Prologo

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-Viniste- dice Shawn aliviado. Después de salir por un mes, él sabía cuándo me encontraba cerca.

Esta recostado en la cama de hospital, una sonrisa adorna su rostro, puedo ver sus ojos que son de un azul cristalino. Su cabello rubio esta desordenado, se ve pálido pero de alguna forma también se ve radiante y feliz.

La habitación es pequeña y saturada con ese olor a lejía que caracteriza todos los hospitales. Una pequeña mesa a los pies de la cama tiene un florero lleno de rosas blancas y al lado de la cama esta Evelyn, la madre de Shawn, sentada en lo que parece una muy incómoda silla de plástico

-Hola, Rosie- dice Evelyn con una sonrisa, pero puedo ver la preocupación y el miedo en sus ojos

-Hola, señora Archer - saludo devuelta

-Iré a la cafetería- se levanta y besa a Shawn en la frente -¿quieres algo querida?- pregunta amablemente

-no, gracias-trato de sonreír pero mis mejillas se siente rígidas y mi sonrisa sale mas como una mueca

Me da un leve asentimiento y sale de la habitación

-viniste- repite Shawn como si no lo creyera

Me acerco lentamente a él y tomo su mano, tratando de tragar el bulto que se forma en mi garganta. Si voy a estar aquí tengo que ser fuerte por él -Es tu decisión y la respeto. No me gusta, pero la respeto- mi voz se escucha cada vez más débil -parte de mi te odia por hacer esto- las lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas y mi voz empieza a flaquear -pero la mayor parte te ama y quiere estar contigo- ahora estoy sollozando y no sé si la última parte de mi monologo fue entendible

-ven aquí- dice Shawn mientras me hace espacio en la cama

Otro sollozo brota -¡Shawn, por favor no lo hagas!- le digo mientras me subo a la cama y me acurruco en sus brazos.

-te amo- dice mientras me acaricia la espalda y besa mi cabello -todo estará bien- tengo mi cara apoyada en su pecho y él suavemente agarra mi barbilla para hacer que lo mire; entonces me enfoco en esos ojos casi luminiscentes que tanto me gustan, casi podría decir que él en realidad puede verme -todo estará bien- repite suavemente, mientras sonríe

Lo estrecho mas fuerte, tratando de que no haya espacio entre nosotros y llevo mis labios a los suyos besándolo con fervor. Sus labios están un poco resecos y mi súbito ataque lo toma por sorpresa durante un segundo, hasta que él lleva una mano detrás de mi cuello, como si tratara de atraerme mas cerca de él, evitándome escapar del beso. No tiene que preocuparse, podría besarlo así por siempre.

-Shawn- la voz de un hombre interrumpe nuestro momento, cuando nos separamos y desplazo mi mirada para enfocarla en el intruso, las lágrimas vuelven a rodar por mis mejillas y mi corazón se estruja en mi pecho. Los padres de Shawn están detrás del doctor, ambos tratando de contener su tristeza y ambos sin poder lograrlo -estamos listos. Ya es hora- dice el doctor de alrededor de unos 40 años. Es alto, calvo y lleva puesta ropa de quirófano.

Me aferro mas fuerte a él -Te amo- digo a través de mi garganta apretada, las lágrimas siguen saliendo y estoy utilizando cada gramo de voluntad para contener los sollozos. El miedo se esparce por mis venas como alquitrán, haciendo mi cuerpo pesado y rígido

Shawn me da un casto beso en los labios y luego me libera -también te amo. Te veré dentro de unas horas ¿bien?- dice lleno de esperanza y seguridad

Me bajo de la cama y con el dorso de mi mano limpio mis mejillas; las enfermeras empiezan a rodearlo y a pasarlo de camilla mientras revisan monitores y mueven la bolsa que contiene el líquido que hace su camino al cuerpo de Shawn por la intravenosa -¿Lo prometes?- me oigo completamente infantil y varias enfermeras me miran con cariño y entendimiento, como si hubieran visto esto millones de veces y, probablemente, lo han hecho

-prometo intentarlo- me responde. Las enfermeras empiezan a sacar a Shawn del cuarto y a arrastrar la camilla por un pasillo, yo voy a su lado tomando su mano mientras nos movemos a través de los laberinticos corredores. Los padres de Shawn van liderando el camino junto con el doctor que les esta hablando, pero no logro escuchar nada, la sangre zumba en mis oídos y mi mente esta confusa y dispersa. Llegamos a una enorme puerta y el doctor y las enfermeras se detienen

El doctor nos mira a mí y a los padres de Shaw -a partir de aquí ya no nos pueden acompañar, esta es la sala de esperar. Cuando tengamos noticias yo personalmente vendré a informarles- dice en tono amable pero urgente

El señor y la señora Archer se apresuran a abrazar a Shawn, le dan algunas palabras de aliento y le dicen lo mucho que lo aman. Por último, lo abrazan, antes de apartarse de la camilla y de su lado

-Nos vemos pronto- dice Shawn usando una apropiada elección de palabras

Asiento, porque no puedo articular palabras, no confió en mi misma para abrir la boca y evitar que salga un sollozo. Lo abrazo y lo beso una última vez mientras lo dejo ir y veo como desaparece detrás de la puerta.

Mi corazón lleno de esperanza y miedo a partes iguales, las lágrimas compitiendo con raudales, deslizándose por mi mejilla y cayendo a mi regazo. Me siento junto a los Archer y, esperamos.


Cuando te perdíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora