Verano (III)

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Rosie

Cuando Hunter, cae de rodillas despierto un poco de mi letargo, la señora Archer de inmediato se apresura a su hijo pero la detengo y niego con la cabeza. El señor Reed la abraza por detrás y ella me brinda una mirada de preocupación antes de asentir con la cabeza y dar marcha atrás.

Avanzo poco a poco hasta él y cuando estoy a su lado me arrodillo, tiene una mirada de desolación absoluta que solo hace que mi corazón duela un poco mas por él. No puedo imaginar que se siente perder a tu gemelo, a tu otra mitad.

Shawn solía hablar bastante de Hunter y aunque nunca los llegue a ver juntos, no personalmente al menos, incluso por teléfono podías sentir esa conexión, ese vínculo que los unía no solo como hermanos gemelos, también como mejores amigos.

Mientras me acerco a él, me pregunto si ese vínculo, al igual que Shawn, se va de golpe o es como los recuerdos, que paulatinamente se desvanecen con el tiempo.

Suavemente coloco mi mano sobre su hombro, no me mira, ni siquiera estoy segura de que reconozca mi presencia. Aparto mi mano de su hombro para agarra su mano

Miro hacia la tumba donde ahora yace el cuerpo de Shawn. No sé si es lo correcto para decir pero es lo único que se me ocurre, es lo que me gustaría escuchar si perdiera a mí otra mitad, porque aunque Shawn y yo nos amábamos, nuestro vínculo no era tan fuerte como el que tenía con su hermano.

Le doy un suave apretón a su mano -no estás solo- digo suavemente

Se gira para mirarme y la cantidad de tristeza que veo en sus ojos es abrumadora -¿Qué dijiste?- dice con voz insegura

-no estás solo ¿bien?- antes su ojos eran como la plata, ahora son de un suave color gris como las nubes sobre nuestras cabezas. Era trágicamente poético, enterrábamos a Shawn en un raro día lluvioso durante el verano, el clima asimilando el ambiente lúgubre de los presentes.

Hunter asiente lentamente y en voz baja dice: -Esta bien-

Toma todo de mí no echarme a llorar y alejarme de él. Ver a alguien que es tan parecido a la persona que acabas de perder, es extraño, como poner el dedo en la llaga. Así que me concentro solo en sus ojos, pero incluso así, mi mente no puede obviarlo e inunda mis pensamientos con imágenes de Shawn, de cómo cuando estaba triste y preocupado aparecía esa arruga en su frente igual que en Hunter ahora y ese tic nervioso en su mano cuando no podía hacer frente a una situación, justo el mismo que está sufriendo Hunter ahora.

La ceremonia termina y cientos de personas vienen a darnos su sentido pésame, pero me encuentro de nuevo en modo automático, apenas soy consciente de que Taylor y Bonnie están cerca, mirándome atentamente. Bonnie de vez en cuando me pregunta si tengo hambre o sed, la respuesta nunca cambia. No he comido desde... ¡Dios! ni siquiera recuerdo la última vez que comí, pero no tengo hambre, solo quiero ir a mi cama y dormir. Descasar de tanto dolor y no ser esclava de mis pensamientos, que solo giran en torno a todos los momentos que viví con Shawn, de todos los planes que teníamos y ahora ya no sucederán.

Todas las cosas que pudieron ser pero que ahora ya no serán jamás porque él está muerto.

Hunter no se separa de mí en ningún momento y no quisiera que fuera diferente, todavía es doloroso verlo, tenerlo cerca, pero también es increíblemente reconfortante. La dualidad de mis sentimientos me tenía aturdida y confundida pero mi cabeza no profundizaba en el asunto, todo lo demás era opacado por la perdida.

Durante todo el día, antes, durante y después de la ceremonia, todos nos decían que estaríamos bien y aunque sabía que tenían razón ¿cuándo sucedería eso? ¿Cuándo este dolor se diezmaría?

