Otoño (III)

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Rosie

Los días pasaron y la vida siguió su curso, al principio era extraño darte cuenta que el mundo no se detenía contigo, que solo tu estabas paralizado. Era como si una parte de ti esperara que la vida en general se detuviera porque la tuya lo hizo, o eso creo. Porque el hecho de que el sol siguiera saliendo todas las mañanas significaba que tu vida continuo ¿cierto?

Aunque no se sentía así en absoluto.

Una vez superas esa etapa y te das cuenta de que las personas continúan, el mundo sigue girando, el sol sigue saliendo y la vida continúa su curso, solo queda el dolor.

Creo que los humanos sufrimos mas que todo por la costumbre, quiero decir, la ausencia que genera esa persona en tu rutina y en tu vida. El problema es que no puedes acostumbrarte al dolor porque cuando te acostumbras a algo te olvidas de cómo era tu vida antes de tenerlo.

No quería vivir todo lo que quedaba de mi vida con dolor, por eso últimamente me estaba permitiendo sentirlo, para darme, en un futuro, la posibilidad de poder recordarlo con una sonrisa. Por ahora cada vez que recordaba, solo lloraba.

Bonnie había insistido un montón en que fuera con su familia a pasar acción de gracias, pero no estaba lista para volver a Farmville y menos en esa fecha, ese fue el último evento que planeamos. No quería ir y pensar en todo lo que hubiera sucedido si... bueno, si no hubiera sucedido lo que sucedió.

Al principio del "duelo" lo que más te duele son los recuerdos, los últimos segundos que pasaste con esa persona, las últimas palabras que le dijiste, pero con el tiempo ya no son solo los recuerdos, son todos esos momentos que habían planeado juntos, cosas que pensabas presenciarían juntos o disfrutarían juntos. El pensar que hubiera sucedió si esa persona siguiera aquí, eso te destruía.

-¿segura que no quieres venir?- me pregunto Bonnie por enésima vez

-no- le doy una sonrisa tranquilizadora –mis padres vendrán por mi dentro de unas horas-

-Bien- termina de empacar su maleta, la arrastra a un lado de la puerta y se sienta junto a mí en su cama.

La habitación no era muy grande, su gran cama de hierro estaba ubicada en el centro, el escritorio junto a la pequeña ventana en la pared izquierda, su armario y la puerta que conducía al baño al lado derecho. Las paredes de un tono morado pastel están casi desnudas solo las adornan un calendario y varias fotos de su familia y de nosotras juntas.

-Cualquier cosa. Llámame- dice mientras me jala a un brazo

-lo hare-

Tocan la puerta y Bonnie y yo nos levantamos, le ayudo a arrastrar su maleta que pesa como media tonelada por el pasillo y a la sala de estar hasta dejarla a un lado de la puerta

-¡Dios! Llevas todo tu armario ahí- le digo recuperando el aliento

-no- dice Bonnie igual de agitada mientras abra la puerta

Taylor vestido con sus usuales vaqueros y una camiseta al azar –esta es de color rojo con unas letras verdes que dicen "felices jodidas fiestas" en la parte delantera-

-Muy festivo- señalo el estampado de su camiseta

Sonríe ante mi comentario –Hola, Rosie- besa a Bonnie en los labios –Hola, preciosa ¿estas lista?-

-Si- Bonnie le sonríe radiante, en el momento en que posa sus ojos en mí se tornan preocupados. Creo que la golpeare

-Deja de hacer eso- le digo cruzándome de brazos

Cuando te perdíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora