Vivir

139 15 1
                                    

Me reí. FUERTE, mientras Holt y Hope veían el vídeo que Bonnie tan amablemente había hecho el día de su nacimiento. 

-¿por qué papi llora?- pregunto Holt, caminando hacia a mi -¿estaba triste?-añadió Hope, que se quedo en su posición, sentada sobre su abultado vestido de fiesta frente a la pantalla 

-Papi estaba muy feliz- les dije -tanto, que no podía parar de llorar- 

Y como si lo hubieran invocado Hunter entro, con una cerveza en lata en la mano -discúlpame!- resoplo -porque el hecho de que dieras a luz a nuestros hijos me conmoviera hasta las lagrimas- 

Me reí de nuevo tomando en mis brazos a Holt. La casa estaba desordenada, llena de serpentinas, confeti y globos, pero había valido la pena por verlos reír y divertirse -si fuera por eso no me reiría- mire a Holt y bese su aun regordete cachete -pero estabas lagrimeando porque estabas nervioso y un poco asustado de mi- 

Hunter me miro, al igual que Hope, y ambos compartían aquellos ojos de color plata que tanto me gustaban. Hunter estrecho los suyos -estabas maldiciendo y gritando como una loca!- esta vez fue su turno de reír 

Holt bostezo y me dio una ultima mirada, sus ojos iguales a los míos mientras empezaba a parpadear con lentitud, el sueño ganando la batalla -Estaba teniendo gemelos! perdón por no ser mas festiva al respecto!- lance de vuelta 

Hunter puso los ojos en blanco mientras tomaba a Hope en sus brazos y ella chillaba con alegría, su vestido de diversos colores pasteles la hacían ver como un hada. Ninguno de los dos se parecían a mi en mucho, Holt tenia mis ojos pero todo lo demás era la viva imagen de su padre, al igual que Hope. 

-pareces cargando algo que vomito un unicornio- me burle y Hunter atrajo fuertemente a Hope en sus brazos, mientras nuestra hija seguía riendo -no hables así, tu eres la responsable de la mitad de esto- 

Me burle -no digas esto para referirte a uno de los niños- 

Caminando, lado a lado, como lo habíamos hecho en los últimos años, no pude evitar la emoción que amenazo con dejarme sin aire. Supongo que era el día, los niños cumplían 5 años y nosotros habíamos pasado casi una década juntos, a pesar de todo pronostico, lo habíamos conseguido, habíamos superado la tragedia, nuestros propios temores y ahora teníamos una familia. Juntos. 

Cambiamos a los niños en silencio y los dejamos a cada uno en su cama, Hope aun resistiéndose al sueño pero era débil en lo que respectaba a la voz de padre y tarareando, Hunter la arropo y beso su frente. Para cuando termino, Hope yacía plácidamente dormida entre sus cobijas de unicornios. 

Holt, que se parecía mas a mi en su personalidad, cayo dormido sin ningún problema y no se despertó mientras lo cambiaba. Lo envolví en su bonita manta de autos, un regalo del tío Taylor, y bese su frente. 

Hunter y yo cambiamos y besamos la frente, yo de Hope y él de Holt, antes de salir y dejar la puerta ajustada, solo un poco mas por si alguno de ellos despertaba. 

Una vez en nuestra habitación, Hunter me ayudo a quitarme el vestido, dejando besos por mi clavícula, hombros y cuello

A pesar de mi misma, de lo mucho que disfrutaba sus besos, los recuerdos se desenvolvían en mi mente y solo podía compartirlos con él. Quizá ahora eramos esposo y esposa, pero nunca habíamos dejado de ser amigos. y era a Hunter a quien siempre recurría cuando la nostalgia y la melancolía me embargaba, como ahora. 

-Nuestro hijo- comencé -a veces me recuerda a él- lo había notado particularmente hoy, con ciertas expresiones, con su forma de actuar. Hope era todo Hunter, tímida, pero traviesa e irreverente. Mientras que Holt era todo carisma y calma, como...como Shawn. 