***

Una vez estuvimos en casa de los Archer, varios amigos cercanos de la familia y los amigos mas cercanos a Shawn se reunieron aquí. Taylor y Bonnie seguían siendo mi sombra y Hunter no había dicho ni una sola palabra desde hace horas.

Mi cabeza palpitaba y mi cuerpo se sentía débil.

Estamos sentados en la sala, Hunter está sentado a mi lado en el brazo del sofá, con sus manos metidas en los bolsillos y su mirada absolutamente concentrada en la alfombra. Taylor se alzaba a su lado en toda su estatura y tenía una mano apoyada en su hombro, ya no estaba usando sus lentes oscuros y se podían notar las profundas ojeras y sus ojos irritados. Bonnie estaba sentada junto a mí en el sofá con su cabeza apoyada en mi hombro derecho y sus manos entrelazadas en su regazo

-¿quieres comer algo?- pregunta Bonnie por millonésima vez

-No- le respondo por millonésima vez

-Tienes que comer algo- dice mientras retira su cabeza de mi hombro y me mira preocupada

-estoy bien- o al menos espero estarlo algún día -comeré algo mas tarde-

-está bien- pero puedo ver la desaprobación en sus enormes y expresivos ojos hazel

Apoyo mis codos en mis rodillas y oculto mi cara entre mis manos. Solo quiero que toda esta pesadilla termine, toda mi energía ha sido succionada y ahora solo quiero dormir. Dormir hasta que ya no sienta dolor.

Me levanto del sofá e inmediatamente Bonnie se levanta también. Le lanzo una mirada irritada y luego siento la punzada de culpa -solo voy al baño Bonnie- digo amablemente

Frunce los labios, pero asiente.

Salgo de la sala de estar y camino por el pasillo, suspiro mientras subo las escaleras y giro a la derecha, estoy frente a la puerta del baño pero mis pies siguen avanzando, contra mi voluntad, hasta quedar frente a la habitación de Shawn. Mi mente inmediatamente me dice que debería caminar en otra dirección, pero mi corazón me dice que entre.

Sé que no estoy lista para esto, sé que no es lo que debería hacer y a pesar de eso, me encuentro a mí misma girando la perilla y abriendo la puerta. En cuanto lo hago, mi pecho se contrae y mi respiración se atasca en mis pulmones; todo en la habitación es exactamente igual, su cama doble en el centro de la habitación, dos mesas de noche a cada lado de la cama, el escritorio en la esquina derecha de la habitación, el baño y el armario en la parte izquierda. Todo está intacto, exactamente como él lo dejo, incluso hay una camisa tirada encima de la cama y un par de zapatos dejados descuidadamente en la alfombra cerca de la cama.

Por alguna razón espero que salga en cualquier momento del baño o que venga a rodearme con sus brazos desde atrás, pero ver su cuarto así, con todas sus pertenecías pero sin él traen una sensación desoladora; ni siquiera puedo sentir su presencia o lo que sea. Cada pequeña cosa solo hace mas real la idea de que no va a volver y solo hasta este momento me doy cuenta de que un lado irracional de mi mente todavía tenía la esperanza de que él regresara, pero estar aquí en su cuarto, me da el último golpe que necesito para saber que es inútil, que nunca jamás volveré a verlo, a escuchar su voz, a ver sus ojos, a besarlo. Ya nunca jamás podre abrazarlo, ni sentir su cálida y suave piel debajo de mis palmas y los constantes latidos de su corazón en sincronía con los míos.

-¡Oh por dios!- digo con un gemido, las lágrimas empiezan a caer y empiezo a retroceder frenéticamente, pero ya no puedo enfocar y puntos negros aparecen en mi visión. De pronto todo esto es demasiado y ya no puedo soportarlo, puedo sentir como mi mente esta yendo a la deriva.

Lo último que recuerdo es unos brazos alrededor de mi cintura y un hermoso color gris llenando el poco espacio que aún queda libre en mi visión antes de que todo se vuelva negro y por fin mi mente se calle. 

Cuando te perdíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora