Invierno (VII)

154 22 2
                                    

Rosie

Llevaba al menos 5 horas consecutivas en el estudio cuando mi celular sonó.

Gruñí mientras me apartaba de mi arpa y miraba con furia mi teléfono.

Que esa furia se menguara cuando vi el nombre destellando en la pantalla no significaba nada

en absoluto.

-Hola, Hunter- salude

El otro lado de la línea se quedó en silencio

-Hunter?- llame y no recibí respuesta -¿estas bien?-

-si,si. Estoy bien- se apresuró a decir, su voz era un poco inestable y ronca

-mentiroso- dije, osada.

Él suspiró -solo... es uno de esos días-

Sonreí, aunque él no podía verme -entiendo- yo tambien tenia malos días.

No desde que estás aquí. No desde Hunter

CALLATE!

me estaba volviendo loca.

-no se ni porque te llamo... yo solo...- otro suspiro -no lo se-

Tome el banco más cercano y me senté, antes de caerme sobre mi trasero cuando mis piernas empezaron a sentirse enclenques.

-puedes...-me aclaré la garganta -no hay problema. Puedes llamar cuando necesites-

Guardó silencio por un largo segundo antes de decir:-¿por qué esto se siente mal?-

Mi estómago se hundió -de que hablas?-

-sabes lo que quiero decir-

si, lo sabia. Pero estaba muy bien viviendo en mi burbuja de negación y no planeaba dejarla.

Espera... ¿por qué negación?

No sucedía nada. Eramos dos personas que habíamos perdido a alguien que amabamos y buscabamos consuelo en el otro.

Shawn había puesto mi mundo patas arriba, había estado bien antes de él, pero tenía que llegar y mostrarme tanto afecto, hacerme sentir tantas cosas... integrarme con su familia, llevarme a su cálido hogar.

Habría estado bien si no hubiera conocido nada de eso.

Pero sin él, de vuelta en mi pequeño, pulcro y perfecto mundo, me sentia vacia y sola.

Tener una probada de todo lo que me había perdido, me dejo ansiando más. Ansias que Shawn había prometido saciar, pero se había ido.

No quería perder lo único que me mantenía conectaba a todo eso. Dios! sabía que estaba mal, sentía que lo utilizaba pero no podía detenerme, mi miedo por volver a mi ordenada y tranquila vida me hacían querer gritar y romperlo todo.

Me quedé en silencio por mucho mas de lo que había pensado cuando Hunter dijo -yo tampoco quiero detenerme-

-no lo hagas- susurré, con voz ronca por la emoción y tan... tan malditamente desesperada.

Por favor añadí en mi mente

-Yo... estoy dando un paseo, cerca de Central Park- cambió de tema y se lo agradecí, aunque no tuviera una respuesta a mi petición la emoción, cruda y sin censura entre nosotros había comenzado a asfixiarme

-alguna otra reflexión filosófica para ese lugar-

Hunter rió, o algo parecido -no, solo me gusta- sus dientes castañeaban un poco -aunque !mierda! el frío es espantoso-

-pues ve a algún lugar con calefacción-sugeri

-tengo una mejor idea-

-¿si?-

-Chocolate caliente- explico -¿quieres unirte?-

y con mi respuesta, me sentí como Alicia, cayendo por la madriguera del conejo. 

Cuando te perdíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora