Vecino Yo También Se Jugar

Veamos quién puede más

Después de dos semanas ya empezaba a acostumbrarme ya estaba agarrando el ritmo en cuanto a la disciplina.
Aquella tarde estábamos en un rata libre debía admitir que estaba que estaba sola y eso no era bonito.
No me llevaba con ninguno de los chicos, a pesar de vivir con ellos, podía asegurar que les molestaba mi presencia.
Ellos jugaban fútbol mientras que yo miraba el atardecer, era muy bello, me sentía en paz.
- Oye Regina - me hablaba el chico de orbes mieles a pesar de vivir dos semanas con ellos no me sabia sus nombres
-¿Si?
- Deja de papar moscas y ven a animar al equipo
- No soy muy buena haciendo tal cosa
- Vamos todas las chicas saben hacerlo muy bien
-Eh..... no, no puedo - me fui a otro lugar
La noche llegó rápido todos estaban listos para dormir a excepción de mi, yo debía ducharme por las noches, me desvesti y entré rápidamente a la ducha, estaba cantando - ¿ Sabias que cantas horrible? - la voz de un chico me asustó
-¿ Que.....que haces aquí?- estaba apenada
- Vengo a orinar eso es todo- dijo con tranquilidad, estaba a punto de....
- Espera - grité, me volteó a ver, arqueaba una ceja
Estaba en la ducha por lo tanto.....estaba desnuda, traté de cubrirme -Tranquila es normal, soy muy guapo y todas me desean
- Idiota deja de verme!!!
- Dejame orinar y yo me voy así podre dejar de verte
- Eres un chantajista
- Bueno me quedo
Aunque tratara de cubrirme ya me había visto, le di la espalda y seguí con la dicha - ¿ Me ignoras?- dijo con un aire de ofendido
- Sólo orina y vete
- Creí que te molestaba
- Pues te diré no me interesa mientras haga como que no estas aquí todo esta bien - me encogi de hombros, el exhaló, seguido de ello escuché como orinaba.
Me terminé de duchar, sequé mi cuerpo y me vestí, el no salía del baño
- Pensé que sólo querías orinar y ya te habías ido ¿es que a caso quieres algo mas?- dije secándome el cabello
- Yo....
- Mira Reed no me caes mal pero me molesta esto
- Eres extraña. No se que haces aquí
- No te diré porque no te interesa
- Vamos a ver quien puede mas querida mía
Salí del baño, aquel chico era extraño, solo sabia su apellido, el era lindo debía admitirlo por fortuna solo lo vería en el campamento.
Llegué de nuevo hasta la habitación, todos estaban dormidos, era lindo verlos todos tan indefensos y relajados.
Llegué hasta mi  cama, levanté las sábanas y me metí, solo quería dormir y descansar, mis párpados estaban pesados poco a poco me quedaba dormida, unos brazos me  abrazaban la cintura escuchaba una respiración constante en mi oreja, su pecho era duro y su cuerpo cálido,me pegué mas a aquel cuerpo que me arropaba.

¿Me arropaba?
Desperté sobresaltada, asustada pero sobre todo indignada y con mucho sueño- Duermete
-¿ Reed?
- Shh, soy Axel duermete
-¿ Axel?
- Aja, Axel Reed un gusto
- Vete a tu cama
- No, hace frío y tu eres  muy cálida, hueles bonito, como a limón
- Axel vete a tu cama
- Shhh veamos si aguantas dormir conmigo
- No, no soportaría algo así
- Todos están dormidos
- Esta bien, solo cuida tus manos
- Me gusta abrazarte
- Nunca lo has hecho
- Desde hoy me agrada
Rodé los ojos, ese chico era tan extraño pero al menos era cálido.
Cerré los ojos, me dejé abrazar por el, tal vez estaba mal para los ojos de algunos pero no estábamos haciendo nada malo.
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La noche fue provechosa, estaba muy descansada, fue extraño ya que el no despertó a mi lado, por una parte me sentía aliviada, así no habría motivos de confusión o conflictos.
Pero una cosa tenía muy clara y era no volver a dejarlo dormir a mi lado.

Íbamos de camino a un lugar, nos llevaban en autobuses, me encontraba sola, pero a decir verdad no había muchos en mi grupo, a lo mucho eran 15 chicos 16 conmigo, miraba por la  ventana, los árboles pasaban un tanto rápido, era difícil para mi el hacer ejercicios de resistencia, y es a lo que íbamos.
- Hey !! Tú- una bola de papel llegó hasta mi, levanté la mirada pero fue como si nadie se hubiese movido, detestaba ese comportamiento tan infantil por su parte.
Volví  a “ distraerme” y de nuevo pasó a excepción que esta vez si vi quien fue - Señor Reed ¿ seria tan amable de no aventarme bolas de papel? Gracias
Escuché una pequeña risa esos tipos.
- No, no puedo Regina, porque no se me da  la gana y si quiero hacerlo de nuevo lo haré okey
- No - Tomé la bola de papel y se la avente le di directo en la cara, ni yo sabia que tenía buena puntería.
Se vio molesto pero dejó de molestar.
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Por fin llegamos al lugar, era un bello bosque, se escuchaba la apacible tranquilidad.
Las actividades comenzaron, carreras de relevos un maratón, estaba en el equipo de lo que tenían menor condición, pero dicen que no es la fuerza si no la destreza..... o algo así.
Pronto llegamos hasta la prueba del limón y la cuchara.
Fuimos los penúltimos pero llegamos hasta el siguiente ejercicio- Bien chicos, este es el último juego, es muy sencillo, sólo tienen que tomar ese plato de unicel y el estambre, lo van a atar a los cuatro extremos del plato y finalmente pondrán esos cuatro vasos encima, le pueden hacer como gusten, pero no se pueden caer los vasos, pueden dar los viajes que quieran sólo que no se caigan los vasos con agua.
Eso se veía difícil, mi equipo y yo comenzamos a atar el estambre en el plato- Iremos a la misma altura todos, lento, lo importante es que no se caigan los vasos.
Comenzamos a caminar estábamos un tanto presionados pero al fin logramos llevar dos de los cuatro vasos, a algunos se les caía el vaso a medio camino, repetimos la misma técnica, hasta que llegamos con los otros dos vasos, habíamos culminado el reto.
- Lo importante no es la fuerza o la rapidez es la agilidad chicos, rato libre, diviertanse nos vemos después
Me acerqué a Axel - Ya vio Señor Reed ¿Quien pudo mas?.....