La sonrisa de Hunter fue triste, pero era una tristeza que contenía añoranza -supongo que escogimos un buen nombre- 


¿y si es un niño? que nombre le pondremos?- pregunte, porque el de niña ya estaba decidido, desde hace mucho, pero por mas que pensaba en uno para niño siempre pensaba en Shawn -no se si es buena idea pero quisiera que...-me aclare la garganta, mirando mi vientre para evitar mirar sus ojos -que... podríamos nombrarlo en honor a su tío- 

Hunter apoyo su mentón en mi vientre, poniendo sus ojos en mi linea de visión -estaba pensando lo mismo, pero no sabia como decírtelo... aunque... nombrarlo Shawn...-guardo silencio y entendí lo que quería decir 

Yo tampoco estaba segura sobre si nombrarlo Shawn 

-¿por qué no les pusieron un nombre con la misma letra inicial, eso es como la moda entre los gemelos, no?- 

Hunter rió y beso mi vientre, sobre mi ombligo, la piel estaba demasiado tensa y pequeñas lineas irregulares se dibujaban en la parte baje de mi vientre, por mi ombligo, Hunter las acaricio pensativamente.

-En realidad, si iban a hacerlo- confeso -pero en cuanto mi mama tuvo a Shawn en sus brazos decidió que el nombre no le quedaba- 

-¿cual era el nombre?- 

Su ojos se iluminaron y miro hacia abajo, a mi vientre -Holt- quizá no fue nada, quizá un gas, pero sentí el mas leve movimiento en mi vientre, como si el bebe lo aprobara 

Mis ojos se llenaron de lagrimas y tome el rostro de Hunter en mis manos -Holt- 


Una vez mi mente regreso al presente, lo bese -si, lo hicimos- dándome otro rápido beso se aparto -iré a encender el monitor de lo niños y cerrar la puerta- guiñándome un ojo y dándome una suave palmada en el trasero, se marcho. 

Con mi corazón en un puño, por la felicidad, me seguí desvistiendo y para cuando Hunter llego estaba acostada en la cama, esperándolo. Acostada sobre mi espalda y con mis piernas flexionadas juntas, mirando al techo. 

Escuche el susurro de la ropa al caer y lo observe despojarse de su pantalón tipo sastre y de esa camisa gris humo que hacia resaltar sus increíbles ojos. Habíamos cambiado mucho, pero cuando veía a sus ojos, cuando me sonreía de manera cómplice, me sentía igual a cuando nos conocimos. Me sentía joven, vital, como si el tiempo no hubiera pasado en absoluto, no para nosotros. 

Hunter siempre había sido atlético, pero con el tiempo había ganado mas musculo y ahora era mas imponente, mas amplio de hombros, los músculos de sus brazos mas abultados... babeaba cada vez que lo veía hacer flexiones o cualquier ejercicio que implicara que hiciera fuerza con sus brazos, su abdomen, no era muy marcado, solo daba el indicio de las lineas en sus abdominales, pero era perfecto. Todavía hacia estremecer todo dentro de mi y mirando sus ojos ir del plata al negro, supe con seguridad, que yo aun causaba lo mismo en él. 

Creo que eso era lo que nos asustaba mas, que ambos lo sabíamos, muy muy dentro de nosotros, que una vez que estuviéramos juntos, no habría vuelta atrás. Quizá por eso nos demoramos tanto en darnos cuenta que...después de todo la tragedia, la confusión y la tristeza era así como terminarían las cosas. 

Al final, nuestra vida no resulto como la planeamos o como esperábamos, pero cuando le dimos la oportunidad, obtuvimos algo mucho mejor de lo que estábamos dispuestos a aceptar. 


FIN 


 ***Nota del autor: muchas gracias por leer esta historia y por disfrutarla conmigo. La historia de Rosie y Hunter continuara, de algún modo, con la hora del cuento de sus hijos, cuando Rosie cuenta como fue su historia con Shawn. Pueden disfrutar esa parte de la historia, buscando El rey ciego y la princesa solitaria en mis historias. 

Gracias por leer, votar y comentar.  Espero leernos otra vez pronto.  


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 07, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cuando te perdíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora