le quitaban la caja. Se sonrojó al ver a Viktor hacer una reverencia.
-Entonces cuida de mí, mi pequeño Yuuri -exclamó feliz para luego abrazar fuertemente a Yuuri, quien se había puesto más rojo de lo que ya estaba.
Viktor agradeció el ver todo esos animes, porque así sabía como corresponder los sentimientos de un lindo y tierno japonés.
Espero que les haya gustado. Lamento no haber publicado esto el día de San Valentín, pero todo el papeleo para el ingreso a la universidad me tiene agobiada y sin tiempo.
Espero sus votos y comentarios, espero que ese día se la hayan pasado muy bien, quienes festejaron con sus parejas pues me alegro, los que no pues también porque para todos hay amor y de diversas maneras.
Los quiero mucho, gracias por su apoyo. Nos leemos en el siguiente OS. Bye Bye.💖
