Invierno (XI)

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Rosie

18 horas antes del concierto

-Bonnie!- ella dejó caer su maleta y corrió hacia mí con sus brazos abiertos.

-Rosie!- Taylor rió mientras sacudía la cabeza tras ella y recogió su maleta. Le di una mirada de disculpa y la abrase fuerte. Después de evitar que me tacleara y nos cayéramos, por supuesto.

-Alguien ha estado practicando maniobras ofensivas con su novio- bromeo cuando nos apartamos

-Te extrañe! y estoy tan emocionada!- prácticamente estaba brincando en su lugar -tu primer concierto! jodido Dios!- sacudió la cabeza, con su sonrisa un poco maniática -y fuiste a lo grande!-

Me rei -ve a lo grande o vete a casa. No es tu filosofía de vida?-

Tan rápido como me abrazó -de nuevo- igual de rápido se alejó -por supuesto! me alegra que estés caminando por el lado salvaje- me guiño

-ya? es mi turno?- Taylor miró a Bonnie -o tengo que esperar un poco más?- dijo divertido

Ella le sonrió y sacudió la cabeza -adelante. Toda tuya-

Taylor me tomo en uno de sus abrazos de oso y me levanto

-estas mas enorme!- dije entre risas -cuidado con los fármacos-lo reñí juguetonamente

-No, cariño- me dejó sobre mis pies -esto es todo yo. Mi gran corazón necesita un contenedor igual de grande-

Le di un pulgar abajo -fue una mala línea- aunque Bonnie reía como colegiala

Taylo rio -solo un poco- se encogió de hombros -pero a mi chica le gusta-

Intente reprimir la sonrisa estúpida que intentaba curvar mis labios con el paso de las estaciones su relación se fortalecia.

Era el ciclo de la vida, justo aquí, con nosotros. Mientras unos perdíamos el amor, otros lo encontraban.

Fin y comienzo, vida y muerte.

El fin de la historia de Shawn había sido un fin para mi, pero no el final de toda mi historia.

Mirarlos ya no era doloroso. No sentía como que algo me había sido arrebatado y por alguna razón más allá de mi mundana comprensión mortal, Dios me lo estaba refregando en la cara.

-bueno tortolitos!- les sonreí -vamos a comer-


5 horas para el concierto

Por millonésima vez mire mi celular y pase mis ojos por letras de la pantalla.

Las pequeñas burbujas azules con sus mensajes me hicieron sonreir y disiparon un poco del nerviosismos que agarrotaba mis músculos y hacia torpe mis movimientos.

-Tiene un cabello hermoso- comentó la peluquera mientras terminaba de crear las suaves ondas en las puntas de mi cabello. Yo había pensado llevarlo recogido, pero en cuanto le había dicho mi idea, la amable mujer había terminado por convencerme de llevarlo semirecogido. En la mitad, de la trenza francesa de corona... o algo asi. El punto era que la elaborada trenza rodeaba la parte de atrás de mi cabeza y dejaba parte de mi cabello suelto, cayendo (ahora) en suaves ondas por mi espalda y hombros.

Sonreí, pero no encontré mi voz para poder responder. Ella seguía ultimando detalles (no entendía muy bien que, para mi ya estaba perfecto) mientras yo volvía mis ojos a la pantalla.

Nos veremos tras el escenario. Rompete una pierna :)

Pd: Dalton y yo seguimos tramando un elaborado plan para secuestrarte y que prepares un poco más de postre para nosotros.

Sonreí. 

DE NUEVO.

cuando me vi en el espejo, no fue el peinado o lo mucho que el suave maquillaje en tonos rosas y dorados hacían que mi cabello pareciera un halo. No, no fue nada de eso lo que hizo que casi se atrofiaran mis pulmones, era la sonrisa... por los textos de Hunter... lo que me dejó completamente aturdida.

No deberia sonreir de esa forma por él.

Sacudí la cabeza

Todo eso... solo estaba en mi cabeza, solo era yo confundiendo todo a través de todo lo que había pasado.

Corrección, de lo unico que habia pasado y por lo único que Hunter y yo nos habíamos conocido.

Ese solo pensamiento, ese mero recuerdo, sirvió para que cualquier cosa que no fuera el amargo recuerdo de aquel día, perdurara.

-Dios santo!- Bonnie entró viéndose increíble con su cabello recogido en un enlace de dos intrincadas trenzas que parecían una corona y dejaban solo un par de mechones sueltos enmarcando su rostro en forma de corazón. Sus ojos verdes mostraban entusiasmo y picardía mientras me miraba -todos se van a cagar encima cuando te vean-

-Bonnie!- la reprendió, su vocabulario de camionera, deducía, también era debido a su tiempo compartido con Taylor y sus compañeros de equipo -tú también te ves... increíble!- sacudí la cabeza, fingiendo irritación -le vas a dar a Taylor un infarto y si no, vas a hacer que se gane un problema-

Eso la hizo fruncir el ceño -¿por qué?-

-es muy probable que le de un puñetazo a alguien cuando a más de un chico se le vayan los ojos viéndote en ese pequeño y lindo vestido-

Ella se miró a sí misma, complacida.

El vestido en realidad era muy recatado de manga hasta un poco más arriba de los codos, entallado con una capa de encaje en la falda que le daba vuelo.

¿la parte sexy?

A pesar de que Bonnie era pequeña, sus tacones negros de charol la hacían ver como una pin up girl, que el vestido tuviera esa onda de los 50 solo reforzaba esa imagen.

Eso la hizo reír -él prometió comportarse-

La mujer nos sonrió -quizá es tiempo de que se ponga el vestido- comento -¿segura no hay peligro con el maquillaje?.- pregunto, casi escandalizada

le di una sonrisa -no, estoy segura-

Ella asintió -esperare de todos modos- parecía nerviosa -solo por si acaso-

-bien-

Salí del improvisado lugar de maquillaje y peinado que habíamos creado en el baño y fui al pequeño armario

-por fin!- Bonnie aplaudio

Tome la percha y la cubierta de tela negra ocultaban el vestido

-buuuu!!! tanto misterio y expectación me dara a MI un infarto- se quejo Bonnie

esta vez fui yo la que rió, con ganas -solo un poco más-

Empecé a bajar la cremallera y la tela color "perla" que para mi era solo un plateado muy claro empezó a hacer su aparición

-Oh, dios!- Bonnie chillo

y lo único que pensé mientras me lo ponía era... no puedo esperar para que Hunter lo vea. 

Cuando te perdíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora