Cuando te perdí

Otoño (XIV)

Rosie

El fin de semana se fue igual de rápido como llego y había sido grandioso gracias a Hunter. Lamentablemente, el regreso a la universidad también implicaba las últimas dos semanas y entre ellas tendríamos una semana de pura agonía, en la que la mayoría de la población estudiantil estaría de claro en claro estudiando para los exámenes. No tenía tiempo ni siquiera para mí misma, a duras penas si podía comer y dormir

Bueno, tal vez exagero

Pero lo cierto era que entre estudiar, ir a clases y los ensayos individuales y grupales absorbían casi todo mi tiempo, a veces deseaba que el día tuviera mas horas, luego sacudía mi cabeza y seguía lamentándome mientras enterraba mi cabeza en un libro de texto al azar. Definitivamente no necesitaba mas horas solo... menos cosas que hacer. 

Por favor que esta semana se acabe pronto

Ahora Bonnie, Taylor y yo estábamos en el suelo de la sala de estar rodeados por un montón de papeles, memofichas y notas adheribles sobre biología, literatura e historia que eran nuestros próximos parciales

-No puedo mas, mi cerebro esta apunto de derramarse por mis oídos- declaro Bonnie mientras se golpea la frente con un puñado de hojas

Taylor cierra el libro de historia universal de un golpe y se levanta de un salto –es hora de una pausa para comer y darle a nuestros pobres cerebros un descanso- mira a Bonnie y sonríe con dulzura –no quiero que mi chica- se voltea a mirarme –y tu, Rosie- añada rápidamente -tengan una sobre carga de información-

-mmm...gracias- respondo insegura

-¿cocinaras?- pregunta Bonnie de repente muy entusiasmada

-Lo hare- afirma Taylor mientras hace su camino a la cocina, cauteloso de pisar alguno de los papeles en el suelo

Bonnie suspira audiblemente y me mira, sus ojos brillando, llenos de aprobación –¿no es una ternurita?- no espera mi respuesta mientras se levanta y sin miramientos pisa y arruga cualquier papel en su camino

Pongo los ojos en blanco pero sonrió, es algo que se me hace cada vez más fácil desde el día de patinaje con Hunter, hablando de Hunter debería....

-Tapete los odios, Rosie- la voz de Bonnie interrumpe mis pensamientos –pienso agradecerle a Taylor con algo de sexo salvaje en la cocina-

La risa de Taylor resuena en el apartamento

-Ja Ja muy graciosa- replico, recelosa con su comentario y un poco ruborizada también.

Escucho su fuerte carcajada unirse a la de Taylor y no me quedo para escucharlos besuquearse y susurrarse cosas –que no me apetecía escuchar- camino derecho a mi cuarto a revisar mi celular (ya que por decisión colectiva los celulares serian una distracción para nuestro tiempo de estudio) y me doy cuenta de que tengo 2 mensajes: uno de mi madre deseándome éxitos- no suerte, porque la suerte era para los mediocres, según ella- y otro de Hunter

Respondo el de mi mamá con un simple Gracias y una carita feliz

Luego veo el mensaje de Hunter

Y yo que pensé que la biblioteca solo era para estudiar y leer. Que equivocado estaba

Al principio no lo entiendo hasta que me doy cuenta que tienen una imagen adjunta. En la foto, un –mal enfocada, por cierto- se ve un chico casi desmayado sobre un libro que es casi del mismo tamaño que una enciclopedia

Dejo salir una carcajada antes de poderla contener

Oh por dios! él chico está vivo? Respondo

Unos segundos después recibo una respuesta

Eso creo. Sus ronquidos lo delatan

Bueno, ahora ya no me siento culpable de reírme

Reportare más estupitonterias si la veo J

Está bien

Miro nuestra conversación otra vez sonriendo como tonta y empeiezo a sentir algo raro en mi estómago, creo

-Comida- el grito de Bonnie me interrumpe antes de que pueda profundizar en el significado, aunque es estúpido. NO HAY SIGNIFICADO, es solo hambre.

Sacudo la cabeza tratando de terminar de disolver la ridícula idea que se estaba formando en mi mente.

-Voy- respondo, antes de echar un último vistazo a mi celular y dejarlo otra vez encima de mi escritorio.

Bufo

-Tonterías- digo en voz alta para mí misma