Cuando Victor llegó a mi vida, nunca pensé llegar a donde estoy ahora.
Hubieron grandes cambios a lo largo de estos años, cambios que no hicieron otra cosa que hacerme feliz. Claro que hubieron momentos en los que pensé que ya no podría más, momentos dolorosos que no hubiera podido sobre llevar si me hubiera encontrado solo, pero después de un tiempo no fue así. Porque después de todo, el cambio más maravilloso de mi vida se presentó cuando Victor llegó a mi vida.
-Yuri, estarás bien -Victor tomó mi mano y yo le di un apretón.
-Te amo -susurro demasiado bajo que temo no me haya escuchado.
-Yo también te amo, cariño -siento los labios de Victor sobre mi frente y me relajo.
De pronto siento una contracción y no puedo evitar jadear de dolor. El momento ha llegado.
-Vamos Yuri, recuerda respirar -siento como Victor me guía en la respiración, además de su mano sobre la mía.
-Yuri, no tan fuerte -se queja Victor. He sentido otra contracción y no he podido apretar su mano fuertemente ante el dolor.
Inhalo. Exhalo. Inhalo. Exhalo. Dolor. Así una y otra vez. Siento el andar lento, necesito llegar ya a la sala de operaciones. Escucho a médicos y enfermeros, pero no distingo lo que dicen, solo puedo sentir dolor en mi parte baja y calidez en mi mano derecha.
-Lo lamento señor Nikiforov, pero a partir de ahora no puede pasar -escucho como una mujer da indicaciones, para luego sentir como la mano de Victor me suelta.
-Todo saldrá bien, estaré aquí cuando despiertes -la suave voz del ruso es lo único que escucho, para luego empezar a dormir. El dolor desaparece.
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De pronto, siento una gran necesidad de tomar agua. Mi garganta se siente seca, mi cuerpo siente el cansancio y mis parpados los siento pesados.
"Estaré ahí cuando despiertes" recuerdo lo último que escuché decir a Victor. Entonces llevo una mano a mi vientre y lo siento plano. Comienzo a llorar.
-Yuri, cariño, ¿Qué sucede? -escucho la voz angustiada de Victor y no puedo evitar sonreír en medio del llanto. Aún así no abro los ojos. -Yuri, abre los ojos, sabes que no soy bueno con la gente que llorar frente a mí.
-¿Dónde está? -es lo único que puedo decir, luego de calmarme lo suficiente como para hablar.
-Si abrieras los ojos, podrías saberlo -abro los ojos inmediatamente, la luz me molesta y tardo un poco en adaptarme.
Cuando lo logro, busco a Victor con la mirada. Lo encuentro al lado de la camilla de hospital en donde me encuentro, en sus brazos lleva un pequeño bulto con sabanas rosas.
-Después de todo será Alena -susurra Victor mientras acomoda en mis brazos a la pequeña bebé.
Es tan hermosa. Las facciones tan delicadas y finas, parecidas al hombre que amo. Las mejillas regordetas parecidas a las mías. Las enormes pestañas parecidas a las de su padre. Los pequeños cabellos oscuros del mismo color que el mio. Deseo ver sus ojos.
-Bienvenida al mundo, Luz de mi vida -deposito un pequeño beso en la frente de mi bebé y la estrecho contra mi.
Larga fue la espera pero ya está aquí, con nosotros. Mi preciosa bebé.
-Gracias, cariño. Te Amo -siento los labios de Victor sobre los míos y correspondo a su beso.
Entonces observo a las dos personas más importantes de mi vida. Las dos personas que han hechos cambios en mi vida. Cambios que me han hecho el hombre más feliz.
Entonces sonrío. Porque este tipo de cambios son los que necesito en mi vida. Porque ellos son lo más preciado para mi.
-Te amo -le digo a Victor.
-¿Te casarías conmigo? -su pregunta sale tan de repente, que he quedado mudo.
Este cambio no me lo esperaba tan pronto.
Espero que les haya gustado. He tenido esta idea en la cabeza desde hace un tiempo, pero no sabía como desarrollarla. En verdad espero que haya podido transmitir lo que quería.
Alena significa Luz y está en ruso. Quise dejarlo en romanji por ello de como escriben los rusos y que se apreciara bien el nombre.
Oh! Por cierto, gracias por sus votos y comentarios, además del número de leídas actuales. Les agradezco todo su apoyo. También agradecería si me ayudaran a difundir esto para que más gente se pase por aquí a leer. Los invito a pasarse por mis demás historias, espero que sean de su agrado.
Nos vemos en el siguiente capítulo.