Me había quedado en casa toda ma semana, me sentía un poco aburrida, por otro lado no lo había visto.
Pero de que me preocupaba de seguro había estado con su novia.
Salí al balcón, me senté y comencé a pensar, me entristecía saber que las inscripciones para el examen ya habían pasado y que tendría que esperar. Por otro lado era bueno así que podría estudiar mas y sacar un gran puntaje.
- Vecina un gusto verte - levanté la mirada y el estaba ahí, estaba frene a mi- ¿ No piensas hablarme?
- No tengo de que hablar contigo
- Claro que tienes mucho que hablar...por ejemplo ¿ Quien era el tipo con el que saliste ?
- ¿ Cual tipo?
- Uno trajeado y con pinta de ser rico
- ¿ Celoso?
- No es que solo creo que una niña tan linda no debería salir con cualquiera en la noche
- Se llama Kurtis Guillén y no es cualquier tipo
- A mi me parece que si, además me estas siendo infiel
- Mira quien lo dice el que ya volvió con su novia
- ¿ Celosa?
- Si Axel, celosa y mucho
Perecía que mis palabras lo habían sorprendido
- Sabias que solo era un juego
- Pero no era un juego que casi me tomarás en tu casa
- Te puedo tomar aquí si tu quieres
- No, no me apetece así que dejame en paz- me levanté del suelo y entré a mi habitación¿ Podía haber un tipo mas exasperante que Axel Reed?
No podía negar que ene ciera forma me gustaba que me hablara, me encantaba escuchar su voz y que esos ojos tan bellos me miraran como si fuese la única chica sobre la tierra.
Pero no.
El ya tenia novia y yo solo perdía tiempo.
Fui hasta mi cama, cerré los ojos, me dejaba llevar por mis pensamiento.
Dejar de pensar en el no me resultaba nada sencillo, pero si seguía así podría acabar en una sex-shop comprando cierto artículo que infringe placer.
Tal vez estaba muy activa en mis pensamientos y mis deseos que de pronto sentí una leve caricia en el muslo, me removí un poco.
Unos labios recorrían mi cuello, hábilmente unas manos desabrochaban mis pantalones, estaba teniendo un bello sueño, o mas bien algo que conllevaba a demasiado contacto que repercutían en mi zona intima.
La tela de mis pantalones se estaba deslizando por mis piernas.
Unas manos me acariciaban, un leve cosquilleo se hacia presente en mi piel
- Eres muy sensible a mis caricias- abrí los ojos
- Axel- grité, estaba en bragas y el me....besaba de una forma deliciosa y excitante. - pensé que estaba soñando
- Pues ya ves que no
- No y por eso te pido que te vallas esto no está bien, tu tienes una novia y yo no soy plato de segunda mesa
- No te trato como si lo fueras, al contrario yo quiero que te sientas bien y que pienses que solo somos tu y yo.
- Axel veo que no me conoces
- Repitamos
-¿ Cómo? ¿ Repetir que?
- Lo que dejamos casi a medias
- Ah eso....mmmm no, no me apetece
- Claro que te apetece y lo se, no me dejes así.
Mordisqueo mi labio inferior, me debatía en decir que si o que no.
Siguió besandome y accedí a sentirlo, a que me tomara.
- Sabes muy bien- su voz era ronca
Se deshizo de mi blusa, estaba solo en ropa interior. Pronto se quitó la playera, volvía a ver su torso, firme y bello, me levanté un poco y comencé a besarlo desde el cuello hasta el pecho.
Me tomó de las nalgas y me colocó sobre el, sus labios me besaban el cuello, jadeaba, tenía la garganta seca.
- Vamos- mi espalada tocó el colchón, era un poco incomodo ya que era en una litera.
Pero al final lo tenia solo con bóxer, el me tenia frente a el solo con bragas.
Estaba sobre mi masajeando mis senos. Pero de pronto solo dejó de hacerlo- ¿ Que pasa?- se bajó de mi y corrió a sus pantalones.
Se vistió en milésimas de segundo- Lo lamento pero no puedo- y me dejó sola, en la comodidad de mi habitación.
Estaba molesta, me había ido a despertar y solo se había ido, me había dejado confundida.
Me había hecho sentir feliz y con tantas ganas de simplemente llevarme y que había pasado, se había ido, se había ido.
Repitamos, la próxima vez que lo viera solo iba a repetirle una y mil veces que me dejara en paz.
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Vecino Yo También Se Jugar
Teen FictionRegina y Renata son hermanas gemelas, ambas son totalmente distintas, sin embargo a Renata de vez en cuando le gusta jugar a intercambiar identidades. Todo cambia cuando llega Axel, su vecino del balcón de enfrente, Renata desata una batalla en co...