La verdad

101 12 1
                                    

Hunter,

Nunca creí que de verdad escribiría esto para ti, pero desde que tú y esa chica se cruzaron de nuevo en mi vida, me di cuenta que aún no había sano.

Mi cuerpo si, pero mi corazón y mente no.

Quizá ya no la necesites, pero siento en el fondo de mi corazón que yo SI lo necesito. No sabía que clase de dolor o pena te había hecho pasar con mi silencio y aunque cuando lo supe pensé que tú sufrimiento me haría feliz, lo cierto es que no. Quiero seguir adelante, encontrar mi camino y para pasar de página, tengo que dejar atrás mis rencores y remordimientos y solo llevarme los buenos recuerdos.

Creo que para nadie era un secreto que tu hermano y yo salíamos, pero lo que no sabían es que también me quedé flechas por ti y tu actitud indiferente y despreocupada. Supongo que empezaba la etapa de chico inadecuado porque eso era exactamente lo que eras.

En esa fiesta, yo si intenté besarte, después de que fumaramos un poco de hierba y te contara cosas que nunca le había dicho a alguien, cosas que no repetiré porque yo no tiene sentido recordarlas; tú me hiciste sentir mejor sobre todo y me regalaste una perspectiva descomplicada de la vida. Cuando intenté besarte, y lo hice, te apartaste. Estabas aletargado por el alcohol y la hierba que apenas si podías procesar lo que había pasado. Pero tú respuesta fue clara: no.

Por mi parte, en cuanto puse mis labios sobre los tuyos supe que era solo un estupido capricho porque en ese mismo instante extrañe los besos suaves, dulces y cariñosos de tu hermano.

No sabía que las personas me habían visto escabullirme al cuarto y cuando enloqueciste y actuaste como un león enjaulado, sabía que tenías que volver a casa y también sabía que no podrías llegar tu solo.

Tomé las llaves de tu auto y fue tan estúpida e ingenua de pensar que estaba lo suficientemente bien para llevarte.

No sé en qué momento llamaste a Shawn, o si lo hiciste o no.

Perdí el control del auto y choque con otro, te llame cientos de veces pero estabas en algún punto entre la consciencia y la inconsciencia. Cómo pide salí del auto, quería mirar al otro conductor, pedir ayuda, pero me derrumbe.

No recuerdo hasta donde llegue, no recuerdo que pasó. Solo que todo se puso negro, para cuando desperté estaba en el hospital.

Esa es la verdad o al menos, mi versión de esa historia.

Rebecca.

Cuando te perdíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora