de A a B

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Hunter

A mi cerebro le tomo al menos medio segundo entender que estaba pasado.

Quizá un poco mas.

Pero no podía, y NO QUERÍA evitarlo. Resistirme a Rosie, justo ahora, era como que la tierra tratara de resistirse a la fuerza magnética del sol.

Resistirme se sentía antinatural... imposible.

Sus labios tenían un ligero sabor dulce por su brilla labios, pero mas allá de eso era solo ella, suavidad y pura e increíble perfección.

Por supuesto, yo no era objetivo en lo que ella concernía. Quizá para alguien mas este contacto con ella, conmigo, no seria la gran cosa, quizá para otras personas ni siquiera era un buen beso, pero para mi, lo significaba todo.

Empezó solo como una ligera presión de sus labios en los míos y luego fue mas que eso, luego hubo movimiento, luego mi estúpida lengua no pudo resistirse a acariciar la suavidad y llenura de su labio inferior... y luego ya no pudo resistirse a deslizarse entre ellos y acariciar su lengua...

Me sentiría menos cerca del borde de la locura si Rosie no respondiera a mi beso, pero eso era justamente lo que hacia. Su lengua se encontró tímidamente con la mía, siguiendo el ritmo que la mía proponía, sus labios abriéndose sin vacilación para mi invasión.

Por un segundo, por un perfecto segundo, me olvide de donde estábamos

Me olvide de quien era ella

y me olvide de mis mismo.

Por un perfecto segundo, me permití creer que ella podría ser mía.

Así que cuando termino y mi mirada se encontró con la suya, mientras las luces estroboscopicas me daban flashes de su rostro y la expresión confundida y al borde de la emoción y la desesperación que contorsionaba sus suaves rasgos, las luces pintaban de diferentes colores su rostro y su cabello, me pregunte si seria posible ir de A a B sin destruirnos en el intento.

No volvimos a besarnos, solo nos miramos, con nuestro labios tan, tan cerca que podía sentir mis labios cosquillar con la tentación de aproximarse de nuevo. Nos balanceamos lentamente sin escuchar la música en realidad, tratando de prolongar el momento tanto como pudiéramos, pero ambos sabíamos que era imposible.

Tomados de la mano caminamos de regreso a la mesa, todos estaban tan enfrascados en sus propios asuntos que nadie lo noto. Quería aferrarme a su mano, quería decir que no quería que esta noche terminara, que quería volver a besarla... que quería mas de lo que debería querer.

Pero no lo hice.

Cuando salimos del club con los demás, aun con nuestras manos entrelazadas, el cielo empezaba a aclarar, el horizonte tiñéndose de un azul celeste que hacia ceder al azul oscuro del cielo nocturno.

Cuando Rosie me miro, lo supe.

Supe que no volvería a verla, lo veía en la devastación de sus preciosos ojos negros.

Sentí mi corazón romperse lentamente, como cuando no se tenia la valentía necesaria para arrancar una bandita de un tirón y en cambio se hacia lenta y dolorosamente.

No podía detenerla, porque no sabia como, no sabia como estar con ella sin sentir que traicionaba a mi hermano.

Hunter...

Hunter... despierta.

La voz venia acompañada con el destello fugas de un recuerdo o un sueño que no podía entender del todo, que no podía ver con claridad.

-Adios, Hunter- la voz de Rosie se mezclo con la voz fantasma de mi cabeza.

La sensación de déjà vu me dejo petrificado.

Vi partir a Rosie con su cabello rubio contrastar de forma magnifica con el paisaje oscuro... pero entre un parpadeo y el siguiente, no era ese cabello casi blanco el que el viento zarandeaba mientras partía, era un cabello rizado de un precioso color rubio rojizo.


Cuando te perdíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora